Dragon Quest: Young Yangus and the Mysterious Dungeon, Impresiones

El gamberro personaje de Dragon Quest VIII debuta en solitario en la nueva aventura de Square Enix para PlayStation 2. En DQYangus descubriremos el pasado del protagonista y el cómo llegó a ser como los conocimos el pasado mes de abril. Tras jugar a la versión japonesa os dejamos con nuestras impresiones.

Actualizado a 14 de enero de 2018 07:00 CET

Dragon Quest: Young Yangus and the Mysterious Dungeon (PlayStation 2)

Tras arrasar en Japón, Dragon Quest VIII (El Periplo del Rey Maldito por aquí) ha repetido éxito en EEUU y Europa. De hecho, el pasado mes de Abril encabezó la lista los más vendidos en nuestro país, por encima de franquicias como El Padrino, Tomb Raider, FIFA Street, Animal Crossing o Pokémon. Esto no hace sino confirmar que los gustos nipones cuajan perfectamente en el Viejo Continente, lo que podría verse premiado según nos comentó Yuri Hori con el lanzamiento en Europa de nuevas entregas de la franquicia.

Dragon Quest Young Yangus and the Mysterious Dungeon es la más reciente de todas, y la única recién salida del horno que de momento no tiene confirmada su salida de Japón. Pero no será un integrante más de la franquicia clásica de RPG's por turnos que podemos disfrutar desde abril, sino un "Dungeon Crawler" puro y duro basado en la superación de diferentes mazmorras. Ya os lo explicamos en el avance realizado hace unos meses, y ahora tras jugar a la versión japonesa final volvemos a recalcarlo. Os dejamos con nuestras impresiones.

Dragon Quest Yangus (PlayStation 2)

Quien juega con fuego...
DQYangus arranca con una secuencia bastante divertida en la que vemos a Yangus caminando por una tenebrosa mazmorra. Según se adentra en la zona va topándose con monstruos clásicos en la serie, como Slimes (Limo), Demonio Danzarín, Gatos Apastelados, Maquipájaros e incluso un inmenso dragón. Pero como es lógico, los enemigos intentan abalanzarse sobre él, desembocando en una carrera por toda la cueva con los monstruos detrás de Yangus. Pero llegó la salvación. Segundos después, ya acorralado en un pasillo sin salida, Yangus se encuentra una especie de botijo. Un objeto mágico que absorbe al enorme dragón de entre los enemigos, y que posteriormente lo libera bajo el control del muchacho -como las Pokéballs-. Los enemigos huyen... y Yangus se despierta.

Afortunadamente todo ha sido un ¿mal? sueño. Aquí comienza la trama de verdad, con Yangus en la ciudad de Villahurto. Mientras camina por las calles, encuentra a tres hombres que curiosamente portan un botijo igual al de su sueño. Intrigado, se decide a seguirles para investigar. Pero vuelve a pasar. Yangus toca el objeto y una luz lo envuelve, transportándole al lugar de su sueño.

Ya aquí tomamos su control total. Nos encontramos en una preciosa ciudad con un lago en el centro, y unas cuantas casas con jardines en los extremos. La población del lugar es rara, no son humanos, sino una especie de extraterrestres con una hoja en la cabeza muy en la línea de lo que nos tiene acostumbrados Akira Toriyama. Un jovenzuelo se percata de nuestra presencia y nos ofrece una misión...

La música no sorprende y los efectos sonoros tampoco. El doblaje al japonés es bueno, pero no supone nada que no hayamos visto/escuchado previamente. El único fallo "técnico" que hemos podido percibir ha sido el control. Duro y rígido, impreciso por momentos, es casi imposible caminar por una mazmorra sin sufrir una mala respuesta. Suponemos que se arreglará en posteriores versiones occidentales, por que realmente hace falta.

Motor del juego (imagen 1), secuencia de vídeo (imagen 2)

Dragon Quest: Young Yangus and the Mysterious Dungeon

PS2

RPG

Dragon Quest Yangus nos pondrá en el papel del bárbaro Yangus, uno de los personajes de la octava entrega, durante su loca adolescencia. La estética será algo más desenfadada que la anterior entrega, continuando con el marcado estilo de Akira Toriyama.