Dark & Light, Impresiones

La semana pasada pudimos participar en un evento que el equipo de desarrollo de Dark & Light organizó exclusivamente para la prensa. Tras nuestro contacto con el esperado MMORPG en las dos últimas ediciones del E3 de Los Ángeles, se convirtió ésta en la primera vez que pudimos disfrutar del juego al completo -o al menos así lo hace intuir el hecho de que Dark & Light ya esté a la venta desde hace un par de meses-.

El problema es que, tras haberle dedicado un buen número de horas a susodicha versión final, aún somos incapaces de apreciar los grandes progresos y las mejoras que supuestamente debería haber recibido el juego desde que lo jugamos por primera vez ahora hace casi más de un año...

Como ya sabéis, la idea original de Dark & Light era ofrecer un inmenso mundo por explorar, y en el que, gracias a sus posibilidades, el jugador pudiera llevar a cabo una vida paralela. Aunque en términos generales ese es el objetivo de la mayoría de MMORPG del mercado, lo cierto es que Dark & Light pretendía ofrecer una visión del género profunda y compleja, alejándose pues de los patrones impuestos hoy en día por juegos como World of Warcraft o Everquest 2.

Lo primero que nos impactó al jugar a Dark & Light fue la pésima optimización del código, que deriva a un rendimiento francamente bajo incluso en los equipos más potentes. Nos cuesta de entender que en un P4 3000Mhz con 2 gigas de memoria RAM y una tarjeta gráfica 6800GT, el juego no pase de los 30 frames por segundo incluso en los perfiles de configuración gráfica más bajos.

Suponemos que ese es el precio a pagar por tener la posibilidad de pasear por un mundo de más de 30.000 km totalmente abierto, pero pese a que es una decisión que tiende a disgustar a los seguidores de los MMORPG, la partición del mundo en zonas con periodos de carga intermedios hubiera sido una buena solución a dicho handicap, tal y como han demostrado ya Everquest 2 o el mismo World of Warcraft (aunque este último en menor medida).

Pero a nivel gráfico, hay algo que resulta más sangrante: el diseño artístico del juego. Hacía mucho tiempo que no veíamos en género alguno ni un diseño de personajes tan desafortunado, ni un mundo tan vacío, soso y en definitiva, falto de gancho. Porque si bien es verdad que el Ganareth es inmenso, también es cierto que apenas hay incentivo alguno para explorar sus tierras. El mundo de Dark & Light es una repetitiva sucesión de montañas -unas más altas que otras- salpicada por algún que otro poblado (un mal del que ya sufría, en menor medida, Star Wars Galaxies). Ni tan siquiera éstos ofrecen mucho más que un grupo de casitas rodeadas por una muralla. Sin lugar a dudas, una decepción para los que disfrutan encontrando sorpresas y detalles mientras pasean por el juego.

Aunque darse unas vueltas con el dragón es una verdadera pasada -mención especial a los paisajes que podemos ver desde los cielos, quitan el hipo-, tenemos la sensación de que NP Cube ha olvidado de que para que un mundo sea divertido no sólo basta con que sea grande, sino que hay que vestirlo de elementos para que el jugador se sienta realmente en un mundo vivo, y no en una simple extensión de terreno virgen.

Pero donde realmente Dark & Light demuestra ser un juego inacabado, es en el apartado jugable del mismo. Tal y como está ahora mismo el juego, resulta difícil divertirse con él. ¿Por qué? Porque, por ahora, ni el combate resulta divertido, ni tampoco las alternativas a éste (crafteo, principalmente), pilares básicos sobre los que se debe sustentar cualquier MMORPG. 

Y es que al luchar en Dark & Light, recordamos aquella sensación de fragilidad e imprecisión que caracterizaba a los primeros juegos de rol online que aparecieron años atrás. Las animaciones de los personajes son francamente pobres, a lo que hay que unir unas habilidades de lo más confusas, y un sistema de niveles totalmente desequilibrado. En definitiva, cada combate es un mar de sorpresas, aunque lamentablemente, la mayor parte desagradables.

El crafteo, por su parte, no ofrece nada que no hayamos visto en cualquier otro juego del género, pero además, se apoya en la repetición para justificar su supuesta profundidad. En otras palabras: no es que el sistema de crafteo sea complejo, sino que hay que hacer el mismo proceso tropecientas veces. De modo que sí, al final acaban dedicándose al crafteo sólo algunos jugadores, habiéndolo olvidado los otros por lo tedioso que resulta. Tras haber visto de lo que es capaz Everquest 2 en este terreno, no entendemos como, casi dos años después, Dark & Light sigue ofreciendo un sistema tan retrógado.

Durante el evento, se nos enseñó el sistema de fortalezas, que promete aportar la profundidad de la que carecen otros aspectos del juego. Aún así, por el momento parece un sistema inacabado, como el resto del juego, y buena prueba de ello la podéis encontrar en las capturas que ilustran este artículo, donde claramente se puede observar la total desproporción, a nivel de tamaño, entre los diversos elementos que componen una fortaleza.

Lo cierto es que pocas veces nos habíamos topado con un MMORPG cuya primera impresión con él fuera tan negativa.  La mayoría de juegos del género irrumpen en el mercado con fallos y desajustes, sí, pero Dark & Light es ahora mismo un título prácticamente injugable. Pese a que ya lleva casi tres meses a la venta -únicamente a través de internet-, hemos preferido posponer el análisis a esperas de que se lance, esta misma semana, un gran parche que según nos han comentado los desarrolladores del juego solucionará muchos errores y aportará varias novedades. 

Sinceramente, esperamos que así sea, porque si no, bastante negro pinta el futuro de este Dark & Light. Y es que la competencia que hay ahora mismo en el género es muy fuerte, y cualquier fallo sonado se paga con gravedad (que se lo pregunten a Star Wars Galaxies y su NGE). Y lo más importante, NP Cube debería hacer un esfuerzo por presentar un juego digno de aquí a final de año,  ya que lo que se nos viene encima no es poco: Warhammer Online, El Señor de los Anillos o Tabula Rasa empiezan a asomar la cabeza en el horizonte...