El dragón de las calles

Gráficos

El modelado de los mismos es bastante tosco, con la excepción de Kazuma y las demás figuras principales, en los que se nota el trabajo extra. En el resto de personajes de la trama el empeño puesto no es tan elevado, aunque  el correcto uso de las texturas ayuda a paliar la sensación de irregularidad en las figuras. En las conversaciones con los habitantes de las ciudades nos daremos perfecta cuenta de que los cuerpos son claros polígonos, aunque desde el punto de vista lejano que adopta la cámara se disimula bien este detalle.

Los movimientos fuera de los combates son correctos aunque sin grandes alardes. Las animaciones de nuestro protagonista resultan suaves y las transiciones apenas se dejan notar. Una vez metidos en la pelea, se echa en falta algo más de fluidez en los enlaces entre combinaciones de golpes. En la mayoría de ocasiones el personaje permanece un momento inactivo tras realizar una serie ataques, algo que puede pasarnos factura contra ciertos enemigos. Aun así, la experiencia en las refriegas es divertida y permite combatir con variedad, sin tener que repetir constantemente los mismos movimientos.

Un detalle contradictorio es la variedad en los modelos de los enemigos, que si bien es notablemente alta, acabarán haciéndose repetitivos. Para paliar esto, los encuentros aleatorios en los que nos veremos envueltos parecen alternar correctamente el tipo de personaje al que nos enfrentamos. De esta forma, e introduciendo casi al azar los componentes del grupo rival, tendremos la sensación de disputar combates únicos en cada momento.

La animación facial es un punto controvertido, puesto que en el caso del protagonista y los personajes principales sigue la tónica del modelado. De esta forma, encontraremos que ciertos enemigos y personajes gozan de un escaso detalle en sus caras, llegando a diferenciarse claramente los polígonos que las forman.. No es más que un pequeño detalle pero ayuda a enmascarar un poco más  el solvente trabajo hecho en el resto de apartados.

Música y Efectos FX

Los efectos sonoros son también de un nivel discreto, siendo lo mas remarcable las voces en ingles, que cumplen su cometido perfectamente. Los golpes durante los combates también suenan contundentemente, aunque se abusa de repetición de sonidos en casi todo momento. Los enemigos nos increparán de vez en cuando durante las peleas, del mismo modo que Kazuma puede provocarles, en ambos casos, los sonidos resultan simplemente aceptables.

También resulta destacable el cuidado que se ha puesto en reproducir los efectos sonoros dentro de los establecimientos, ajustándolos a lo que se oiría en la realidad. Por ejemplo, en el establecimiento Don Quijote, escucharemos una sutil cancioncilla que nos recordará el nombre de dicha tienda una y otra vez. Asimismo, en el club SEGA no faltarán los típicos sonidos de máquinas recreativas siendo utilizadas.

Jugabilidad

El pilar central de Yakuza es sin duda su elaborado argumento, alrededor del cual se estructura un sistema de juego simple pero efectivo. En todo momento tendremos un punto de destino al que llegar si queremos que la trama avance. Este avance vendrá dado en capítulos, según se vayan cumpliendo acontecimientos importantes del desarrollo de la aventura. El minimapa nos mostrará siempre el siguiente punto importante al que tendremos que ir, algo que hace la línea principal del argumento bastante sencilla de seguir.

Mientras andamos por la ciudad, será común el que nos asalten enemigos a modo de encuentro aleatorio. Algo que llama la atención son los absurdos pretextos que ponen para querer pelear con nosotros. Desde el clásico "eh, fuera de mi zona", a algunos más originales como "quiero ver lo fuerte que eres" o el apoteósico "me has mirado mal". Un buen intento de diversificar el motivo de las peleas, aunque en la práctica todos acabarán con Kazuma repartiendo tortas a diestro y siniestro.

El sistema de combate resulta interesante y se va enriqueciendo con el desarrollo de nuestro personaje, llegando a otorgarnos muchas posibilidades si nos hacemos discípulos de cierto maestro que vive en la ciudad. Cada vez que desarrollemos una barra de nuestras capacidades especiales, este personaje nos enseñará nuevas técnicas de ataque y defensa. Esto es un buen aliciente para mantenernos constantemente en busca de pelea y hará que queramos seguir añadiendo puntos de experiencia al contador con tal de ver que nueva técnica tiene este personaje para nosotros.

Por supuesto, es posible completar la aventura sin acudir al adiestramiento, aunque las cosas se nos pondrán bastante más difíciles si tan solo usamos los movimientos que aprendemos mediante la inversión de puntos de experiencia. El aprendizaje de técnicas avanzadas será exclusivo mediante este tutor, por ello, resulta casi obligada la búsqueda de este huraño personaje.

El avance por la historia es constante, aunque en ocasiones no se nos darán demasiados detalles de nuestro siguiente destino. En estos casos el minimapa será la clave de ir rápidamente o deambular durante minutos hasta que algún personaje nos llame por teléfono para decirnos exactamente donde tenemos que ir. Una forma sencilla y clara de obligar al jugador a no atascarse en ningún momento.

Por último, hay que destacar negativamente las múltiples cargas que llegan a cortar totalmente el ritmo de juego. Antes de entrar en cada pelea habrá una pantalla que nos anunciará contra quién vamos a pelear y acto seguido pasaremos al combate. Asimismo, los lapsos de inactividad se suceden cuando cambiamos de pantalla en la ciudad, algo que resulta ciertamente molesto.