Redescubriendo Oahu

La oferta de Test Drive Unlimited sorprende al jugador desde el inicio del juego, una vez superados los créditos y advertencias de rigor. Y es que, pese a que las bases siguen las reglas de los juegos de carreras, está dotado de tal cantidad de elementos secundarios que lo convierten en un título novedoso, con una variedad de elementos que van más allá de la simple competición.

Unos meses después de la versión para Xbox 360, llega ahora a PlayStation 2, pero manteniendo todas sus características, que le han permitido explotar nuevas facetas y desarrollar un nuevo mundo, tanto para un sólo usuario como en el multijugador, que va mucho más allá de lo que podría esperarse a priori también en la máquina de Sony.

¿Qué quiere decir esto? Efectivamente, que en dicha isla tendremos que disfrutar de la vida de nuestro personaje, ya sea buscándole una casa, o comprando diversos modelos de coches, cada vez más potentes. Sin olvidarnos, claro está, de lo que supone en todo momento poder participar en diversos tipos de carrera.

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Nos encontramos, por así decirlo, en una especie de pequeña mezcla entre un simulador de vida y un juego de carreras; aunque el primer factor es más bien anecdótico, podremos hacernos con diversas casas en distintas localizaciones de la isla, donde guardar nuestros nuevos vehículos, siempre con la limitación del garaje que tengamos.

El sistema de juego, pese a ser simple en la práctica, es difícil de explicar, por lo que vayamos poco a poco. Recién llegados a Oahu, con nuestros ahorros deberemos primero alquilar un coche, dotando al juego de un toque realista. Con este coche podremos llegar hasta un concesionario donde hacernos con un vehículo de nuestra propiedad, para luego buscar un hogar donde vivir.

Como es lógico, en nuestros primeros pasos, deberemos conformarnos con lo más barato, pero según avancemos en el juego nos haremos con pequeñas mansiones y coches más potentes. En este punto, tendremos libertad total para movernos por la isla de Oahu, la cual está perfectamente representada en sus aspectos, algo que empieza a ser habitual en los juegos. Y lo cierto es que es verdaderamente grande.

A lo largo y ancho de la misma, nos encontraremos con carreras y competiciones contra otros rivales y con contrarrelojes varias en las que, si tenemos éxito, ganaremos sustanciosos premios en metálico, básicos para poder evolucionar en la isla. También podremos ayudar a chicas a llevar sus compras a casa o llevar vehículos de lujo a bastante distancia, con recompensas sustanciales.

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Las pruebas arriba comentadas a veces tienen ciertas restricciones, de modo que los 90 coches reales que hacen su aparición en el juego estarán divididos por categorías, y en algunas carreras sólo se admiten vehículos de determinado rango. De este modo se extiende el círculo vicioso de ganar carreras para comprar coches y poder participar en más carreras.

Del mismo modo, los grandes golpes y accidentes supondrán que la policía comience nuestra busca, aumentando la intensidad de la misma cuanto más golpes y accidentes tengamos y provoquemos. Sin embargo, si nos llegan a alcanzar (algo bastante complicado, es sencillo librarse de ellos) simplemente tendremos que pagar una multa, cuyo valor aumentará según el nivel de accidentes que hayamos sufrido.

Nosotros podremos, o bien ignorarles como si fuesen controlados por la CPU, o retarles a una carrera mediante el uso de las luces de nuestro vehículo. Ellos podrán aceptar el reto o declinar nuestra invitación, siguiendo cada uno su propio camino. De este modo, nos encontramos con un título multijugador que ofrece casi un mundo persistente con numerosas posibilidades, y es este componente online su principal interés. Y lo cierto es que PlayStation Network ofrece su mejor cara en este juego, dando la talla sin grandes problemas.

En general, los controles son bastante buenos en todos los vehículos, pero le falta un toque de perfeccionamiento para estar a la talla de otros grandes títulos. Para movernos por el mapeado, gozaremos siempre de un mapa GPRS muy completo, que es una ayuda perfecta para conocer los rincones más lejanos de la isla.

La gran cantidad de cosas a realizar en la isla de Oahu da para muchas, muchísimas horas de juego. Pero si gozamos de la conexión online y aprovechamos el multijugador, las horas de diversión y las opciones del título se multiplican considerablemente. En general, un título completo, variado, divertido y lleno de elementos que le dotan de una personalidad propia.

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El diseño de personajes es bastante simple, y por ratos resultan bastante poco creíbles y faltos de personallidad, aunque su papel es básicamente secundario ante la importancia de los vehículos. El trabajo realizado en el mapa de la isla es impresionante, y el pasearse y viajar por ella resulta muy satisfactorio, sin grandes ralentizaciones, explotando al máximo el potencial de PS2 para ofrecer los elementos en pantalla.

En cuanto al sonido, los efectos de vehículos, choques y demás elementos secundarios para secundar la acción del juego podrían dar mucho más de sí. Del mismo modo la banda sonora, que pese a no ser mala, pasa bastante desapercibida. En cuanto al trabajo de doblaje, todo está en español, y las voces son bastante acertadas, aunque la voz del GPS a veces nos da las indicaciones demasiado tarde.

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