¡Al abordaje con el doblaje!

Item: Age of Pirates: Caribbean Tales
Rating: 7.5

Crea tu flota, toma y dirige colonias y conviértete en el pirata más poderoso de todos. Siguiendo la estela de la apreciada serie Sea Dogs, Age of Pirates propone un nuevo punto de partida en busca de aventuras y tesoros.

Actualizado a 14 de enero de 2018 17:45 CET

Si antaño hablar de juegos de piratas era hacer referencia a LucasArts y sus Monkey Island (y también a la 'piratería' que acuciaba al software lúdico de los ordenadores Amiga), a día de hoy prácticamente se torna como patrimonio exclusivo de la compañía Akella Games, creadores del carismático Sea Dogs y su secuela. Basándose en una mecánica heredada del inconmensurable Pirates! de Sid Meier (el antiguo, por supuesto), los programas de Akella, bajo la sabia tutela de Bethesda Games, se ganaron el favor del público a base de mezclar sabiamente la aventura y la estrategia dentro de un marco perfectamente ambientado.

Age of Pirates: Caribbean Tales (PC)

Ahora, con el todavía fresco aroma de la trilogía fílmica 'Piratas del Caribe' rondando por nuestras cabezas (de hecho, Akella Games es responsable del videojuego oficial de la primera película), y habiendo cambiado de entorno editorial, los mismos desarrolladores se embarcan en la aventura de preparar una nueva odisea entre bucaneros y pillastres de parche y garfio, adoptando un nombre del que, esperemos, de cómo nueva saga muy buenos frutos. Bienvenidos a Age of Pirates: Caribbean Tales.

Age of Pirates: Caribbean Tales (PC)

Siguiendo todas y cada una de las premisas que hicieron de Sea Dogs todo un clásico, Age of Pirates: Caribbean Tales será capaz de atrapar al jugador ocasional tanto o más que al experto, algo de lo que Sea Dogs no puede del todo presumir debido a su abrumadora profundidad y complejidad. Con esto no queremos decir que Age of Pirates sea un título poco profundo (más bien todo lo contrario), pero sí se trata de un juego mucho más atractivo de cara a la galería y de lo más agradecido en el aspecto jugable. Y es que, se ve la experiencia adquirida por Akella a lo largo de estos años.

Age of Pirates: Caribbean Tales (PC)

Pero, por más que nos pese, Age of Pirates: Caribbean Tales tiene una losa que, si bien no empaña el trabajo de sus realizadores (porque, suponemos, es algo totalmente ajeno a los chicos de Akella), sí molesta, fastidia y frustra al usuario final, concretamente al usuario español: todo por culpa del peor doblaje que hemos tenido la ocasión de ver en un videojuego Peor que el del añejo G-Police de Psygnosis y capaz de convertir el dobjale de Halo 2 o al mismísimo Tomás Rubio (nuestro casi añorado George Stobbart hispano) en los dioses de las localizaciones. Rubor nos entra con tan solo recordarlo

g r á f i c o s
Age of Pirates: Caribbean Tales puede presumir de ser de lo más hermosote en lo que a gráficos se refiere, a pesar de que este no sea un requisito lo que se dice imprescindible en un género como el de los RPG. Posee una clara herencia visual que delata su más que evidente parentesco con Sea Dogs y su psedo-secuela Piratas del Caribe, manteniéndose de forma global el estilo y las formas de dos juegos que ya de por sí eran de lo más elegantes en su época.

Age of Pirates: Caribbean Tales (PC)

Tras una vídeo de introducción de lo más resultón (tan solo estropeado por el nefasto doblaje, del que luego hablaremos más detenidamente), la aventura comienza con nuestro héroe (o heroína) en el puerto de cierta isla (que dependerá de la nacionalidad que elijamos para el personaje), mostrando las bonitas vistas de una costa donde el agua luce ciertamente espectacular. Y es que, si hay un detalle que resalta sobre el conjunto tecnológico del programa, este es el tratamiento que se le ha dado al elemento líquido, con un volumen bastante real y todo tipo de brillos y reflejos.

Sobre tierra, los escenarios son creíbles y denotan solidez, con notables elementos arquitectónicos y unos personajes que deambulan con sobrada naturalidad (naturalidad que pierden al oír como hablan, diantres), dando un verosímil ambiente de vidilla a las pequeñas ciudades isleñas. Pasear por un poblado mercadillo o tomar un refrigerio en la taberna local resultan ser tareas tan apacibles como logradas, donde se nota sobremanera la antigua relación de los programadores de Akella con los de Bethesda, autores de la serie The Elder Scrolls. Eso sí, se echan mucho de menos las selvas de la anterior obra de Akella...

En esta situación, las animaciones de los personajes transcurren correctamente, sin alardes de motion capture pero con eficaz solvencia. Del mismo modo, los combates lucen efectivos y medianamente contundentes, recordando en cierto modo a los que hemos visto en la serie Gothic o, precisamente, en las anteriores producciones de Akella. Lo mejor de todo es la fluidez con la que transcurre todo, en contraposición a los que sufrimos las rígidas animaciones de Sea Dogs aquí (si quitamos las voces en español de los personajes) da gusto pasear en la parte más aventurera del juego.

Una vez mar adentro, los gráficos ceden el testigo del espectáculo al mismísimo mar. Si bien las embarcaciones están recreadas con un detalle exquisito (veremos incluso a nuestros hombres dentro con todo detalle), el agua roba protagonismo a todo lo demás, siendo tan real como hermosa de cara a la galería. Y es que, desde tierra ya vemos lo bien que lucen las costas, pero en mar abierto la cosa se torna asombrosa. Sí, por fortuna el mar no tiene voces en español en este juego

¿Los peros? Por supuesto los hay. En general, y a pesar de la brillantez de determinados aspectos, los gráficos de Age of Pirates: Caribbean no son de lo más puntero que se puede esperar en el mercado de los compatibles PC. Bien es cierto que se trata de una aventura de tintes roleros, y de toda la vida este género ha huido de las últimas tendencias audiovisuales (a excepción de Oblivion o del inminente Gothic 3), pero se podrían haber apurado más algunos detalles en lugar de poner tantísima atención a los efectos del agua. Buenos son los ejemplos de las localizaciones de daños en los barcos (que siempre se van estropeando igual), o la carencia de personalidad del diseño en general, que denota cierto desinterés o falta de creatividad a la hora de plasmar el arte en el juego. Y las voces luego hablaré de las voces.

Age of Pirates: Caribbean Tales (PC)

Con todo, no hay conflictos importantes de clipping ni nada por el estilo, y la tasa de imágenes por segundo logra un buen y estable refresco en los ordenadores con tarjetas gráficas más modestas, a pesar de lograr un notable apartado visual. Texturas aceptables, una carga poligonal correcta y ciertos efectos visuales de alto nivel son los principales baluartes de un juego colorista y hermosote, situándose todo el conjunto en un elevado escalafón dentro del complicado género de los juegos de aventuras y rol, lo cual no es moco de pavo.

s o n i d o . . . ¡y el doblaje!
En lo referente al audio del programa, podemos decir que Caribbean Tales regala una de cal y otra de arena. Pero arena de la gruesa, de la basta y desagradable. Por un lado, Yuri Poteenko ha compuesto una banda sonora tan épica como espectacular, que de la mano de la Orquesta Sinfónica de Moscú cobra sus tintes más altaneros cuando navegamos por las turbulentas aguas del Caribe. Sin duda, el que esto suscribe se sorprendió por la hermosura de las partituras, esperando en un principio encontrar las típicas melodías prefabricadas para toparme de bruces con un conjunto de músicas del todo sobresalientes.

Lo mismo se puede decir de los fx, capaces de ambientar el tumulto de un mercadillo de la época o de plasmar eficazmente el rugido de los cañones en plena batalla naval. Tampoco se han descuidado los espadazos, el sonido del mar o el resto de pequeños sonidos necesarios para no dejar espacios auditivos vacíos, aunque sí se puede decir que, en cierto modo, molesta que el barullo ambiental que podemos oír en los abordajes sea un caos de chasquidos de metal y gritos varios totalmente predefinido, que termina tal y como empieza repitiéndose más que Los Simpsons en Antena 3 Algo así como del estilo de las odiosas risas enlatadas de las series de tv.

Pero amigos queríamos dejar para el final el tema del doblaje. Es, por así decirlo, un trabajo tan, pero tan nefasto, que es increíble como estropea de forma global todo el trabajo de los programadores de Akella. Inconcebible que un producto de la calidad de Age of Pirates: Caribbean Tales disponga de un trabajo tan indigno en este sentido casi criminal. Confesamos que a los miembros de la redacción nos han entrado unas ganas locas de apalizar a los responsables de este asombroso despropósito, capaces de hacer que, por momentos, deseemos la vuelta de Tomás Rubio al mundo de los videojuegos. Es por ello que voy a usar un calificativo que nunca he usado a la hora de analizar un videojuego: nauseabundo. Eso es lo que me parece el doblaje de esta pequeña gran víctima que es Age of Pirates... Y para muestra, un botón.

J u g a b i l i d a d
Al igual que Sea Dogs, Age of Pirates: Caribbean Tales es un título cuya experiencia de juego es extremadamente relajada, virtud dada entre otros matices por su pausada y comedida mecánica. Como no podía ser de otra forma en un universo repleto de bravos piratas, hay momentos en los que esa tranquilidad se conjuga perfectamente con momentos de electrizante tensión, como los que viviremos en los combates navales o en los vibrantes enfrentamientos con los capitanes enemigos. Y claro está, como buen juego de aventuras y rol, el programa de Akella propone una longeva jornada que nos llevará días y días delante de la pantalla.

Age of Pirates: Caribbean Tales (PC)

Tras elegir a nuestro personaje de entre los dos hermanos protagonistas, el juego comienza recordando mucho al estilo rolero de clásicos contemporáneos como Gothic o el infravalorado Ultima IX, pero dentro un contexto que reduce bastante más el elemento RPG para asimilar conceptos estratégicos y de aventura gráfica. Visualmente el juego se asemeja al mencionado título de Lord British o cualquiera de los clónicos de Tomb Raider, con una perspectiva en tercera persona que nos permite seguir los pasos de los protagonista mientras recorre las diversas calles, pudiendo hablar con los diversos habitantes, entrar en los establecimientos para abastecernos de provisiones, negociar con los mandatarios... Todo llevado de una forma cómoda y de lo más accesible, gracias a un ingenioso sistema de menús en tiempo real que nos lleva directamente a cada uno de los objetivos, en caso de que no queramos explorar la zona.

Tras los encargos que llevemos a nuestras espaldas, se fortalecerán las relaciones con las diversas colonias (jugando un interesante papel la moral de estas y el cambio en nuestras habilidades, de paso, viéndose todo reflejado en la detallada hoja de personaje), contando así con la simpatía de un país u otro, o justamente lo contrario, ganándonos enemigos a espuertas. Todo depende de nuestras elecciones, detalle el cual hace grande a Age of Pirates, otorgando al usuario la posibilidad de determinar él mismo todas y cada una de las acciones del programa. Con todo, la existencia de una trama que se irá desvelando poco a poco ayuda a mantener cierta coherencia en el desarrollo, y hace que nunca nos terminemos de sentir perdidos entre tanto transporte y saqueo.

Las mayores virtudes lúdicas (y audiovisuales, todo hemos dicho en párrafos anteriores) de la obra de Akella salen a relucir a la hora de levar el ancla: la aventura da paso a la acción en alta mar. Controlaremos deliciosamente los hermosos navíos mediante unos controles sencillísimos, pudiendo hacer con poco más de cuatro teclas auténticas maniobras de expertos capitanes, gracias también a la inclusión de una tripulación especializada, detalle este de lo más completo. Los combates son muy simples de llevar (más o menos es un apunta y dispara), pero todo un reto a la hora de finalizarlos con éxito. Por supuesto que juega un importante factor estratégico a la hora de recargar los cañones, decidir a quién atacar y a quién no, negociar a nuestra conveniencia con los barcos que nos encontremos... El caso es que la adicción sube muchos enteros no sólo por la facilidad de manejo, sino porque es un placer total el lidiar nuestro monstruo de madera a través de las innumerables posibilidades que otorga el todopoderoso mar. Cosa, por otro lado, imprescindible, debido al hecho de que es aquí donde pasaremos la mayor parte de la aventura.

Sin llegar a los niveles del reciente Pirates! de Sid Meier, este Caribbean Tales de Akella propone una experiencia jugable bastante enriquecedora, donde se muestra un producto notable a todas luces. Combates, saqueos, investigación, negocios y tratados varios... Por no hablar del curioso y emocionante modo online, que llevará a la red los más emocionantes combates navales. Como se ve, Age of Pirates alegrará la vida a todos aquellos que disfrutan con las aventuras de piratas, y más aún con los que saborearon las mieles del fantástico Sea Dogs. Ellos no dejarán pasar la oportunidad de echarles un guante a los hermanos Shark. O un garfio, dicho sea de paso...

7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.