Adrenalina del futuro

Xbox Live Arcade acoge esta semana prenavideña la nueva obra de los creadores de todo un clásico, Carmageddon. El concepto bebe directamente de la polémica obra, aunque ofrece un estilo de juego menos violento, ya que no tendremos que atropellar y acabar con humanos (o zombies, según la versión del juego que hayamos conocido en aquella época).

Novadrome nos sitúa en un futuro lejano, donde nos pondremos a los mandos de modernos vehículos para participar en carreras cargadas de adrenalina. El objetivo es claro, conseguir el mayor número de puntos posible para alzarnos al primer puesto y, así, ganar la competición. Para tal fin, deberemos acabar con todos los demás contendientes de la carrera.

Esta no está regida por el tiempo, ni limitada a cierto número de vueltas, sino que el tope estará en un determinado número de muertes. Cada vez que muere un contendiente, por las causas que sean, el número baja, y así hasta que llega a cero, indicando el final de la partida. Aquel que se encuentre en primera posición de puntos, la cual se va indicando constantemente en pantalla, ganará la contienda.

Los escenarios son, por tanto, abiertos, pudiendo desviarnos del camino e ir por donde queramos, con el fin de sumar puntos. Los elementos varían según el modo de juego que estemos disfrutando; así, por ejemplo, en el modo carrera, tendremos checkpoints que nos darán puntos adicionales al atravesarlos en el orden adecuado y un circuito a seguir (aunque no es obligatorio), algo que desaparece en los demás modos.

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No faltarán además unos robots que poblarán los escenarios, que serán fáciles de arrollar y que aumentarán nuestra puntuación, aunque pueden provocarnos la muerte con sus disparos si nos descuidamos. Por supuesto, también habrá power-ups repartidos por el circuito; nuestro vehículo seleccionado tendrá unas características bastante limitadas que tendremos que aumentar gracias a esos objetos.

El conjunto resulta, al principio, algo desconcertante, ya que los vehículos no se mueven como es habitual, y la mecánica de juego resulta difícil de seguir hasta que dominamos nuestra máquina. Sin embargo, una vez nos hacemos con el control, descubriremos un título bastante divertido que, con su más que evidente tendencia arcade, es capaz de enganchar al usuario hasta cotas insospechadas.

Existen varios modos de juego que alargan la vida del título, sobre todo gracias al multiplayer offline y a través de Xbox Live, que proporciona incontables horas de diversión. Pero destaca especialmente la enorme y amplia cantidad de vehículos y circuitos en cada modo de juego, la gran mayoría bloqueados de inicio, lo que supone numerosas horas de dedicación para tener acceso a todo.

Gráficamente el juego luce bastante bien. A pesar de que muchos detalles están muy simplificados, y se echan en falta algunas texturas adicionales, el juego cumple al poner en pantalla todo lo que necesita sin problemas. La constante acción, vibrantes situaciones y efectos luminosos se reproducen perfectamente, con unos colores muy vivos y un estilo visual que mejora con el paso de los niveles.

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En cuanto al sonido, la música es eminentemente techno y el número de melodías reducido, por lo que puede caer fácilmente en la repetición. Por su parte, los efectos sonoros están bastante bien realizados, ofreciendo una excelente representación de lo que ocurre en pantalla. Los logros del juego son doce, ninguno sencillo de conseguir, que implican una abundante inmersión en el título.

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