Patitos desinflados

Los patitos en la bañera se han convertido en un clásico de las presentaciones de Sony desde los tiempos de Playstation 2. Desde entonces no han faltado a su cita con PSP, ni por supuesto con Playstation 3, para la que Phil Harrison utilizó una simpática presentación. Primero empezó mostrando la típica escena de siempre, unos patitos flotando placidamente en una bañera, pero luego se le añadieron más patitos, barcos de juguete lanzándose cañonazos mientras las aguas se agitaban en consecuencia y, finalmente, una cantidad inagotable de patitos cayendo en el escenario. Era la manera de Sony de mostrar cómo de superior era la nueva consola con respecto a la anterior y un momento divertido dentro de la presentación.

El que se haya convertido en una escena tan tradicional en las presentaciones de hardware seguramente ha animado a Sony Europa a crear un título para Playstation Store dedicado a los patos de goma y sus bañeras. Aunque más que título, habría que decir que Super Rub'a'Dub, que así se llama, es más bien una demostración técnica cobrada, un experimento con el que probar el Sixaxis. Pero incluso valorándolo como tal, no se puede ser generoso con este producto dado que cuesta dinero, que por poco que sea, tiene un gran valor en estos tiempos de Live Arcade, Playstation Store o Consola Virtual. Problemas imortantes de mecánica y diseño lastran lo que podría haber sido una agaradable nueva oferta de la Playstation Store.

El objetivo es sencillo: aglutinar a un número determinado de patitos por cada mapa y llevarlos a la meta sanos y salvos. Cada escenario está compuesto por una plataforma con separaciones estructuradas de diferentes formas, formando rutas. Mediante el sensor de movimiento del Sixaxis se puede controlar la inclinación del escenario, lo que sirve para desplazar al pato principal por el escenario, evitar los peligros y reunir a los patitos perdidos para llevarlos sanos y salvos a la meta.

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Graficos y Audio

El conseguido efecto del agua, el arcoiris y el fondo con nubes contribuyen a crear una imágen plácida y relajada. El mayor logro técnico reside en el líquido elemento que ocupa todos los escenarios y donde reside la mecánica del juego, ya que esta se basa en el desplazamiento de los patos de goma sobre la superficie. Con un aspecto creíble tanto visual como físicamente, el agua constituye el mejor elemento del que dispone Super Dub 'a' Rub.

Pero en todo lo demás aspectos visuales no hay trabajo alguno digno de mención. Los escenarios son aburridos y carecen de variedad, tanto los patos como los demás elementos del decorado no tienen de personalidad o detalles que puedan reforzar el tono simpático del juego. Por otro lado, la música, si bien un poco insustancial, resulta agradable y acompaña biel al ritmo del juego, aunque quizás se podía haber un mejor trabajo introduciendo variedad y algo más de ritmo.

Jugabilidad

Super Dub'a'Rub se controla totalmente con el sensor del movimiento del Sixaxis. La idea es ligeramente parecida a la de Super Monkey Ball, en lo que controlas no es el personaje principal en sí -la madre pato en este caso- sino todo el escenario, usando el mando para inclinar todo el tablero en la dirección deseada y en mayor o menos grado para medir la velocidad de los objetos de la superficie.

Para que la Madre Pato pueda llevar a sus patitos a lugar seguro, no sólo hay que llevarla por el buen camino, sino además es necesario evitar los peligros que acechan, como tiburones de juguete dispuestos a devorar todo lo que salga a su paso o muros bajos por lo que se puede caen en un descuido. Es un tipo de retos que dependen en exclusiva de la habilidad en los controles y no en saber interpretar adecuadamente los escenarios, ya que la meta suele estar siempre bastante clara.

Los problemas de Super Dub'a'Rub comienzan en el control. Juegos como Super Monkey Ball basan esu dificultad en la complejidad de sus escenarios y sus estrechas pistas en medio del vacío, pero ofrecen un control impecable, que convence al jugador de que el problema de no pasar una fase reside en su falta de habilidad. En cambio, en el título de Sony Europa el control ofrece la sensación de estar mal ajustado, ya que es extremadamente sensible a los movimientos del mando, convirtiendo cada gesto en toda una aventura en la que no se sabe qué va a pasar exactamente. Para un juego de estas características, sentir que uno no controla del todo la situación es una situación totalmente indeseable.

Pero, aunque con esfuerzo sea posible ajustarse al hiper-sensible control, hay otro problema todavía más grave: un mal diseño. El sentido de progresión entre escenarios es casi inexistente, los niveles se van sucediendo sin aportar elementos nuevos de valor que aumenten la riqueza de los mapas, lo que se traduce en una falta de variedad que acaba por aburrir una que hayas completado unas cuantas pantallas.

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Conclusión

Como experiencia relajante, el juego falla debido a extrema sensibilidad de los controles que hace que los movimientos sean erráticos, obligándote a luchar con los controles en vez de disfrutar con ellos. Como título de habilidad al estilo de Super Monkey Ball, falla tanto por sus controles como por la falta de originalidad y diseños inteligentes en los mapas. Como ejemplo de uso del Sixaxis, la rueba es igual de infructuosa no debido a la tecnología, sino porque no se hizo un buen ajuste. El resultado es un fracaso en casi todos los niveles que hacen poco o nada recomendable la adquisión de este títulos. Los que quieran obtener un mejor valor por su dinero, harán bien en apuntar a mejores títulos disponibles como Tekken Dark Ressurection, Gripshift o el próximo Flow, que sí que hace un buen uso de las características del mando de PS3.

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