Cuento de hadas y demonios

Numerosos títulos, y principalmente algunos de rol, han demostrado que la portátil de Sony es una excelente plataforma para recordar viejas glorias de antaño, juegos que en ocasiones no llegaron a nuestro mercado y que ahora son adaptados con algunas novedades. Para algunos esta tendencia afecta en parte al mercado dado que debe primar antes la originalidad, para otros es una perfecta ocasión para rememorar grandes trabajos que nunca debieron ser olvidados.

En particular es también el caso de PopoloCrois, una de las más conocidas sagas en Japón (no en vano tiene su propia serie de animación), con dos entregas en ambas consolas domésticas de Sony pero que ninguna salió del país del Sol Naciente. Ahora, gracias a Agetec, Ignition y la propia SCEI podemos disfrutar de los dos primeros capítulos con algunos contenidos inéditos en un sólo UMD. Un mundo por descubrir.

La leyenda del joven Pietro

Como algunos títulos clásicos del género, PopoloCrois cuenta con un argumento dividido en libros, que si bien en conjunto es algo infantil, tiene algunos momentos muy entrañables. El prólogo del juego se sitúa diez años atrás, cuando el Demonio del hielo y sus cuatro magos malignos convirtieron Popolocrois en una tierra de nieve, azotada por fríos vientos. Cuando sus ciudadanos estuvieron a punto de perder la esperanza, un precioso Dragón descendió del cielo para protegerles, luchando contra la malvada criatura durante meses hasta que consiguió derrotarla.

La desdicha quiso que en el momento preciso en el que el malvado ser caía al Reino de la Oscuridad, arrastrase consigo al anhelado salvador. Pasado el tiempo, la paz se restauró y Paulo, el rey de Popolocrois, celebra el décimo aniversario de su hijo Pietro. Pero el joven príncipe está triste por la larga ausencia de su madre por lo que sigue a su padre a una torre a la que en un principio tiene prohibido el acceso, descubriendo allí que la reina únicamente está dormida por un hechizo desde hace diez años, por lo que decide descubrir la verdad del asunto y buscar el remedio para despertarla.

Así es como comienza su primera aventura, a la que pronto se une su amiga Narcia (una maga blanca) y, conforme avanza la historia, otros curiosos personajes entre los que hay un protector caballero, una enigmática pirata, un excéntrico samurai, una valiente ninja o una extraña maga oscura. Un total de doce personajes, cada uno con sus propias habilidades y parámetros que siguen los tópicos del género.

Ahora bien, las dos historias del juego, hilvanadas con algunas inéditas secuencias de animación de una alta calidad realizadas por el mismo equipo que la serie homóloga (con voces y subtítulos incluidos), cuentan con ciertas incoherencias y una escasa duración (los dos juntos suelen llegar a las veinticinco horas aunque existen algunos secretos). En la segunda parte el argumento se sitúa cinco años después del primero, teniendo que salvar al padre de Pietro de un peligroso Dios malvado.

El desarrollo del juego es el típico de casi todos los juegos de rol: con numerosas zonas de exploración, ciudades con tiendas donde mejorar nuestros parámetros y encuentros aleatorios en los que aparecen los monstruos en el propio escenario. No obstante, estas batallas tienen reiterativos tiempos de carga antes de comenzar, ejecutar una magia o una poderosa habilidad, lo que afecta bastante al ritmo del juego.

Los combates son, en general, bastante sencillos, con grupos de enemigos que no suelen exceder de cinco monstruos y la mecánica es muy parecida a un título de rol táctico: cada unidad tiene un rango de movimiento en un escenario dividido en casillas y sus acciones pueden ser de corto o largo alcance, afectando la posición a la cantidad de daño. Además, algunas parejas de héroes pueden realizar ataques por equipos dependiendo de su situación, con demoledores resultados.

Es por ello que una buena estrategia es siempre fundamental para los encuentros más complicados ya que contamos con opciones limitadas (atacar, curar, usar objeto o habilidad o defender) y no hay ningún tipo de magias. Por otra parte, también se puede activar la posibilidad de combates automáticos aunque en general los enemigos no utilizan técnicas complicadas ni golpes demasiado efectivos.

Pocos cambios técnicamente

Gráficamente PopoloCrois no sorprende demasiado ya que cuenta con el mismo motor técnico que hace diez años, con personajes, fondos y lugares bidimensionales con estilo Cell-Shading y de un aspecto general bastante infantil. En cambio, las animaciones son muy variadas y las secuencias de animación cuentan con una alta calidad, aunque son algo escasas.

Además, en esta adaptación se han incluido algunos contenidos técnicos bastante discutibles, como un zoom para acercar la acción que por desgracia deja una sensación demasiado pixelada, y una velocidad superior respecto a los dos títulos originales, dando lugar a que en ocasiones se observe algunos objetos borrosos. En otro ámbito, los tiempos de carga se repiten con demasiada asiduidad llegando a ser muy reiterativos en algunas mazmorras.

En el aspecto sonoro, a excepción de las nuevas voces para las secuencias cinemáticas, pocos cambios se han incluido respecto a los títulos originales. La música es bastante monótona y simple, cambiando únicamente de intensidad en los combates y los efectos sonoros son variados pero sencillos. A pesar de que todo el título está en perfecto inglés (incluido las voces), el nivel en general es bastante bajo, conociendo fácilmente los diferentes pasos y caminos en cada momento.

Jugabilidad simple y accesible

El control de PopoloCrois no se ha variado un ápice respecto al de los dos títulos originales de PlayStation, resultando un título muy sencillo de jugar. Como se ha mencionado anteriormente el desarrollo es bastante básico, con misiones muy sencillas de cumplir que se suelen basar en eliminar a determinado jefe de nivel o encontrar un objeto, para así conseguir un elemento para continuar la aventura. Por otra parte, los habitantes de las diferentes ciudades suelen cambiar de posición y diálogos con el tiempo, lo que se agradece dado que las visitamos en numerosas ocasiones.

Además, las batallas resultan bastante sencillas y la inteligencia artificial de los enemigos no es muy alta, utilizando continuamente los mismos movimientos. Como buen título portátil el juego permite guardar en todo momento (excepto en los combates) y utiliza un sistema de autoguardado para volver al último hotel visitado cuando se pierde un enfrentamiento.

La duración, sin ser demasiado alta, cumple con su cometido pero los reiterativos tiempos de carga afectan demasiado a la acción ya que están presentes en numerosas ocasiones. Así pues, PopoloCrois puede resultar un título demasiado sencillo y lineal para los asiduos del género ya que en conjunto es más recomendable su adquisición a los más jóvenes y menos experimentados en el rol, aunque cualquiera puede perfectamente disfrutar de su desenfadada historia.