Velocidad extrema sobre barro y arena

Precisamente esa  gran cantidad de detalles que se incorporan, manifiestan el esfuerzo invertido para asegurar su cercanía a un entorno real. Pese a todo será sometido a numerosas comparaciones debido a la densidad de otros títulos del mismo tipo, pero no se puede negar la evolución desarrollada por éste y las buenas aportaciones que complacerán a más de uno. Ya sea principiante o amante de éste género, la versatilidad que incluye a base de elementos en uno u otro sentido debería ser suficiente para cubrir muchas de las expectativas generadas. 

El juego

Una vez que el sistema Starforce nos permite ejecutar el título, y sin apenas preámbulos alcanzamos la primera decisión clave, crear el perfil donde se incorporarán nuestros avances y donde escogeremos el tipo de juego que deseamos. Aquí se marca la clara divergencia para disfrutar del juego, según queramos simplicidad y rapidez o complejidad y mayor realismo.

Si nuestra elección es un modo más fantástico, con menos restricciones y mayor tolerancia a choques, recomendado para principiantes, disponemos del usual modo Arcade, mientras que si nos gusta sentir el hervor de la sangre enfrentándose a los elementos, o a un reflejo más real de los mismos, escogeremos Simulación. Las diferencias serán más claras cuanto mayor sea nuestra exigencia al volante.

Una vez creado nuestro perfil dispondremos de tres modos de juego, el primero de ellos es el Campeonato de Rallys. En este comenzaremos con la cantidad de 35.000$ para comprar nuestro primer coche de la clase más baja, ya que es el requisito de las tres primeras fases, las únicas habilitadas. Es hora por tanto de visitar al concesionario.

De un vistazo rápido notamos la ausencia de las licencias para el uso de los nombres reales de los coches, pero esto no desmerece en absoluto la calidad, sobre todo cuando vemos la perfección con la que se han realizado la duplicación de los vehículos. Basta que identifiquemos el pseudónimo usado para apreciar el ingenio, así podremos elegir entre un Cord, en vez de Ford, Italic PNT por el Fiat Punto y los grandes agraciados RV Wolf, Lion y Flamenco para VW Golf, Peugeot y Seat.

Todos los vehículos contienen una detallada información de potencia, peso y dimensiones cuya comparación será fundamental a la hora de realizar la elección correcta. Aún no hemos iniciado una carrera y nuestra visita a la tienda ya nos ha generado la necesidad de probar los modelos de la gama alta, pero éstos sólo se permitirán en las fases Xtreme, pronto podremos disfrutar de éstos en las circunstancias y escenarios donde, con probabilidad, nunca los encontraríamos.

Además de gastar el dinero acumulado en el concesionario, nos veremos obligados a invertirlo en accesorios. Las mejoras que nos ofrecen en todos los sentidos serán cada vez más necesarias ante el incremento de la dificultad, y por la exigencia de respuesta de los vehículos según el tipo de fases.

Estos complementos para nuestros coches nos aportarán ventajas en el motor consiguiendo aumentar la potencia, mejoras de suspensión y estabilidad, aumento de frenada,  disminución de peso, o simplemente renovar la pintura, entre otras opciones. Algunos más importantes que otros pero todos los cambios que introduzcamos nos otorgarán más facilidades, aunque a la larga aún parecerán insuficientes para los retos a afrontar.

El segundo modo de juego es la carrera individual donde podremos entrenar en las fases desbloqueadas y con cualquier vehículo, teniendo la posibilidad de configurar los factores climáticos y la hora del día deseada. De cara a las fases especiales y a las que carecen de compensación económica en caso de perder, un buen entrenamiento en este modo cobra mayor importancia.

El tercer modo de juego es el obligado Multijugador, este género se presta por su propia definición a la competición. Sin esta opción la cojera del título hubiera sido evidente, pero como vemos la completitud incorporada dejará satisfecho a los que consideren esta forma de jugar la más enriquecedora.

Las capacidades de creación partidas tanto en LAN como en Internet están totalmente integradas, con opciones de configuración tan importantes como la posibilidad de usar coches fantasma, cuya mayor ventaja es que los vehículos de los competidores no se entorpezcan o que, en caso de la existencia de retraso, no interfieran los perjudicados con el resto. Poder especificar los vehículos disponibles para la carrera, las condiciones climáticas y horarias también será posible.

Y si aún se desean más capacidades multijugador, basta pasarse por la Web, para confirmar que desde el momento del lanzamiento se producirán competiciones y tablas de mejores tiempos y distintas clasificaciones en los servidores dedicados.

Por último, disponemos de la capacidad de ver las repeticiones de los recorridos que hayamos grabado tras finalizar alguna fase. El título incorpora la posibilidad de exportar en formato AVI con lo cuál podremos enseñar a quién deseemos nuestra pericia en la conducción. Numerosos tipos de cámaras y filtros permitirán personalizar estas grabaciones según las preferencias del usuario.

Jugabilidad

La jugabilidad en un género de conducción debería venir condicionada en gran medida por la intención de asegurar lo que se pretende conseguir, que consiste en simular correctamente las condiciones físicas que afectan al coche en su manejo y los factores externos que influyen en él. Como se puede intuir, el acierto viene determinado por la capacidad de trasladar esta sensación al usuario.

Ante esta premisa y como se mencionó antes la selección del estilo de juego ya sea Arcade o Simulación modifica la percepción del juego. El primer modo asegura la capacidad de recuperar rápidamente el coche si se nos sale de pista, de no sufrir en exceso con los daños producidos sobre el conductor y no recibir las bondades de la inercia con tanta rotundidad como en el estilo de Simulación, donde los golpes de nuestro piloto turbarán nuestra conducción o las embestidas sobre el chasis y la  maquinaria serán mucho más devastadoras.

La importancia del sistema de manejo nos obliga a visitar el menú de opciones y localizar la configuración de la asignación de controles. Por defecto viene predeterminado el uso del teclado, pero disponer de un mando con joysticks analógicos o por supuesto un volante no sólo es recomendable sino casi obligatorio. Ajustar la sensibilidad y los márgenes de zona activa y muerta en estos dispositivos será cuestión de segundos.

Independientemente del estilo de juego escogido serán inevitables los daños y los choques en los recorridos. La conducción se verá en mayor o menor medida afectada por tales golpes. No sólo los componentes del vehículo se verán afectados, tales como la suspensión, el chasis, los neumáticos etc. Sino que el conductor también sufrirá las consecuencias en forma de mareos, visión borrosa o pérdida de reflejos.

Todo tipo de accidente afectará nuestra capacidad, la gran cantidad de lugares donde recibir golpes viene perfectamente amparado con un gran número de daños en nuestro vehículo. Así podremos perder el capó, los parachoques, puertas y ventanas, desestabilizando el coche. Perderemos neumáticos o con suerte sólo se desencajarán. Y como no, podremos llegar a destrozar el motor teniendo la obligación de abandonar.

Para arreglar esto, a la conclusión de las carreras tendremos a nuestra disposición la posibilidad de ir al taller para reparar todos los elementos dañados y sustituir los neumáticos en caso de ser necesario. Dependiendo de la gravedad de los desperfectos puede que el premio recibido se vea mermado por las reparaciones, por lo que tendremos que tener en cuenta esto al concluir las fases, prefiriendo algunas veces repetir el recorrido en vez de continuar.

Para facilitar esto dispondremos de una útil información de los daños sobre el vehículo y sobre el conductor dispuestos junto al indicador de velocidad, una valoración de éstos nos mostrará a grandes rasgos, que tal es nuestra pericia o torpeza al volante.

Para evitar los daños no hay nada mejor que adquirir rápidamente habilidad al volante. Para los no iniciados, el control de los derrapes y de la inercia resultante según el tipo de terreno será fundamental. Nada sino la experiencia nos otorgará la previsión suficiente para el giro de acuerdo a la velocidad, aunque sí disponemos de dos ayudas para facilitarnos esto.

La primera de ellas es el incansable copiloto, cuya cantidad de información pudiera parecer apropiada si no fuera porque tenemos también indicadores visuales mucho más cómodos y rápidos en el centro de la pantalla. A la larga ignoraremos casi todo lo que nos advierta salvo cuando nos alerte de una 'Horquilla'. Como buen detalle hay que mencionar la posibilidad de poder desactivar cualquiera de las dos opciones, o incluso ambas.

Previo al comienzo de las fases dispondremos de la opción Info Coche, donde podremos personalizar todos los parámetros actuales, algo que cobra mucho sentido si queremos aprovechar al máximo las capacidades del vehículo y adaptarlas al tramo, ajustar la rigidez de la suspensión de acuerdo al número de baches, indicar la capacidad de frenada para ampliar o reducir tiempos de respuesta, o cambiar el tipo de transmisión entre otros.

También en este menú tendremos la posibilidad de cambiar los neumáticos en caso de no ser los apropiados para el terreno, algo que explícitamente se advierte al comenzar. Pero esta advertencia sólo se producirá si son totalmente incorrectos, lo que puede hacer que no prestemos atención a esto e ignoremos que la causa de nuestro bajo control sea debida a una mala elección.

El concepto del coche fantasma surgirá a la conclusión de una carrera ganada, donde podremos grabar nuestro recorrido como el mejor en dicha pista, y éste aparecerá como un vehículo translúcido mientras recorremos el tramo, haciéndonos ver con su posición cuál es el mejor tiempo registrado para la fase. No podremos colisionar con él y nos resultará un magnífico indicio para comprobar si nuestros tiempos son buenos o no. Por defecto existe un registro de coche fantasma en todas las carreras.

Nuestra habilidad al volante será una exigencia continua, y el aumento de la dificultad en el progreso del juego, junto al elevado precio de las reparaciones y de los accesorios nos obligarán a la repetición de muchas fases, asegurando una longeva permanencia del juego de cara a los usuarios que pretendan sacarle el máximo jugo. Si ya el juego contenía un número bastante elevado de pruebas, la cantidad de tiempo a invertir puede multiplicarse.

Cabe indicar que las mejoras incorporadas a nuestros vehículos aumentan la dificultad de las fases con efecto retroactivo, es decir que la repetición de fases ya superadas puede que nos supongan mayores problemas de los previstos, pero este ascenso será menor cuanto más inicial sea la fase que deseemos volver a recorrer.

Los tiempos de carga de los niveles se hacen un poco duraderos sobre todo, como ya hemos indicado, si nuestra necesidad de repetición de pruebas se vuelve  obligatoria. Alguna optimización en este sentido no hubiera estado de más, pero no resulta un grave escollo a considerar. 

Por último hay que mencionar la formidable herramienta externa incorporada para la creación de pistas. En ChromEd podremos definir nuestros tramos ideales, y configurarlos de acuerdo a nuestra imaginación. El aporte de esta capacidad es un digno colofón para el título, dotando de una poderosa aplicación a cualquier usuario que esté dispuesto a expandir su experiencia con este juego, llevándola a un ámbito mucho más personalizado.

Gráficos y Sonido

El aspecto gráfico de éste título se asienta en dos pilares fundamentales, unos modelados de los coches de una calidad impresionante, con tantos detalles y fidelidad que impresionan. Y por otro lado unos escenarios de alta calidad que se ajustan perfectamente a las exigencias que podrían requerirse a este juego.

Unos efectos luminosos con excelente disposición que ofrecen una gran sensación de realismo gracias a los cuidadosos reflejos sobre los vehículos o sobre el agua. Además de los buenos matices visibles en las fases donde el sol se esconde entre los bosques deslumbrándonos a la menor de las oportunidades. Así mismo curioso es el efecto de desenfoque cuando la velocidad es extrema, que aporta una gran sensación vertiginosa en tan crucial momento, pero que podrá ser desactivado si pudiera incomodarnos.

Los derrapes sobre grava, el polvo levantado por el desplazamiento, las salpicaduras de agua, o la proyección de barro son de peor composición que el resto, pero reflejan un nivel lo suficientemente adecuado para no desentonar con los otros aportes gráficos.

Una de las grandes virtudes de la conducción del vehículo es la incorporación de numerosas posiciones para colocar la cámara. Teniendo las típicas traseras a dos alturas distintas, una situada delante del capó, otra encima del él o la restringida al interior del vehículo con la visión del piloto. Según la preferencia del usuario podremos cambiar rápidamente de una a otra.

El aspecto sonoro contiene una grata elección de los temas musicales que acompañan a los menús, ya que aportan con ese trepidante ritmo el frenesí que se necesita para la mentalización previa a las carreras. De escasa aparición y menor aún la cantidad de éstos, cobran protagonismo a lo sumo cuando se usan en las repeticiones y en consecuencia en la exportación a video de las mismas.

El compendio de sonidos serían los habituales para un título de este género, tratando de obtener una similitud a los motores de los coches que simulan, oscilando a lo largo del juego según nuestras modificaciones, ya sea aumentando la potencia del motor o abriendo la apertura del tubo de escape, cualquiera de estos cambios se reflejará en el rugido de nuestro vehiculo.

Según la fase encontraremos un entorno de bosque, rural o desértico con sus propias características, cuya aceptable calidad pasará prácticamente inadvertida. En definitiva se han aportado los elementos sonoros que se encontraría de forma cotidiana un auténtico conductor en esa situación. Que en definitiva se reduce al monólogo del copiloto en su exasperada descripción del camino que queda por recorrer.

Cada choque es especial, y como tal cada sonido también lo será, ya sea una chapa que se aboya, el parachoques a medio desprender que roza el suelo, los cristales que estallan en mil pedazos, o la pérdida de un neumático que produce el apoyo del disco del freno en la carretera, con su estridente sonido mientras cientos de chispas adornan nuestra breve continuación.