Seis décadas de pinballs en la palma de tu mano

A pesar del considerable descenso de los salones recreativos en nuestra sociedad y, por consiguiente, de la presencia de las conocidas máquinas de pinballs, este tipo de entretenimiento posee un buen número de seguidores fieles frente otras tendencias. Desgraciadamente la situación no es muy propicia: hace veinte años la relación entre éstas y las máquinas de azar estaba al 50%, hoy en día ya es raro encontrarse una de ellas en un bar y han sido casi suprimidas de las zonas de ocio.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

No obstante, este tipo de entretenimiento creado por primera vez hace más de setenta años sigue siendo una perfecta fuente de inspiración para las compañías de videojuegos, tanto para crear nuevas ideas y combinarlas con otras existentes (como es el caso de Odama, en GameCube), adaptar una conocida franquicia (Sonic, Mario, Pokémon…) o recopilar pinballs existentes y/o de marcas conocidas, tal y como ocurre en esta ocasión con Gottlieb Pinballs Classics, el debut en nuestro continente de dicho género en la portátil de Sony. Once míticos pinballs de uno de sus primeros creadores reunidos en un sólo UMD.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

Introducción

En esta ocasión FarSight Studios (con la supervisión de System 3), ha sido la encargada de adaptar las máquinas más clásicas de la marca Gottlieb desde los años 30 del pasado siglo hasta 1995, con algunas que se quedaron en meros prototipos. Realmente nos encontramos con una adaptación del homónimo juego que salió para PlayStation 2 y Xbox hace dos años en Estados Unidos (con el título Hall of Fame: Gottlieb Classics Pinballs) pero con el doble de mesas y algunas nuevas opciones cuyo conjunto forman un título mucho más notable.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

Existen en total tres modos de juego: Desafío Gottlieb, Torneo y Layout, éste último muy parecido a la opción de Sala de Juego. Ésta y la anterior nos permiten probar cada una de las once máquinas disponibles siempre y cuando tengamos créditos para ello (aunque algunas son gratuitas). Dichos créditos los conseguimos en las otras modalidades y se pueden utilizar para comprar códigos secretos, que nos desbloquean nuevas opciones de juego, como observar las zonas de entradas a mini-juegos, records, estrategias, etc.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

Dentro del modo Desafío, la principal modalidad para un sólo jugador, disponemos de hasta tres oportunidades por mesa para conseguir un determinado número de puntos, aumentando progresivamente la dificultad con cada una superada. Hay determinados momentos en los que es bastante complicado resolver el objetivo concreto de cada máquina pero para ello contamos con inestimables ayudas durante el menú de la misma, como ver la Meta, las cinco puntuaciones máximas, varias instrucciones interactivas de cada zona y una completa historia junto al folleto de publicidad original. Algo que sin duda agradecerán los más nostálgicos.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

La principal apuesta del UMD es el modo multijugador para un máximo de cuatro usuarios con sólo una copia del juego, pudiendo 'enviar' la mesa a sus respectivas consolas y conservarla hasta que la apaguen (los pinballs Tee'd Off y Victory no se pueden pasar, al parecer por lo que ocupan).

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

Solo hay dos modos de juego: Torneo, en el que cada jugador va pasando por todas las mesas en orden y sumando puntos, y crear nueva partida, pudiendo determinar las máquinas, recorrido, tiempo, puntuación u otras variables. Además también podemos realizar torneos en la propia consola, con hasta un máximo de cuatro jugadores, alternándose el control de la misma entre los diferentes rivales.

Las mesas son realmente muy variadas, aunque algunas cuentan con un mejor diseño. En orden cronológico son las siguientes: Play-Boy (1932), Ace High (1957), Central Park (1966), Big Shot (1974), Genie (1979), Black Hole (1981), Goin' Nuts (1983), El Dorado (1984), Victory (1987), Tee'd Off (1993) y Strikes and Spares (1995). El título también incluye dos sencillos entretenimientos habituales de los locales de estos arcades: el adivino Xolten, que nos descubre el signo del zodiaco y predice nuestro destino, y una máquina Love Meter, en la que tras introducir un crédito nos revela como de bueno somos en el amor.

Entrando en detalles, cada mesa está representada milimétricamente, destacando algunas por su originalidad o diseño. Por ejemplo, una de las más curiosas es Play-Boy, que no posee Flippers (los mandos que se pulsan con los botones laterales) ya que fue una de las primeras del género y la bola se maneja golpeando la tabla hasta insertar diez de ellas en unos agujeros que representan cartas, pudiendo realizar pareja, trío, full, escalera de color u otras combinaciones de Blackjack y póquer.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

Otras mesas, en cambio, consisten en varios mini-pìnballs (Black-Hole), mini-juegos de precisión (como es el caso de Genie -una de las mejores tablas- o Big Shot, cuya mecánica recuerda a una mesa de billar), planeamientos parecidos a los de una bolera (Strike and Spare) u otras en las que incluso lanzan tres bolas directamente (Goin' Nuts) con las que acumulamos tiempo y puntos hasta que sólo quede una esfera, momento en el que empieza un cronometro y al terminar bloquea los flippers.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

Una de las principales peculiaridades del juego es la opción de girar la consola para jugar verticalmente, manejando los flippers con triángulo y X en vez de con los botones superiores. No obstante, en ambas posiciones se utiliza el stick analógico para golpear la mesa en cualquier dirección y en la posición vertical es ligeramente incómodo, si bien la perspectiva es mucho más realista. En ambas opciones contamos hasta con seis cámaras para observar la acción, algunas mejores para determinados pinballs y otras cuyo uso es más que discutible.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

Gráficos

A pesar de la gran fidelidad respecto a los pinballs homónimos, el título cuenta con algunos defectos en el apartado visual, destacando sobre todo el aspecto de 'plástico artificial' de la gran mayoría de máquinas, junto a unos reflejos y juego de luces poco trabajados.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

El ambiente de sala recreativa está muy conseguido, de hecho el menú del juego es sencillamente una de ellas, con sus globos, muñecos y luces fosforescentes. Los dos mini-juegos cuentan con imágenes foto-realistas de gran nivel aunque se sitúan en un segundo plano debido a su baja interactividad.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

Las cámaras, si bien son muy numerosas, ninguna ayuda realmente a observar perfectamente los diferentes elementos de la mesa, entre otras razones por las simples texturas utilizadas. La gran variedad entre las mesas es uno de los puntos a favor pero existen en ocasiones pequeñas ralentizaciones de la acción, normalmente cuando hay varias bolas en juego. Los efectos gráficos brillan por su ausencia aunque tampoco se echan en falta.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

Sonido

En este aspecto FarSight Studios ha hecho un notable trabajo ya que nos encontramos con sonidos grabados de las máquinas reales, con diferentes melodías y perfectamente ambientadas, aunque quedan en un segundo plano con el juego en movimiento por los efectos de los elementos de la mesa.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

También existe un sonido de sala recreativa de fondo, que ayuda bastante a aumentar el ambiente pero que se repite continuamente. Los menús cuentan con unas pocas melodías de rock ligero con guitarras eléctricas: son un poco reiterativas y poco variadas. Por último, cada mesa cuenta con voces en perfecto inglés que nos narran el origen, consejos y secretos de cada una pero pueden ser un pequeño lastre para algunos jugadores debido al idioma.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

Jugabilidad

Independientemente del modo elegido controlar las diferentes mesas es realmente sencillo contando con dos modos de visualización de la acción (horizontal y vertical) aunque en uno de ellos la accesibilidad al stick analógico afecta al control y comodidad del usuario. Las doce cámaras disponibles son muy variadas aunque algunas de ellas no siguen la acción correctamente.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

Los controles se limitan a los botones superiores para activar los flippers (o triángulo y X en posición vertical) y el stick para mover la mesa y retener el muelle lanzador. Los demás botones los utilizamos para acceder a diferentes opciones dentro de la máquina o durante los menús. Sencillo y directo aunque en ciertas ocasiones el diseño de la portátil de Sony incomoda tras algunas horas de juego.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

El comportamiento de la bola es más que correcto, pudiendo incluso variar su tamaño y peso de una máquina a otra y con ello su forma de actuar ante los golpes. El número de flippers (excepto en el caso de Play-Boy) puede variar de dos a cuatro, lo que aumenta en ocasiones la dificultad del juego, aunque realmente no es muy alta.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

A pesar del abultado número de pinballs, los mini-juegos no son muy numerosos o variados, lo que limita en ocasiones la rejugabilidad del título. En cambio la duración es bastante alta, llegando a casi las 40 horas de juego en el modo Desafío, si bien la suerte siempre juega un papel fundamental. A pesar de encontrarnos con los pinballs más famosos se echan en falta algunos míticos de la compañía, como Humpty Dumpty que en 1947 inauguró los flippers.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)

Sin embargo la opción 'Game Sharing', con un solo UMD, es el principal aliciente del título ya que siempre podremos compartir el juego con cualquier amigo y hasta el momento otros títulos sólo permitían jugar algunos niveles con diversas limitaciones.

Gottlieb Pinball Classics (PSP)