N3 Ninety-Nine Nights, Impresiones versión final

Bajo la producción y diseño de Tetsuya Mizuguchi y el desarrollo de los coreanos de Phatagram, N3 es uno de los títulos orientales de 360 más esperados. Este juego de lucha multitudinario con toques mitológico-medievales llegará en septiembre a España. Aquí en MeriStation ya tenemos la versión final.

Actualizado a 10 de abril de 2012 01:27 CEST

Bajo la producción y diseño de Tetsuya Mizuguchi y el desarrollo de los coreanos de Phatagram, N3 es uno de los títulos orientales de 360 más esperados. Este juego de lucha multitudinario con toques mitológico-medievales llegará en septiembre a España. Aquí en MeriStation ya tenemos la versión final.

Mucho hemos hablado en estas páginas del que es uno de los títulos japoneses de Xbox 360 que más atractivos resultan a los occidentales. El diseño y la producción de Tetsuya Mizuguchi, que aunque fuera de sus habituales fusiones musicales ha dejado su impronta personal, y el potencial de los coreanos de Phantagram, una de las compañías que junto a Koei mejor maneja el beat'em up multitudinario, han despertado muchas expectativas.

Aunque la prensa occidental todavía no ha podido analizarlo, ya que aparece a principios de agosto en USA y justo un mes después en Europa, Ninety-Nine Nights ha recibido críticas desde Japón -básicamente por su planteamiento repetitivo- pero éstas no le han impedido destacar por sus virtudes: un carismático diseño a todos los niveles, armas, armaduras, personajes, enemigos o coreografías en golpes y combos, junto con la espectacularidad gráfica que atesoran los vídeos y screenshots que se han publicado y sus complejas reacciones físicas aplicadas al combate masivo.

Con la primera versión en castellano en nuestro poder, hemos podido apreciar muchos de los detalles que rodeaban al juego. Entre ellos su historia, con un fuerte componente de empatía y, tal como Tetsuya Mizuguchi nos comentó en el E3, viviéndose los mismos hechos que marcan el guión desde los distintos puntos de vista de cada bando en conflicto. "Así el jugador podrá descubrir que los teóricos defensores de la justicia, no siempre lo son tanto", señalaba su diseñador.

Dicotómico choque de razas
Ninety-Nine Nights nos transporta a un mundo de fantasía medieval donde varias razas diferentes conviven en paz. Por un lado, los humanos, custodios del Orbe de la Luz, por otro, una alianza de Orcos, Goblins y Arrphans -elfas oscuras- que mantienen el Orbe de la Oscuridad. Tras años de equilibrio, una extraña presencia ha destruído el poderoso cristal que mantenía ambos orbes en armonía y ha desencadenado una guerra inminente: los humanos desean unificar de nuevo los dos taslismanes y las criaturas de la alianza proteger el suyo.

El juego arranca con el control de Imphyy, que se arma como comandante de los caballeros del templo, protectores del Orbe de la Luz, tras derrotar a su hermano Aspharr en el duelo que tiene lugar en el primer nivel. Para esta escultural y deslumbrante guerrera enfundada en una angelical coraza que deja al descubierto un vertiginoso escote, su objetivo, independientemente de hacerse con el segundo orbe, será asesinar al Rey Goblin Dwarkfario en una venganza personal por la muerte de su padre.

Existen muchas escenas intermedias en los siete niveles de los que está compuesta la campaña de cada personaje. En ellas se va definiendo la personalidad de cada uno e incluso el jugador podrá tomar sus propias decisiones. En el caso de Imphyy, el guión muestra a una mujer cegada por su sed de venganza y de odio hacia la raza Goblin que le llevará a anteponer sus intereses a los de la ofensiva llegando incluso a cometer una matanza sobre un poblado de inocentes mujeres y niños goblin.

Siete personajes, dos lados de una guerra
Una vez se completa la campaña con Imphyy, dos nuevos personajes aparecen disponibles. Se trata del hermano mayor, Aspharr, y del mercenario Myifee, que ya aparecen previamente como personajes secundarios, el primero como lugarteniente de nuestro ejército y el segundo como refuerzo puntual en algunas misiones. Con ellos pueden comenzar a apreciarse los diferentes puntos de vista de esta misma historia. Aspharr luchará con el mismo objetivo que su hermana -obtener el orbe- pero con la justicia e igualdad como bandera, mientras que Myifee se sumerge en esta cruzada únicamente para cautivar el amor de una bella y aguerrida mercenaria.

La plantilla de personajes la completan Dwingvatt, el legendario Goblin blanco que dará oportunidad de ver la historia desde el otro lado, Klarrann, un ex-criminal convertido en sacerdote y Tyurru, una precoz hechicera de doce años cuyo único fin es poner a prueba sus casi ilimitados poderes mágicos. Vigkvagk, un poderoso troll, es el último personaje disponible, aunque sus motivaciones son muy básicas.

Guardia personal
Entraremos en combate escoltados por dos unidades de tropas que podremos elegir entre cuatro tipos distintos; lanceros, arqueros, infantería e infantería pesada, cada una con sus propias características que las harán más o menos útiles en determinadas misiones. Cada una de estas unidades se asociarán con uno de los dos botones RB y LB, pudiéndoles dar órdenes a través del pad, si bien es cierto que son demasiado básicas: ataque -cargar- y defensa. La salud de las tropas podrá restablecerse con ítems, ya que difícilmente alcanzan el final del nivel debido a su escasa IA, que los acaba rezagando siendo presa fácil de las unidades enemigas.

En su planteamiento el juego guarda muchísimas similitudes con Kingdom Under Fire, la serie que Phantagram llevó a Xbox y que próximame debutará en 360 con The Circle of Doom. Combate multitudinario por unidades, más centrado en la acción pura y dura que en lo táctico, y quizá eso es uno de los mayores defectos de N3, su abuso del mismo planteamiento misión tras misión. Aunque es innegable la belleza estética que atesora el título.

Técnicamente sobresaliente
Utilizando el hardware de 360 se han recreado unos inmensos campos de batalla con todo tipo de orografía: cordilleras, pasos subterráneos, desiertos, bosques, ríos y hasta localizaciones como el interior de las murallas de un castilllo, con efectos climatológicos que incluyen lluvia, tormentas de nieve y niebla volumétrica. En ellos se tiene total percepción del entorno gracias a una distancia de dibujado inmesa, que resulta especialmente espectacular en los inicios de los enfrentamientos más multitudinarios, en los que divisaremos los ejércitos enemigos acercándose desde la lejanía con un efecto desenfocado y motion blur.

La espectacularidad no decae en el choque de las tropas, todo lo contrario. Empleando la gran cantidad de memoria ram de 360 para colocar en pantalla a cientos de enemigos al mismo tiempo sin una sola ralentización junto a la física de la que se ha dotado al juego, los soldados enemigos caen bajo nuestra espada de una forma realista. Estas reacciones son espectaculares cuando en medio de varios regimentos utilizamos uno de los ataques especiales, que resultará en ver cómo los enemigos vuelan en masa a cada golpe mágico, emulando a Sauron en el prólogo de El Señor de los Anillos.

El Furor del Orbe
Cada personaje especial tiene dos ataques mágicos diferentes. El primero se carga con las almas rojas que dejan los enemigos al morir y es de potencia media, aunque suficientemente espectacular. Al utilizarlo, las víctimas liberarán otro tipo de almas, azules, que cargarán el segundo ataque especial, más laborioso de conseguir y que sólo se podrá utilizar una vez por nivel.

Los efectos de este combo son devastadores; explosiones, lluvias de meteoritos, diluvios, mallas de lásers o terremotos levantarán por los aires a cientos de soldados haciéndolos perecer instantáneamente y esparciendo sus cadáverez por el campo de batalla -desapareciendo segundos después-. Lo apocalíptico de estos dos ataques especiales nos hará sumar cientos de muertos en pocos instantes, por lo que es habitual terminar una misión con una cuenta de entre mil o mil quinientos sin demasiado alarde.

Al terminar cada misión se nos otorgará una clasificación que varía desde clase D hasta la A, más la S como especial. En este cálculo intervienen variables como el tiempo invertido en el nivel, las vícitmas por ataque normal, por fulgor del orbe -artaques especiales-, los objetos obtenidos y la supervivencia de nuestros soldados. A mayor puntuaciones, mayor bonificación para desbloquear contenido extra de la numerosa galería de arte que se incluye o de las fichas de personaje.

Aunque parece que se intenta mostrar una variedad de objetivos en las misiones, pecan de ser demasiado similares, resolviéndose todas simplemente diezmando al ejército enemigo. Algunas misiones consisten en defender localizaciones ante un asalto, otras en perseguir y derrotar a un determinado personaje especial y otras en rescatar a civiles o romper un asedio, pero la sensación de un verdadero repertorio diferente, está ausente. Los combates contra los personajes especiales enemigos añaden un punto diferente y necesario: Trolls gigantes, hechiceros, dragones, paladines Goblin, esculturales elfas oscuras y hasta señores de la guerra Orcos serán algunos de los que tendremos frente a frente.

Puntos de experiencia para subir de nivel
Nuestro guerrero evoluciona en base de un sistema de experiencia típicamente de RPG. Los enemigos que eliminemos nos harán sumar una cantidad de puntos que llegados a una cifra fija, subirán nuestro nivel. Esto conlleva aumentar el repertorio de combos, que puede alcanzar los 45 diferentes en algunos personajes -muy básicos de ejecutar, con combinaciones de dos botones más el salto- y poder equiparse con diferentes armas específicas para cada protagonista así como reliquias, que dejarán caer los enemigos muertos en combate.

N3 Ninety-Nine Nights (Xbox 360)

Estos objetos potenciarán los atributos de nuestro personaje, así como los de sus dos unidades; elevarán la salud, la velocidad de carga de los orbes, la frecuencia de ataques críticos o concederán ventajas mágicas. Cada luchador puede equiparse con un máximo de seis, ampliándose progresivamente. En el campo de batalla también se podrán recoger las tradicionales pociones que recuperen nuestra salud y la de nuestra tropa, así como otros ítems válidos por un tiempo determinado.

En la banda sonora, parece que la canción Your Color de la popstar coreana BoA que acompañó a la versión japonesa no se ha mantenido fuera de Asia. En su lugar la secuencia de introducción tiene el acompañamiento de una pieza más acorde a la banda sonora del juego: instrumental y épica con suaves vocales. El doblaje estará en inglés, con subtítulos al castellano en lo que parece una más que correcta localización.

Primer vistazo
Nuestra primera impresión es que estamos ante un título visualmente muy completo, con un apartado técnico envidiable, un diseño carismático y unos movimientos impresionantemente coreografiados, muy sencillo de jugar, vibrante y espectacular en el campo de batalla gracias a la física incorporada y el efecto de los ataques especiales. A pesar que presenta algunos fallos, como los anteriormente enumerados y la ausencia de un modo cooperativo que le habría hecho ganar mucho, no cabe duda que será uno de los títulos más solicitados por los usuarios de 360 al regreso de las vacaciones.