Treasure Island Z, Impresiones

Capcom se lanza a la piscina con un colorido título de aventura que pretende aprovechar al máximo el mando de Wii. Acompaña a Zack y a su amigo el mono Wiki en este peculiar periplo para encontrar cientos de tesoros.

Entre tanto lanzamiento de altos vuelos, con dos entregas de Resident Evil a la cabeza, Capcom ha querido dejar espacio para la innovación con título para Wii que viene cargado de aire fresco y novedades. Tras darse a conocer públicamente en la revista japonesa Famitsu con un nombre provisional, Treasure Island Z estuvo presente en el Capcom Gamer's Day celebrado durante las primeras semanas de abril en San Francisco.

Eiichirou Sasaki, con trabajos en la serie Resident Evil Outbreak, e Hironobu Takeshita, productor de Ultimate Ghosts'N Goblins, son los máximos responsables a los mandos de esta nueva y singular empresa. Aprovechando las virtudes de Wii y con una buena dosis de originalidad, esta pareja de desarrolladores y su equipo pretenden llevar a la consola de Nintendo un título exclusivo que se presenta endiabladamente entretenido.

Treasure Island Z es una de esas tantas combinaciones extrañas que encontramos en el mundo del ocio electrónico. Pillando un poco de aquí y un poco de allá, Capcom pretende conquistar los corazones de cientos de jugadores que claman al cielo títulos que empleen a fondo el controlador de Wii. Y este título, como os vamos a adelantar, promete dejar huella.

Islas y cofres

El primer punto destacable de este Treasure Island Z es su diseño gráfico y ambientación, aspectos en los que el equipo de desarrollo de Capcom está trabajando muy duro. Todos los escenarios y personajes están siendo desarrollados mediante la técnica del cel shading, consiguiendo un diseño gráfico detallado, colorido y muy atractivo a la vista. En esencia, el motor gráfico bajo el que corre este proyecto es equiparable a lo visto en el excelente The Legend of Zelda: Wind Waker, aunque siempre salvando las distancias ya que los modelados, y especialmente los escenarios, son mucho más detallados que en la penúltima aventura de Link lanzada para Game Cube.

Por otro lado, todos los escenarios ofrecerán múltiples posibilidades de manipulación en el entorno, pudiendo interactuar  con todo tipo de objetos y plantas, interferir en el curso del agua proviniente de un río, etc. Además, el título contará con efectos temporales como viento, que logrará, por ejemplo, que las hojas de los árboles caigan o realicen movimientos realistas. 

Este virtuoso diseño gráfico hará gala de siete escenarios principales, todos diferentes entre sí. Entre ellos visitaremos localizaciones como una profunda jungla, con todos sus animalitos foráneos y sonidos característicos, o un inmenso castillo plagado de enigmas por resolver. Por otro lado, la amplia extensión de los escenarios promete ser una de las grandes virtudes de Treasure Island Z. 

Por su parte, los modelados de los personajes presentan a primera vista un acabado correcto, implementando todo tipo de gestos y movimientos llevados a cabo con total naturalidad. En general, nos encontraremos con diseños bastante peculiares y originales, que apuestan en ocasiones hasta por un tono humorístico. Sólo hay que observar el ropaje de nuestro protagonista, Zack, un piratilla de poca monta, y su acompañante, el simio Wiki, con dos grandes orejas que le permiten volar.

Perdidos en la isla

Para comprender el esquema de juego propuesto por los chicos de Capcom con este título hay olvidar el concepto de que cada juego está encasillado en un género concreto. Treasure Island Z mecla puzzles con acción y exploración aportando también ciertos toques presentes en aventuras gráficas de antaño. Es por ello por lo que algunos se empeñan en afirmar que este título nace de la síntesis entre los provechosos Monkey Island y TLoZ: Wind Waker.

La acción dará comienzo con nuestros dos protagonistas teniendo un desafortunado accidente mientras vuelvan en su aeronave. Una explosión nos llevará a estrellarnos en una isla completamente desconocida. Tras levantarnos del susto y descubrir dónde nos encontramos entraremos en materia empleando a fondo nuestro wiimote.

Progresaremos en la aventura completando todo tipo de puzzles y acertijos extremadamente variados entre sí. En todos ellos la importancia del mando y su sensor de movimiento será crucial. Así, cortaremos un árbol agitando el mando como si fuera una sierra mecánica, abriremos puertas usándolo como llave, empujaremos objetos y hasta tocaremos una flauta. Cientos de acciones disponibles que estarán acompañadas por la friolera de 80 objetos repartidos por toda la aventura.

Durante la aventura nos toparemos con todo tipo de enemigos animales -más de 35 diferentes, según afirmó Capcom- que podremos derrotar y convertir en objetos y herramientas útiles. Para ello, recurriremos a nuestro compañero de viajes, con cuyos poderes se convertirá en una campana que aturdirá y versionará en herramientas a nuestros rivales.

Un punto importante a la hora de jugar a Treasure Island Z es el sistema de cámaras implementado que nos permitirá, entre otras cosas, acercar y alejar la cámara tanto como queramos en una zona determinada del escenario. Esta funcionalidad, perfectamente adaptada al mando de Wii, nos vendrá de perlas a la hora de resolver los acertijos más complicados que requieren observar con atención todos los detalles del escenario.

Así, acertijo tras acertijo iremos recopilando cofres de tesoro. En total, Teasure Island Z contará con más de cuarenta horas de juego y una buena cantidad de extras como la recopilación de 300 objetos ocultos por todo el mapeado. Y para mejorar más si cabe la experiencia de juego, Capcom promete puzzles de todo tipo, color y dificultad.

A pesar de que todavía el público europeo no cuenta con fecha de lanzamiento para este título, el juego de Capcom se presenta como un título muy a seguir de cerca. La originalidad de su sistema de juego, con usos de lo más variopintos para nuestro mando,  y sus gráficos coloridos  son tan sólo dos de las virtudes de Treasure Island Z. Capcom ha fechado su lanzamiento en Estados Unidos para finales de año.