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La loca Revolución

Las imágenes aparecidas de Red Steel han avivado las esperanzas de que Revolution vaya a crear un efecto tal que cambie nuestra percepción de los videojuegos. Dejadme que intente ser realista.

Estos días nos hemos visto envueltos en una 'catarsis' colectiva con la filtración de las primeras imágenes de 'Red Steel', un juego de UbiSoft para la next-gen de Nintendo, por ahora llamada Revolution. Los foros arden, debaten, insultan, teorizan y conspiran con esas imágenes, imaginando cómo se moverá ese nivel gráfico con las supuestas specs que la web IGN lanzó al aire. Pero sobre todo, la gente está loca por saber cómo se JUGARA con el mando ideado por Nintendo.

'Una nueva forma de jugar', 'la idea de los videojuegos cambiará para siempre',... y más frases lapidarias, drásticas e intimidatorias saltan con cada nueva información (?) que sale a la luz sobre la sucesora de la Gamecube. Esto es más bien culpa de los usuarios, que moldean y suben a las alturas un 'hype' que se les puede caer encima dentro de más o menos un mes en el Kodak Theatre de L.A.

No se trata de menospreciar a la futura Revolution de Nintendo. Se trata de ver con perspectiva la salida de una nueva máquina dentro de lo que ha sido la hasta hoy corta historia de los videojuegos. Pocas cosas han marcado grandes rupturas dentro del sector (el paso de los 8 a los 16 bits, los juegos 3D,...), y aunque Nintendo tiene potencial para hacerlo, no podemos estar tan ciegos como para pensar que eso va a pasar ahora 'sí o sí'.

¿Que Revolution va a ser una gran máquina? Eso no hay nadie que lo dude. ¿Que la nueva aplicación del revomando traerá más diversión o una nueva forma de juego? Pues puede ser que también (de hecho, lo estoy deseando). Pero no podemos perder el norte, y pensar que un hardware algo inferior a X360 o PS3 (teóricamente) nos va a mostrar una nueva forma de ver y entender este sector es, quizá, propio de los deseos innegables que tenemos de vernos sorprendidos y entusiasmados.

De verdad, jugar con el revomando como si fuese una espada o un arma, o una raqueta de tenis tiene pinta de ser realmente divertido. Pero de ahí surgen varias preguntas: ¿las sesiones de juego sufrirán la tendencia a ser más cortas, para evitar la fatiga? ¿se agolparán juegos y juegos de unos géneros concretos, dejando otros también importantes desatendidos? ¿en qué manera afectará la no inclusión de la HD en los gustos de los usuarios? ¿Revolution pasará a ser la 'consola apoyo' en vez de ser la primera opción? ¿la gente realmente quiere un cambio? A esta última aporto un rotundo SI... pero con reservas.

Y nos queda otro tema: el catálogo. Tanto N64 como Gamecube han sufrido una despreocupación mayúscula de las thirds parties para con ellas, dejando tiradas ambas consolas, y apoyándose éstas casi unicamente en juegos second party o de la propia Nintendo. Personalmente, si yo hubiese tenido una N64 y una GC sin probar otras máquinas, ahora mismo no confiaría mucho en la capacidad de la casa de Kioto para reunir un elenco de títulos externos con gancho para su nueva máquina. Red Steel puede ser una buena prueba, pero también puede ser la excepción que confirma la regla.

Que las dos han tenido grandes juegos es indiscutible... pero a cualquiera de ellas les ha faltado cantidad y títulos AAA más espaciados. Especialmente sangrante es el caso de GC, aún en el mercado, pero del que hace tiempo que ha salido por la parte de atrás, sin apoyo ni de la propia Nintendo ni de otras compañías a las que no han sabido convencer. Mientras espera su última perla (Twilight Princess), sin saber cuándo llegará finalmente, y con una máquina muerta de la risa en casa. Máquina que ha dado grandes momentos, está claro, pero que siendo realistas lleva muchas semanas apagada.

Nintendo en el mercado portátil es la referencia. Presenta innovación, jugabilidad, diversión y máquinas totalmente orientadas a su estilo, el cual gusta a la mayoría del público. Sin embargo, en cuanto a máquinas de sobremesa deja bastante que desear para con el usuario. Revolution necesita ser el cambio, el nuevo punto de partida. Los usuarios reclamamos innovación y diversión. Y sabemos que ellos pueden dárnoslo. Lo que no podemos es dejar de mirar atrás, pensar que todo está por descubrir, y que lo que Nintendo nos va a presentar va a ser lo más de lo más sea lo que sea.

Debemos ser consecuentes, pero Nintendo debe serlo más aún. Lleva tiempo abusando del usuario de consola de sobremesa. Nos merecemos algo realmente bueno. Que sepan que no nos valdrá cualquier cosa. Y sobre todo queremos novedades de calidad con una frecuencia de salida MUCHO más corta que las de estas dos últimas generaciones. Este próximo mes, con el E3 más importante del último lustro, Nintendo tendrá su última oportunidad en el mercado de las consolas caseras. Por favor, que no desaproveche su opción. Por el bien nuestro, y por el de ellos.