Diario de un E3: Necesitamos jugar

Nintendo lleva mucho tiempo diciendo que para conocer el verdadero potencial de Wii tendremos que hacerlo en primera persona, con el mando en la mano, y no como meros espectadores. Y tras la conferencia de ayer en el Kodak Theatre, necesitamos meterle mano ya. En apenas una hora estaremos metidos de lleno en la marabunta de periodistas que llenarán al máximo el stand de Nintendo en el Convention Center.

Las sensaciones que tuvimos ayer con Wii recuerdan claramente a las que en su día experimentamos con Nintendo DS. Hace dos años, cuando en el evento previo al E3 de entonces se mostró al mundo la nueva portátil, su acabado gráfico distaba considerablemente de su rival directo. Ver a gente de Nintendo moviendo un palito sobre una pantalla táctil parecía divertido, pero no transmitía las suficientes emociones como para vaticinar el éxito que posteriormente ha tenido DS. El tiempo les ha dado la razón en este caso.

Con Wii nos enfrentamos a estos mismos parámetros, pero aún más exponenciales. La brecha gráfica respecto a sus competidoras es aún más acusada y a su vez la experiencia jugable parece ser mucho más única que lo es en Nintendo DS. ¿Hasta qué punto el déficit visual se verá equilibrado por la experiencia de una partida a Wii?

Nintendo insistió ayer que jugar no es sólo ver, 'Playing = Believing' rezaba la frase más repetida durante la conferencia. Nueva generación no es necesariamente sinónimo de alta definición y gráficos fotorrealistas, sino de nuevas formas de jugar y de alcanzar la diversión por otras vías igual de gratificantes. E incluir en este todo a las personas que nunca han jugado a una consola y a las que dejaron de hacerlo hace mucho tiempo -en definitiva, abrir mercado- será otro de los retos vitales de Nintendo, y particularmente, de Satoru Iwata.

Este eslogan de 'jugar es creer' podría aplicarse perfectamente a Nintendo DS, y 16 millones de usuarios en todo el mundo afirmarían que así es, pero este mismo esfuerzo deben hacerlo con Wii, e insistir mucho más, por la sencilla razón que Nintendo dominaba de sobra el mercado portátil con GameBoy Advance y podía arriesgarse con DS, pero en las consolas de sobremesa la situación está justo en el otro lado de la balanza.

No queremos pisar el West Hall predispuestos a lo que nos ofrecerán los 27 títulos jugables de Wii, pero estamos deseosos de empezar a sentir el mando en nuestras manos y creer que Nintendo ha dado un giro en la dirección acertada.