Driver: Parallel Lines
- PlataformaPS27XBX
- GéneroAcción, Aventura
- DesarrolladorReflections
- Lanzamiento17/03/2006
- EditorAtari
A caballo entre dos épocas
La saga Driver vuelve por cuarta vez, pero en esta ocasión no seremos Tanner, sino un joven ambicioso que quiere demostrar ser el mejor y acabará viéndose a caballo entre dos épocas muy distintas tras una larga condena. Descubre el Driver que intenta redimirse de los fallos de la tercera entrega.
La saga Driver ha gozado de su época dorada en PSOne, con dos entregas de grandísima calidad que la han encumbrado a la categoría de títulos estrella de la primeriza máquina de Sony. Sin embargo, su salto a los 128 bits no ha sido todo lo satisfactorio que se esperaba, y Driver 3 supuso una importante decepción que echaba por tierra las altas esperanzas que se tenían en el juego.
Driver: Parallel Lines (PlayStation 2) |
Intentando recuperar el espíritu perdido y la posición de privilegio que ocupaba en la generación anterior, llega ahora la cuarta entrega de la saga, bajo el título de Driver: Parallel Lines. Ofreciendo la posibilidad de jugar entre dos épocas, misiones abiertas y con una realista representación de la ciudad protagonista de Nueva York, el juego supera con creces a su predecesor, pero todavía está lejos de la gloria de antaño.
Driver: Parallel Lines (PlayStation 2) |
Driver: Parallel Lines (PlayStation 2) |
En esta cuarta entrega, nuestro protagonista vivirá entre dos épocas bastante distintas entre sí. Al principio del juego, nos encontraremos en sus años dorados como conductor, a finales de los 70. Aquí iremos forjando nuestra leyenda, empezando desde lo más bajo y logrando crecer, haciendo frente a retos de cada vez mayor envergadura.
Sin embargo, tras una traición, "El Chico" se verá confinado en una celda hasta cumplir una larga condena, es decir, hasta el 2006. Una vez fuera, nuestras motivaciones principales serán muy distintas a las de ser el mejor conductor de los bajos fondos: ahora buscaremos a los individuos que nos mandaron a la sombra para llevar a cabo nuestra venganza.
Driver: Parallel Lines (PlayStation 2) |
Un argumento muy a lo Kill Bill en lo referente a lo de intentar cumplir con nuestra lista de venganza, pero que favorece que el juego no caiga en la repetición, con lo que tenemos dos líneas temporales distintas entre las que podremos movernos mediante el menú de pausa, aunque no es del todo recomendable, ya que para poder desenvolvernos por 2006 la dificultad puede ser elevada si no hemos completado los años 70. En este aspecto, con un simple argumento, tenemos dos juegos diferentes de una duración más que considerable.
Driver: Parallel Lines (PlayStation 2) |
De este modo, nos encontraremos con distintos tipos de vehículos, distinta música, la gente por la calle (y nuestro personaje) vestirán acordes a la época en la que vivan, y las calles también se verán modificadas según los cambios que ha ido sufriendo la ciudad a lo largo de esos años. Esto repercute también en las misiones, donde pasaremos, por ejemplo, de perseguir un coche en los 70 a perseguir un tren en 2006.
No obstante, podremos en cualquier momento bajar de nuestro vehículo y avanzar a pie, aunque hay que tener cuidado con cómo lo hacemos. A cuanta más velocidad vayamos, mayor será el golpe del personaje contra el asfalto al bajar del coche (saltando en marcha del vehiculo), y si lo hacemos en medio de la calle corremos el riesgo de ser atropellados. Los vehículos tienen un límite de daños a recibir, y cuando se queden quietos de tal forma que no respondan al mando de control, deberemos alejarnos rápido de ellos antes de que exploten.
Si nuestro vehículo no está en condiciones de seguir, no tendremos más que buscar otro, ya que podremos hacernos con cualquier coche a nuestra disposición, motos y coches de la policía incluidos. Según el tipo de vehículo que utilicemos, resultará más sencillo o más complicado llegar a controlarlo, pero pese a todo, el sistema de giro resulta un poco duro, lo que repercute en la jugabilidad.
Tendremos a nuestra disposición armas, que se podrán utilizar no sólo cuando vamos a pie, sino que también mientras conducimos. El sistema de disparo es bastante directo y sencillo de hacerse con el control, por lo que no supondrá mayores problemas el hacer uso de las armas de fuego mientras estamos al volante de nuestro vehículo.
En pantalla podremos observar un par de medidores muy útiles. A un lado de la pantalla tendremos el cuentakilómetros junto a un medidor que indica lo buscados que estamos siendo según el nivel de crímenes cometidos al volante. Al otro, un mapa de la ciudad, donde se resaltan los puntos más importantes, junto a un medidor de crímenes a pie. Cuanto más llenos estén los medidores, mayor carga policial tendremos encima.
Escapar de la policía puede ser o terriblemente fácil, como esconderse en una esquina más o menos cercana a la carretera, y ya no nos ven, o bien terriblemente difícil, donde no nos dejarán en paz ni a sol ni a sombra. Además, después de perseguirnos una vez, permanecerán alerta aunque parezca que hay calma en el ambiente.
La vida del personaje irá disminuyendo no sólo cuando, yendo a pie, sea atropellado, se dé golpes o reciba balas, sino que incluso dentro del propio vehículo, si nos damos un golpe fuerte, la vida se verá reducida en proporción a la brutalidad del accidente. Estos accidentes serán llamativos ya que el juego se preocupa de mostrarlos con cámara lenta y brillos apropiados.
Estos minijuegos pueden consistir en pequeñas pruebas tales como mejorar un tiempo récord atravesando un parque, o ganar una carrera en un circuito cerrado. Será necesario conseguirlo para poder obtener la recompensa económica, aunque arreglar nuestro coche no siempre será algo principal, al poder cambiar de vehículo con suma facilidad y dados los problemas monetarios habituales que tendremos al principio del juego.
También destaca negativamente el hecho de que, en algunos momentos, los personajes se suban encima de los coches, o que incluso aparezcan allí sin más, especialmente los policías, que si están atascados en alguna esquina, salen del vehículo por el techo directamente y empiezan a dispararnos, o un peatón que va paseando por la acera y se nos sube en el capó.
Por su parte el apartado sonoro es bastante notable, con melodías acorde con cada época, efectos sonoros muy logrados y un trabajo de doblaje al español muy bien llevado a cabo. No obstante, en este aspecto destaca que sólo se doblasen los personajes principales, por lo que peatones y conductores normales gritarán y se quejarán en perfecto inglés.
En el aspecto jugable, pese a que los controles responden bastante bien tanto a pie como en vehículo, queda un poco por pulir, sobre todo en los giros bruscos y curvas, en los que los coches no consiguen reaccionar todo lo bien que podemos estar acostumbrados a ver de otros títulos. De todos modos, nada que no se pueda conseguir con mucha práctica.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.