¡Manipula tu entorno para encontrar a los esquivos Eledees!, descubre las claves de uno de los títulos en el que el Wiimando y el uso de la física brillan con luz propia. De Konami se puede esperar de todo: mastodónticas producciones del calibre de Metal Gear Solid, longevas sagas como Castlevania, o pequeñas perlas de originalidad y jugabilidad como es el título que nos ocupa. En el pasado E3, amén de las 'vacas sagradas' como Mario y Zelda, que coparon casi toda la atención, hubo joyitas como Eledees que se llevaron numerosos elogios por lo sencillo de su control, y la diversión potencial que ofrecían. Aquellas buenas maneras cristalizaron en lo que hoy es Eledees, que fue de lanzamiento en Norteamérica y Japón, y que os acercamos un poquito más con este avance.
¿A qué nos recuerda? Su aspecto, parecido a una franquicia de Nintendo, de la mano de Miyamoto, pequeños seres a los que tenías que dirigir
Sí, esa que estabas pensando, los Eledees se asemejan estéticamente a los simpáticos Pikmin (aunque por las funciones que realizan podrían recordar más a los legendarios Gusiluz). Su nombre -el original Elebits- viene de la unión de electric y de bits, que se refiere a su pequeño tamaño. Aunque, recientemente, recibíamos la noticia de que en Europa se llamaría Eledees. ¿Y que es lo que hacen los Eledees entonces?, pues nada más y nada menos, que proveer de electricidad al mundo.¡Mamá, que esto no funciona! Por suerte para la humanidad, los Eledees no se han organizado en cuartel, y hacen de fuente de energía de forma desinteresada. Un día hay una fuerte tormenta en la ciudad de nuestro héroe, Kai, y los Eledees comienzan a esconderse de los humanos; llevándose con su ausencia la preciada energía eléctrica.
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Kai quiere ver su programa de televisión favorito, y sus padres no están en casa para deshacer el entuerto. Llega el momento para él de coger la sartén por el mango (en este caso una pistola para capturar Eledees), y solucionar los problemas domésticos uno mismo. El guión no parece a priori de Oscar, pero en estos casos lo que prima es la jugabilidad y la diversión, y en Eledees, abunda.A cazar Eledees Y llega el momento de la acción. El control, como era de esperar, no supone una barrera, y en pocos minutos lo dominamos perfectamente. Con el Nunchuk nos movemos por el escenario, y con los botones C y Z nos agachamos/levantamos. Con el Wiimando apuntamos con la pistola y movemos la pantalla (de modo similar a lo visto en títulos como Red Steel), y con A o B disparamos el rayo para capturar la energía de los Eledees. La mecánica del juego recuerda al delirante Katamari Damacy. Empezaremos capturando Eledees debajo de una mesa, silla, etc. Cada Eledee capturado añade más poder de manipulación a nuestra pistola, que cada vez podrá elevar objetos más y más grandes, y tener acceso a más Eledees ocultos. El objetivo: capturar los Eledees del nivel antes de que se te termine el tiempo. El motor de físicas -con una fuerza de gravedad a nuestro antojo- y el suave manejo que proporciona el Wiimando, son claves en Eledees. Mover los objetos, e incluso juguetear con ellos lanzándolos por el aire y capturándolos, no resulta en un acto de fe; se puede confiar en el desplazamiento realista de objetos por la pantalla, y en que el Wiimando responde a las mil maravillas a nuestros movimientos.
Gracias a esto, el nivel de estrategia para capturar los Eledees es bastante más complejo de lo que pueda parecer a simple vista. Durante las aproximadamente 20 fases que componen el juego, nos las tendremos que ver con cada vez más complejas combinaciones de manipulación de objetos para capturar a los Eledees. También habrá una creciente amplitud en los niveles, desde la casa de Kai a una calle entera; y de los objetos manipulados, desde macetas a casas o camiones, incluso se incluyen algunas peleas contra jefes de fase.Bello, pero simple En el apartado gráfico, las ilustraciones de Eledees son excelentes, de hecho son el vehículo conductor de la secuencia de introducción, en detrimento del propio motor del juego. Si esperas un juego con millones de polígonos en cada modelo, y gráficos de última generación, Eledees no es tu tipo. Los gráficos son más bien simplistas, sin alardes, y el aspecto general del juego es de formas muy redondeadas. Los objetos y elementos del escenario son como 'de jugete', lo que añade un elemento más de simpatía al ya de por sí desenfadado aspecto visual del título.
Como añadidos interesantes, Konami ha incluido un modo multijugador, hasta cuatro personas compitiendo para capturar Eledees y un modo de edición de mapas. Para ello, dispondremos de los mapas ya creados por Konami (los niveles del juego en sí), y podremos añadir objetos y Eledees a nuestro gusto. Luego podremos jugar en nuestros propios niveles, con la incursión de un editor muy de agradecer y el aliciente añadido de poder enviarlos a nuestros amigos usando la conexión Wi-Fi de Wii. La propuesta del editor presenta muchas posibilidades, aunque falta probar el proceso de creación, y la respuesta por parte de la comunidad de usuarios. La unión de lo expuesto se antoja altamente interesante, especialmente para aquellos que se sientan más cómodos con este tipo de juegos. La acción en Eledees, aunque haya límite de tiempo de por medio, transcurre de forma más pausada, y es que estamos ante un juego que puede hacer las delicias de los amantes del género, o causar una indiferencia total.
Sin fecha definitiva en Europa -recientemente ha pasado de marzo a abril- hemos podido tener una toma de contacto con la versión americana que fue título de lanzamiento allá por noviembre del año pasado. Esperemos que no sufra nuevos retrasos un juego que no debe sufrir demasiadas dificultades en su proceso de traducción y localización, siendo cinco meses tiempo más que suficiente de espera por el usuario europeo.