El universo es un lugar mejor

Star Trek se adentra en la nueva generación con Legacy para Xbox 360. Una saga inmortal que, a pesar de los años, perdura sin vislumbrarse un fin cercano. Cine, series de televisión y por supuesto videojuegos componen el universo de la nave Enterprise y su cruzada intergaláctica para llevar la paz a todos los rincones de la galaxia.

Esta primera incursión en la máquina de Microsoft nos ha dejado sentimientos contradictorios en nuestro interior. Por un lado, ponerse a los mandos de la carismática nave y una completa flota es una experiencia única que disfrutamos una y otra vez. Pero un control excesiva e innecesariamente complejo y la repetición acaban provocando el aburrimiento, pese a conseguir ofrecer momentos realmente impactantes.

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El sistema de juego es complicado. Al principio tendremos una nave, que luego se irá ampliando el número para gozar de una auténtica flota espacial. Las opciones básicas implican controlar la velocidad, analizar elementos a nuestro alrededor y, claro está, defendernos de los posibles ataques enemigos que suframos a lo largo de las misiones.

Movernos con la nave es algo que requiere bastante práctica. Con el analógico, el movimiento es demasiado lento, y sin recurrir la velocidad de la luz, el avance, aún al máximo de potencia de la nave, resulta escaso. Además, cuando queremos parar del todo porque estamos sufriendo el acoso del enemigo, veremos cómo la nave sigue avanzando lentamente y cuesta detenerla del todo.

Esto se hace más engorroso cuando controlamos una flota y tenemos que preocuparnos por los movimientos de varios elementos. Al tener a nuestros aliados dispersos por el escenario, deberemos prestar atención a todos los frentes que se abran, ya que los ataques no cesaran aunque no les estemos prestando atención. Las naves se defienden solas, pero los resultados son prácticamente nulos.

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El problema radica en la dificultad para conseguirlo, ya que no se puede disparar constantemente, hay que realizar pequeños disparos cada cierto tiempo. Esto provoca que los enfrentamientos sean excesivamente largos, y aunque llegue a ser realista con respecto al universo Star Trek, al hacerlo jugable se resiente bastante en la capacidad de diversión del título.

Además, el modo campaña es demasiado corto,  y se puede terminar tranquilamente en un par de días. Cierto es que hay modos multijugador que le añaden algo de longevidad al título, pero siempre y cuando el usuario se haya adaptado bien al sistema de control y sea capaz de disfrutar de lo que Star Trek Legacy tiene para ofrecer.

Las nebulosas también están muy trabajadas, pero los problemas empiezan en otros aspectos, como pueden ser los planetas y la sensación de ser planos que nos dan al acercarnos a ellos, incluso el chocar contra su atmósfera en combates cerca de alguno. Además, la repetición de escenarios cansa, al ser todos muy vacíos, con casi todo elementos lejanos que apenas cumplen su cometido.

El sonido tiene un buen trabajo de doblaje, en inglés, y los efectos sonoros son bastante buenos, logrando un buen acabado. La música del juego es repetitiva, y puede cansar con bastante facilidad después de la tercera vez que se escucha. En general, el acabado técnico del juego cumple bien, aunque dista mucho de lo que se puede esperar a estas alturas de 360.

El juego, aunque puede llegar a entretener si el usuario es muy aficionado a la saga y, además, se acostumbra al enrevesado sistema de control. Sin embargo, eso no quita que a priori resulte pesado, complicado y corto. Además, las secuencias de vídeo son horribles, escenas de espacio mientras se oyen voces comentando la historias. Y todo, en perfecto inglés, incluidos los menús del juego.

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