Emblemático paraíso criminal

Ha pasado un año desde que el sueño de muchos, el de tener un GTA portátil capaz de proporcionar la misma diversión que durante los últimos años ha sido causante de un fenómeno social sin precedentes en PlayStation 2, se materializó en Liberty City Stories. Ahora, y con Rockstar al parecer dispuesta a acercar todos sus exitazos a la portátil de Sony, nos llega Vice City Stories, un juego que demuestra la madurez y el buen hacer de la compañía con esta consola.

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El segundo GTA de la pasada generación supuso una gran alegría para los fans de los 80. Dejando de lado influencias de la Nueva York controlada por las mafias italianas -que se rescataron en Liberty City Stories- el título se nutrió del espíritu que impregnó la época dorada de Miami, un mito al que tanto contribuyeron películas como Scarface o la propia Corrupción en Miami.

Con este Vice City Stories Rockstar planea ampliar su incursión en la costa atlántica de igual forma que su debut en PSP; continuando la acción con un juego que rescata personajes, situaciones y un marco muy familiar para los buenos seguidores de la serie junto a las necesarias -aunque no muy prolíficas- novedades y a una experiencia de juego adaptada a sistemas portátiles. Y parece que la intención de los Houser es -al menos de momento- que sea exclusivo de la plataforma, sin lanzar otro port para PS2 como sucedió con LCS.

Esta historia se desarrolla en 1984, dos años antes de lo acontecido en el juego de PlayStation 2. Encarnamos a Vic Vince (hermano de Lance Vance, con quien ya tratamos en el primer Vice City), un militar afro americano orgulloso y con mucho carácter cuyo tortuoso pasado -un hermano en la mafia, otro enfermo, y para colmo, una madre drogadicta- le lleva a intentar labrarse un futuro mejor en las Fuerzas Armadas de la ciudad.

Tras aceptar un sospechoso encargo por parte de su teniente jefe, Jerry Martinez (un curioso personaje que demuestra ya desde los primeros compases ser más fiel al dinero que a la bandera), Vance se ve rápidamente involucrado en una compleja trama que inevitablemente acaba salpicándole por todos los flancos.

Bajo ese trasfondo argumental, lo que al final acabamos teniendo entre manos no es sino otro GTA, una entrega más de esta legendaria saga de auténticos juegazos, capaces de burlar cualquier premisa que se pueda tener sobre lo que se puede esperar de un juego de acción de entorno libre. Vice City Stories es mucho más que eso, pues ofrece tantísimo contenido que es difícil encasillarlo en género alguno. Y lo más importante: este segundo GTA para PSP llega cargadito de necesarias y contrastadas novedades, y las vamos a descubrir en el siguiente análisis...

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Gráficos

Si con GTA: Liberty City Stories Rockstar ya nos demostró de lo que era capaz la pequeña de Sony, con esta nueva entrega certifica que, dedicándole el tiempo necesario a conocer los entresijos de la programación del sistema -no olvidemos el trabajo que en este aspecto realizó Rockstar Leeds-, un juego de PSP puede presentar un despliegue gráfico casi tan avanzado como en los 128 bits de Sony; Vice City Stories es prácticamente un calco, hablando en términos técnicos, de lo que vimos en PlayStation 2 ahora hace 4 años.

Esta aclaración desemboca en una conclusión evidente: GTA: Vice City Stories posee a día de hoy el motor más perfecto que se puede disfrutar corriendo en el hardware de PSP. Y es que todo cuanto vemos en el juego, es una gozada. Desde el diseño de la ciudad -el mismo marco urbano de la precuela-, hasta los efectos de luz -mención especial a la transición día-noche-, pasando por unas animaciones (mejoradas en esta entrega, menos robóticas y más humanas) y un nivel de detalle que, tras toda la mediocridad que hemos llegado a ver en esta consola, realmente logran transmitir una sensación de completa satisfacción.

Además, hay una mejora importantísima con respecto a Liberty City Stories: el molesto efecto 'ghost' (la estela que "perseguía" a nuestro personaje al movernos), es ya historia. Se sigue notando alguna deficiencia en este ámbito al alcanzar altas velocidades conduciendo un vehículo, pero en líneas generales, éste podría considerarse uno de los mayores avances técnicos al comparar ambos GTA para PSP.

Vice City es una ciudad mucho más grande que Liberty City. Según nos comentaban hace unas semanas sus responsables, la "nueva" urbe ofrece el doble de terreno para explorar. Tras haber estado una semana jugando en ella, estamos en disposición de confirmarlo. Un aumento de tamaño que, no sólo no ha afectado a otros aspectos igualmente importantes, sino que éstos se han visto mejorados: los tiempos de carga entre interiores y exteriores son mínimos (la carga principal del juego, que llegaba a hacerse eterna en todos los GTA de "nueva" generación, es ahora un proceso que dura escasos segundos), y la línea que marca el límite de profundidad que podemos llegar a alcanzar con la vista está mucho más lejana. De hecho, todo el entorno se aprecia más limpio, más nítido, más detallado.

Es importante destacar que el motor de GTA Vice City Stories maneja más polígonos que el propio juego de PlayStation 2, todo un logro que hasta que no se ve el juego en movimiento cuesta de creer. Un motor que, sin embargo, no está exento de algún que otro contraste negativo. Las bajadas de 'frame rate', aunque no frecuentes, sí están presentes en las ya conocidas situaciones en las que varios modelos (muchos) se aglomeran en pantalla. Además, el molesto efecto 'popping' no ha acabado de corregirse del todo, y en algún que otro momento podemos apreciar como determinados elementos se modelan y texturizan con algo de retraso, sobretodo al conducir a altas velocidades por las calles de la ciudad.

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En el ámbito de los personajes, Vice City Stories también ha experimentado un profundo lavado de cara. Y es que si bien es cierto que en el anterior juego para PSP notábamos como estábamos jugando a una versión "recortada" gráficamente de su homónimo en PlayStation 2, la tremenda mejora del motor en Vice City Stories ha derivado a unos personajes mucho más detallados, mejor animados, y en definitiva, más realistas que los vistos con anterioridad. Una mejora apreciable también en los peatones y los policías, que además de ver aumentada su cantidad en pantalla, ofrecen ahora un comportamiento más humano (saca la pistola en medio de una avenida transitada y verás a lo que nos referimos) y unas animaciones menos robóticas.

En definitiva, un apartado gráfico que, si bien no resulta una revolución -de hecho ningún GTA llegado a revolucionar la base vista en GTA 3- con respecto a lo que vimos ya el año pasado, sí supone un claro paso adelante; la mayor parte de los errores se han acabado corrigiendo. Y es que como ya decíamos, todas las mejoras que presenta gráficamente Vice City Stories hacen de su tecnología la más avanzada que se puede encontrar hoy en día en consola portátil alguna.

Sonido

Más allá de los correspondientes efectos sonoros y el sobresaliente doblaje (como siempre, y a pesar de la fantástica interpretación, en inglés) que recibe cada uno de los personajes que aparece en la aventura, lo que en realidad siempre acaba por determinar la calidad del apartado sonoro de un nuevo GTA es su banda sonora.

En Vice City Stories repiten las 9 emisoras que ya aparecían en el juego de PlayStation 2: V-Rock, Flash FM, Emotion 98.3, Fresh 105, Paradise FM, VC for Lovers, Wave 103, Radio Espantoso y Vice City Public Radio. Sin embargo, los temas que cada una de ellas pinchará sí han cambiado, quedando la BSO del juego completado por los siguientes 'tracks':

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 V-Rock

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Flash FM

Emotion 98.3

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Fresh 105 

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VC for Lovers

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Wave 103

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Radio Espantoso

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¿Alguien da más? Desde luego que, en un juego para consola portátil, no. Un apartado sonoro sobresaliente, un esfuerzo titánico en cuestión de licencias al que sólo le ha faltado incorporar temas un tanto más conocidos y representantes de la dorada época de los 80. No llega al nivel magistral de la BSO de Vice City, grabada a fuego en la historia del videojuego, pero supone un clarísimo avance en una compilación sonora para consola portátil.

Hay que destacar, además, que mediante la utilidad Rockstar Custom Tracks (de descarga por Inet) podemos añadir nuestros temas favoritos a la banda sonora del juego, pudiendo por lo tanto personalizarla al completo, del mismo modo que lo hacíamos con Liberty City Stories.

Jugabilidad

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Vice City Stories es, al igual que todas las entregas "recientes" de la saga, un gigantesco juego en el que se nos da libertad casi absoluta para hacer lo que nos venga en gana donde queramos, como queramos, y en el momento que queramos.

Una de las principales novedades -aunque puntualmente puede parecer algo sin importancia- de Vice City Stories en el ámbito jugable es que, al igual que en San Andreas, tenemos la habilidad de nadar en el agua (al zambullirnos, aparece una barra azul al lado del indicador de vida que determina el tiempo que podemos estar nadando sin ahogarnos). Consecuentemente, muchas de las misiones del juego (la primera sin ir más lejos) se desarrollan en el mar o en los canales que cruzan la ciudad, aportando así variedad al desarrollo de la aventura.

Otro de los medios que -por fin- se ha habilitado en Vice City Stories es el aéreo. Sí, es posible volar en esta entrega, usando helicópteros y aviones. Aunque la ausencia del segundo stick analógico que sí tenía el Dual Shock 2 de PS2 dificulta un poco el control, la cantidad de posibilidades que se abren compensan de lejos cualquier problema que tengamos durante las primeras partidas.

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Como ya viene siendo habitual en cada nueva entrega de Grand Theft Auto, Rockstar se las ha ingeniado para que la mayoría de misiones sean variadas entre sí. Y es que la cantidad de cosas que se llegan a hacer en este juego, da miedo. Asaltos, robos, asesinatos, persecuciones, bombardeos, carreras, infiltraciones sigilosas, misiones de transportista en condiciones límite... es difícil aburrirse con Vice City Stories, pues nunca sabes qué nueva y divertida locura se te pedirá que hagas al terminar tu misión actual.

¿Y qué sería de un GTA sin coches o armas? La cantidad de armas de fuego vuelve a ser, de nuevo, impresionante: desde pistolas hasta lanzamisiles, pasando por AK's-47, pistolas con mirilla, rifles de francotirador,  lanzallamas, M249's, cócteles Molotov, SMG's, escopetas... a las que se unen todo el reparto de armas blancas y contundentes ya clásicas. También se ha aumentado, por su parte, la variedad de vehículos, encontrando ahora modelos que, aún sin poseer licencias oficiales, son fieles réplicas de los clásicos coches de los 80: Splitz, Bulletproof Limo, Bulletproof BF de injección, Quads, Little Willie... todos a vuestra disposición, tras robárselos a los pobres conductores víctimas de vuestra sed de asfalto.

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