Vanguard: Saga of Heroes, Impresiones

El mapa, las razas, las habilidades y las posibilidades del juego de Sigil son enormes. Sólo tendremos que abrir el juego y entrar a la pantalla de creación de personaje para pasarnos un buen rato decidiendo que raza y que clase elegir. Además, la información de momento, es bastante escasa, con lo que la elección provendrá más bien de nuestras ganas de jugar tal o cual personaje, que de elegir el arquetipo más poderoso, para abusar.

Sin embargo, tal vez se eche en falta una mayor personalización de los avatares y de su aspecto físico, más aún si tenemos en cuenta que las últimas actualizaciones han reducido aún más este aspecto. Pese a todo, la gran baza de Vanguard reside en la ingente cantidad de objetos, armas, armaduras, vestidos y demás parafernalia con la que podremos equipar a nuestro personaje pasando a ser totalmente reconocible por el resto de jugadores.

En un primer momento, según comenzamos a jugar, puede parecernos más de lo mismo. Otro mata-mata en el que un NPC (personaje controlado por el ordenador) nos suelta una parrafada con el único fin de que matemos a 10 monstruos de tal tipo y que luego vayamos al punto B donde encontraremos nuevos monstruos y misiones de nuestro nivel. Y para que engañarnos, el juego durante los primeros niveles no es más que eso. Otro World of Warcraft o Archlord más. Sin embargo, según avancemos niveles iremos descubriendo la auténtica miga del juego.

Entre otros , su sistema de diplomacia, en el que mediante una especie de juego de cartas podremos mejorar o empeorar nuestras relaciones con los NPC del juego. Logrando por ejemplo, que los vendedores nos hagan descuentos en nuestras compras.

Poco tiempos después descubriremos el sistema de creación de objetos y recolección de materiales (crafting y harvesting), personalmente, a la altura de Star Wars Galaxies.  Sigil ha intentado en todo lo posible evitar la plaga de farmers (jugadores controlados por programas externos cuyo único objetivo es sacar recursos y objetos, para venderlos por dinero real), haciendo que el proceso de creación de objetos sea algo activo y personal, y esparciendo las betas de mineral y los árboles de manera aleatoria para evitar bots.

El mapa por otra parte es grande, muy grande. Además hay una gran diversidad de paisajes, algunos de los cuales son preciosos. El motor gráfico del juego nos deja ver el horizonte como ningún otro juego lo ha hecho jamás. Podremos andar durante mucho tiempo guiándonos simplemente por aquel minúsculo edificio que vemos a lo lejos. Además, todo ellos sin pantallas de carga, aunque notaremos un pequeño tirón al cambiar de zona.

El juego cuenta, a máximo nivel de detalle, con unos gráficos de quitar el hipo. El problema es que pocos, muy pocos ordenadores actuales, pueden mover esa cantidad de detalle de manera fluida. A los que cuentan, contamos, con un ordenador más humilde, nos tocará bajar el detalle al mínimo y sufrir en ciudades y aglomeraciones. Un ejemplo de la mala optimización es que si realizamos ciertos truquillos que encontraremos en foros especializados, podremos ganar bastante fluidez. Incluso si desactivamos la música (sic) ganaremos unos cuantos frames por segundo.

Otro problema es que no ha sido posible meter todo el contenido para el día de salida del juego. Nos encontramos que a día de hoy, hay ciertas zonas cerradas debido a que aún quedan algunos detalles que pulir, e incluso se ha descartado un continente entero, Lothnland, orientado a las aventuras (raids) de grupos de niveles altos. Sin embargo, el mapeado sigue siendo gigante y nos costará mucho tiempo recorrerlo con nuestro caballo, grifo, o montura que poseamos. Más aún si es un caballo de rank1, más lentos que  un enano hasta arriba de hidromiel (no, esto no aparece en el juego).

Pese a ciertas carencias, y que de momento parece que Vanguard no será un juego muy orientado al PvP (jugador contra jugador), el ritmo de actualización y salida de mejoras durante este último periodo de la beta por parte de Sigil, ha sido sencillamente bestial. Prácticamente no ha habido día en la que los jugadores no se han encontrado con una larga lista de mejoras y cambios en el juego, incluso, a veces, da un poco de miedo pensar como habrán dejado a tu personaje después del último parche. Pero el nivel de mejoras experimentado en estos últimos días nos hacen presagiar, que esta, es una de las apuestas más serias y con más infraestructura que ha tenido el género de los mmorpgs en los últimos años.