Xiaolin Showdown
Uno para todos y todos para uno
Basado en la serie animación de la Warner Bros, Xiaolin Shodown llega a Nintendo DS para que los elegidos por Master Fung encuentren y protejan una serie de artefactos con gran poder mágico, los Shen Gong Wu. ¿eres capaz de derrotar al genio malvado Jack Spicer y hacerte con ellos?
Xiaolin Showdown es una obra americana creada por Christy Hui que se emite en Cartón Network. La trama nos narra los quehaceres de Omi, un joven monje huérfano que lleva tiempo entrenando en el Templo Xiaolin, del brasileño Raimundo, de la japonesa informática Kimiko y del tejano Clay. Estos cuatro jóvenes han sido elegidos por el cabecilla del Templo, el Maestro Fung, para convertirse en Dragones Xiaolin.
Su misión es encontrar y proteger los Shen Gong Wu, pero el Villano Jack Spicer y su ejercito de robots malvados se cruzaran en su camino una y otra vez a lo largo de 20 fases. En cada fase se puede elegir el personaje que más interese en cada momento, y a medida que van consiguiendo estrellas pueden mejorar sus técnicas de lucha. El avance de la experiencia de los personajes se ve por el color de su cinturón, llegar hasta el negro está reservado solo para los expertos Xiaolin.
El juego comienza con un tutorial en el que Omi y sus amigos son puestos a prueba por el Maestro Fung. Deben superar una serie de pruebas como esquivar trampas o luchar contra marionetas. Fung les va guiando en cada momento para que el cabezón Omi, Clay, Raimundo y Kimiko aprendan a usar todas las técnicas de lucha antes de ir en busca de los Shen Gong Wu. Una vez acabado el entrenamiento están listos para ir al laboratorio de Jack.
En el laboratorio del malvado Spicer se encuentran con una cálida bienvenida. Después de abrirse paso por el muro del jardín, el equipo se separa y el personaje que hemos elegido para la fase se queda solo ante el peligro. Nada más entrar en el jardín se encuentra con unos malvados robots que le esperan con los brazos abiertos. Puñetazo por aquí, patada por allá y todos van directos al chatarrero. Las macetas están listas para darnos 'regalos' cuando las rompemos, tienen complejo de piñata.
Una flecha amarilla nos señala el camino para avanzar, aunque hay estancias secundarias que esconden secretos. Hay que acabar con todos los enemigos del mapa para poder acceder a la siguiente estancia. Y en la siguiente habitación nos volvemos a encontrar más y más enemigos, la lucha no para y se va complicando a medida que se avanza. Los jóvenes guerreros tienen que usar combos de golpes (aunque al principio los enemigos mueren antes de poder ejecutar un combo largo) y sus poderes mágicos para derrotarlos a todos.
Y llega la hora de luchar por primera vez contra Jack Spicer, ambos tienen que seguir el ritmo de una marioneta vestida de animadora y el que más fallos comete en la secuencia pierde un corazón. Las primeras secuencias son sencillas con solo tres movimientos, pero solo es el principio. Para seguir sus pasos hay que tocar las flechas del color correspondiente en la pantalla táctil, como si del juego 'Simon dice' se tratase.
Se echa de menos un poco de historia durante las fases, siguiendo el argumento de algún episodio de la serie. Luchar, luchar y luchar, y de vez en cuando algún sencillo puzzle hace que las fases se hagan repetitivas. Y después de pasar tres o cuatro fases es como los dientes del Cigala después de comer calamares en su tinta, nada cambia. Una extraña sensación de 'deja vu' invade nuestras mentes: los mismos enemigos, escenarios parecidos...y a aporrear botones como si nuestros dedos estuviesen poseídos.
Un buen nivel gráfico repleto de divertidas animaciones. La intro del juego es idéntica a la de la serie, y la presentación de cada fase también tiene videos e imágenes como la serie de televisión. Los escenarios, aunque son algo pequeños están llenos de detalles y de objetos que se pueden destruir. Los modelados de los personajes son buenos, y por eso Omi aunque sea bajito y cabezón no se confunde con Ángel Cristo.
En la pantalla superior aparecen las barras de energía de nuestro personaje y de los enemigos, y al lado la cara de cada uno. Con cada golpe o cuando se recoge algún objeto, las caras gesticulan. Las caras que ponen de dolor, de felicidad o mofándose de algún enemigo hacen que te rías un rato cuando el juego se vuelve un poco repetitivo.
Sin duda el punto fuerte del juego son los extras que se desbloquean a medida que se avanza en la historia y que hacen que la diversión se dispare, sobre todo en el modo multijugador. Minijuegos con la opción de multijugador, coreografías con las animadoras o 37 cartas coleccionables que hay que buscar por los escenarios del modo historia.
En los minijuegos es donde se saca el verdadero partido a la pantalla táctil de la DS. Raimundo jugando contra Jack en la típica máquina de salón recreativo en la que hay que intentar meter un disco en la portería rival, Clay rompiendo bloques al estilo Arkanoid, una buena partida de bolos usando a Kimiko para derribar los bolos, o un extraño juego donde Omi tiene que sacar a sus amigos de un escenario golpeándoles como si de la petanca se tratase.
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.