Juntos y revueltos

Cincuenta años. Una cifra importante para cualquier ser humano, que no suma años, sino que resta hacia el final de sus días. Sin embargo, para una compañía no es tanto, sino que son parte de una historia que no deja de crecer, en manos de nuevas generaciones y adaptándose a las corrientes de cada época. Cincuenta años que ya tiene una de las grandes casas, Namco.

Para tan importante evento, la compañía japonesa ha desarrollado dos títulos bien distintos. Uno, de elevado valor por los estupendos juegos que contiene: Namco 50th Anniversary NamCollection, que incluye los clásicos de PlayStation Ridge Racer, Tekken, Ace Combat 2, Klonoa y Mister Driller. Otro, que se remonta a los inicios de la compañía, Namco Museum 50th Anniversary, con títulos más numerosos, pero también más discretos.

A la espera de que llegue a aparecer el DVD tan llamativo arriba mencionado, llega a nosotros, con un importante retraso respecto a otros mercados, el segundo. Han sido abundantes las entregas de Namco Museum a lo largo de las diversas plataformas y generaciones, y esta sin duda es la más completa de todas ellas. Pero también, se nos antoja, desgraciadamente, algo vacía y carente de verdadero interés.

Un puñado de clásicos

En este recopilatorio nos encontramos con la friolera de catorce juegos clásicos de Namco, a saber: Pac-Man, Ms. Pac-Man, Galaga, Galaxian, Dig Dug, Rally-X, Pole Position, Pole Position II; Xevious, Dragon Spirit, Bosconian, Rolling Thunder, Mappy y Sky Kid. Además, se podrán desbloquear dos títulos más, Pac-Mania y Galaga '88, pero sólo tras conseguir determinadas puntuaciones en los demás juegos.

Digital Eclipse ha sido la encargada de la emulación de los juegos para este nuevo Namco Museum, tras su trabajo en los recopilatorios de otras compañías como Atari, Midway y Capcom, que también se han apuntado recientemente a la moda de recuperar sus juegos clásicos. Con resultados dispares en cada obra, lo cierto es que en esta ocasión han conseguido llevar a cabo una excelente labor.

La emulación es casi perfecta en el salto de recreativa a consola, y en algunos títulos es bastante superior a lo visto en anteriores entregas de Namco Museum que ya recogían los juegos. Por lo demás, todos ellos mantienen su aspecto original y se adaptan de forma correcta a los mandos de consola (salvando las diferencias en los juegos que gozaban de mueble especial que pierden en el transvase).

Calidad dispar
A pesar de que todos los jugos son auténticos clásicos de su época, lo cierto es que algunos llevan mejor el paso del tiempo que otros, provocando que a un usuario de nueva generación no le digan nada o no sepa disfrutar del encanto que esconden. De este modo, el recopilatorio en líneas generales se reserva para los más viejos del lugar que disfrutaron con alguno de los títulos en su momento o aquellos que pasen buenos ratos con los clásicos que no pudieron disfrutar en su época.

Pese a todo, los juegos son, como cabría esperar, muy simples en todos sus aspectos. Muchos de ellos se basan en avanzar niveles sin más (mítico Pac-Man, con las horas perdidas que supuso para muchos y el famoso nivel final fantasma), y otros son más bien cortos, pero se basan prácticamente todos en conseguir mejores puntuaciones.

Apartado técnico
Gráficamente, conservan el aspecto de los originales, manteniendo una fidelidad perfecta. Sin embargo, en la presentación del juego se podría esperar algo más que la sencillez con que se representan las máquinas que podremos disfrutar en el disco. Del mismo modo las melodías, apropiadas para la época, pero que a día de hoy no conformarían una banda sonora de grandes ventas.

En el apartado jugable, lo dicho anteriormente, resultan divertidos pero con limitaciones, sobre todo en cuanto al público que sacará partido a gran parte de los títulos. Queda pena por el escaso aprovechamiento de Namco en este recopilatorio, al no incluir información y extras de los juegos que convirtiesen esta obra en un completo historial de la compañía y de sus principales títulos. Es un disco que sólo contiene un puñado de clásicos ofrecidos sin ningún tipo de ornamentación.