Teenage Mutant Ninja Turtles: The Movie

Hace escasos años era casi una asignatura obligada explicar quiénes eran las Tortugas Ninja de cara a analizar los esporádicos títulos que aparecían basados en sus hazañas. No sólo los diversos juegos, sino también una nueva serie lanzada con el mismo fin que la película han conseguido que los cuatro galápagos más simpáticos de la televisión vuelvan a ocupar un puesto al menos importante en lo que a dibujos animados se refiere, en contra de las series de animación japonesas.

Por razones entendemos económicas, la salida del film que inspira este cartucho se ha retrasado hasta verano en algunos países europeos, lo que nos concede algo de margen para exprimir a fondo el resurgir de tales carismáticos héroes. En esta ocasión las dos versiones para las portátiles de Nintendo son totalmente diferentes. Mientras que en una se ha apostado por emplear una fórmula de eficacia probada, en la que hoy nos ocupa Ubi Soft tomó la decisión de crear un título desde cero, con un sistema de juego poco común en el mercado de la Double Screen.

Renovando el género
Del beat'em up tradicional a un simulador de plataformas que prácticamente podría recibir el sobrenombre 'on rails', es decir, con un control del personaje que se limita el 70% del juego a pulsar ciertos botones para saltar, mientras dirigimos nuestras acciones con la cruceta de la consola. Por el camino tendremos que recoger diversos objetos a la par que tratamos de recolectar las siglas de nuestro grupo y completamos acciones 'secundarias', como conseguir la ayuda de compañeros para acceder a ciertas zonas o recibir consejos sobre cómo movernos a modo de tutorial.

El sistema cambia por completo a la hora de combatir contra los esbirros de El Clan Del Pie; de practicar saltos imposibles por los tejados de la ciudad pasaremos a pelear en el suelo contra toda clase de enemigos. La mezcla entre gráficos pixelados y golpes lentos e imprecisos produce un resultado explosivo que difícilmente podamos recordar haber experimentado antes en NDS.

El entorno el 3D creado para la ocasión funciona a medias, pues mientras que los personajes se mueven con cierta soltura la cámara no acompaña, entorpeciendo así las ya de sí pocas acciones que podemos efectuar sobre nuestra tortuga. Los mapeados, siempre nocturnos y amplios con el fin de poder dar rienda suelta a nuestras habilidades ninja, son simplemente pasables, muy por debajo de la calidad que en un principio se podía esperar del cartucho.

La historia hilvana poco a poco  el sentido de las numerosas fases a completar, de corta duración por el propio concepto de juego. Por esta razón controlaremos según el contexto a una tortuga u otra, todas ellas con sus correspondientes movimientos concretos a la hora de luchar. Permanecen los saltos y demás movimientos invariables, por lo que la diferencia entre los protagonistas sólo la podremos apreciar en los momentos de diálogos, siempre con respecto a su personalidad.

Comparaciones odiosas
Nuestro objetivo principal no varía con respecto al de las películas originales, por lo que nuestro principal enemigo sigue siendo El Clan del Pie y todas las variantes de monstruos a los que nos iremos enfrentando según la trama así lo requiera. Las Tortugas permanecen intactas a como fueron concebidas en su momento, Rafael siempre en conflicto por el liderato de la banda con Leonardo, 'Micky' obsesionado por la pizza y Donatello, como de costumbre, es el mismo genio creador aunque algo vacilón de siempre. La historia, claro está, se centra en las Tortugas como jóvenes adolescentes que, pese a contar con grandes virtudes de cara al combate, siguen cometiendo errores infantiles. Splinter, su maestro/padre, sigue siendo el encargado de orientales en su aprendizaje.

Dejando a un lado el apartado sonoro, pues su notoriedad es nula y nos fuerza, una vez más, a bajar el volumen de la consola a los pocos minutos de comenzar a jugar, los demás apartados se encuentran a un nivel muy bajo. Cuesta creerlo después de ver el gran juego que ha resultado ser su homónimo en GameBoy Advance, que empleando una técnica mucho más simple y común consigue divertir y entretener mientras dura la aventura. No hay color.

Un retraso desafortunado
Como bien comentábamos al comienzo del texto, el juego ha sufrido un retraso de última hora que ampliará el plazo de espera hasta que llegue el cartucho hasta principios de Junio, época que al parecer han considerado más apropiada para lanzar el film en Europa mientras que en los Estados Unidos disfrutan de la cinta desde este pasado marzo. Las buenas críticas a la película y los considerables beneficios obtenidos en Norteamérica no han sido suficientes para que, con todos los videojuegos preparados, Warner se decidiese finalmente por mantener el día fijado.

Mientras, Ubi Soft haría bien en aprovechar el tiempo planteándose retocar el apartado gráfico, o incluso acordándose de que la pantalla táctil no sólo da nombre a la consola, sino que también se emplea para dar algo 'único' a los títulos que aparecen en la portátil. Es una idea casi descabellada pensar que una compañía va a dar marcha atrás a la hora de lanzar un juego una vez éste terminado.

Por lo que a todas luces no nos queda más remedio que recomendar la atención de los consumidores en la desconocida versión ya mentada de GBA y olvidar por lo pronto un producto mal aprovechado, que no hace honor a su nombre y que se aleja mucho de las expectativas creadas a su anuncio. Esperemos que el tiempo que queda hasta que su salida se haga efectiva en nuestras tierras sirva para algo. El castellano, por fortuna, ya lo tenemos asegurado desde su versión americana.