En vistas de la fuerte competencia que sufre la saga Medal of Honor como FPS de la Segunda Guerra Mundial, Electronic Arts ha decidido darle un giro a la saga para intentar ofrecer un valor añadido al seguidor clásico. Recopilamos lo que sabemos hasta el momento en este avance.
Medal of honor: prepare for your finest hour. Así rezaba el eslogan de la primera entrega de la serie Medal of Honor, con un 'prepárate para tu mejor hora'. Lo cierto es que aquellas horas y aventuras ambientadas en la Segunda Guerra Mundial que vivimos a los mandos fueron de lo mejorcito que tuvimos el placer de disparar en la época de la primera Playstation. Era sencillamente un paso adelante en cuanto a dosis de realismo y de inmersión en los FPS convencionales.
Desde entonces se han sucedido las secuelas para todas las plataformas posibles, pero bajo nuestro punto de vista solo podría decirse que Allied Assault ha merecido el honor de superar al original en casi todos los aspectos. Además, la popularidad de la serie se ha visto seriamente afectada por la aparición de un competidor muy fuerte, que curiosamente ha visto como su segunda entrega triunfaba hace escasos meses al salir al mercado. Hablamos, lógicamente, de Call of Duty.
Para tratar de distanciarse de tan poderoso enemigo, la franquicia de Electronic Arts ha intentando incorporar una nueva forma de ver la guerra en esta última entrega: desde el punto de vista de un soldado de una división de infantería ligera aerotransportada. Eso significa que, aunque no podremos pilotar aviones en ningún momento del juego, sí deberemos saltar en paracaídas para entrar directamente en combate.
De eso se desprende que habrá parte de la batalla que será desde el aire, aunque la mayoría de acciones que deberemos tomar van a ser de tipo táctico: visualizar el cuartel general enemigo, detectar los posibles puntos de entrada y salida, decidir el lugar exacto en el que vamos a aterrizar, identificar las posibles amenazas que encontraremos al llegar al suelo, comprobar el estado de los vehículos de apoyo que se hayan lanzado con nosotros, etc.
A partir de ahí, tendremos como viene siendo habitual una serie de objetivos que cumplir pero la idea es que no haya un solo camino para cumplirlos. La decisión final de cómo intentar un asalto siempre dependerá en última instancia del jugador y eso significa que una fase puede resultar más o menos complicada dependiendo de las decisiones que ha tomado mientras se tiraba en paracaídas o bien por la propia forma de ser de quién está a los mandos.
Si nuestro estilo es más osado (y lo siguiente de osado es suicida) podremos decidir aterrizar justo en mitad del cuartel general enemigo y confiar en nuestra habilidad a los mandos para superar la cantidad superior de adversarios que tendremos delante. O bien podemos intentar caer en un rincón del mapa para tratar de infiltrarnos en la base de operaciones enemiga; o tal vez buscar un punto desde el que podamos abatir a los nazis desde una distancia prudente.
Electronic Arts está intentando sobredimensionar los mapas de cada fase para dar sensación de libertad al jugador, aunque no sea estrictamente necesario recorrerlos completamente ni mucho menos. Al contrario que por ejemplo en Call of Duty, en el que siempre y constantemente se nos indica el camino a seguir y por norma solo hay uno posible, en Medal of Honor Airborne se plantea un desarrollo mucho más abierto, cosa que puede satisfacer a muchos usuarios.
También se está trabajando en un nuevo sistema de animación facial y corporal para tratar de dar mayor realismo a nuestros compañeros de aventuras y adversarios, que responderán mejor tanto a los diálogos como a los sucesos del campo de batalla. Además, se está intentando dotar a la inteligencia artificial de un sistema que le permita reconocer los mejores puntos para resguardarse del fuego enemigo basado en un sistema de prioridades de cobertura sobre el terreno.
El nuevo motor que moverá el juego será común en todas las plataformas para las que se lance el título, aunque hay equipos independientes que están trabajando para optimizar el juego en todas ellas. Lo que sí podemos esperar es que veremos más polígonos, mejores texturas, mayor y mejor empleo de todos los efectos de iluminación y sombreado que ofrecen los últimos drivers y tarjetas disponibles
aunque por el momento ignoramos el equipo mínimo que se necesitará para moverlo.
Aunque en el terreno del armamento hay poco campo para la innovación, Medal of Honor Airborne planteará un método de mejoras tanto de las armas existentes omo de los accesorios de nuestro equipamiento para aumentar la capacidad de munición, la estabilidad para una mayor precisión, la velocidad de recarga o la frecuencia de disparo. Cómo se desbloquearán estas características es algo que a día de hoy desconocemos y habrá que esperar a las primeras muestras del juego para saberlo.
Dado el acuerdo al que ha llegado la compañía canadiense con la empresa Jeep, los vehículos de propósito general (los GPs, de donde proviene originalmente el nombre de la marca) estarán disponibles para su manejo durante el juego; proporcionarán apoyo ligero a la infantería en tanto a movilidad como en lo que se refiere a potencia de fuego, ya que podrán ir equipados con una ametralladora que podrá controlar un pasajero.
Los vehículos son elementos destructibles en el juego que además acusan el daño dirigido en ciertas partes de su estructura, dificultando de algún modo su pilotaje. De este modo será más complicado conducir un jeep dañado en la suspensión, en la dirección, con un neumático pinchado, etc. El cuidado del coche puede llegar a ser tan importante como el nuestro propio, y es un bien preciado que deberemos conservar a toda costa.
Suponemos que uno de los puntos más fuertes del juego será su faceta online, aunque por el momento existe un total desconocimiento acerca de cómo se desarrollará, del tipo de contenido y demás parafernalia. Esperamos disponer próximamente de más información y en el momento en el que podamos acceder a una versión temprana del juego os actualizaremos este avance con las correspondientes primeras impresiones.