Ángeles, demonios y épica

Guión

Dependiendo de los actos realizados en vida, después de fallecer, el destino es el cielo, el infierno, o el purgatorio, todos mundos del Más Allá. Este no es un lugar continuo, sino que se compone de innumerables regiones, tales como reinos de luz, de tinieblas, algunos conectados entre sí, y otros solo accesibles a ciertos tipos de entes. Tanto la luz como las tinieblas poseen castillos, ciudades y fortalezas, pues en los campos del Más Allá se libra una lucha eterna de la que depende el precario equilibrio del universo.

Ángeles, demonios y almas muertas se encuentran enzarzados en un combate sin fin, donde cada pequeña victoria desequilibra el mundo en que vivimos. Nuestro objetivo será prestar apoyo a uno de estos bandos, combatiendo en varias zonas en las que habitan seres mitológicos, tanto del Orden como del Caos. ¿Te unirás a los ángeles, con Saddiel a la cabeza; los demonios, capitaneados por Baal; o las almas muertas, guiadas por Astarte?

Jugabilidad

Fallen Lords te permite jugar a tres campañas en el modo solitario en cualquier orden, correspondiendo cada una a los ya mencionados bandos que se enfrentan. Sin embargo, la zona de entrenamiento es lo primero que deberíamos probar, pues allí se enseñan algunas técnicas fundamentales. El complemento de este pequeño tutorial es la primera fase de cada campaña, que nos guiará con los pasos que nos faltan para controlar cada facción.

Una vez nos decidimos por uno de los bandos, el narrador contará la historia del que hayamos elegido, pasando luego a la pantalla de selección de fase. Cada campaña cuenta con 10 niveles, y cada nivel cuenta con su propia detallada narración de los hechos, dando la sensación de estar leyendo un libro de fantasía medieval. En este punto, la inmersión va en aumento, y ya queremos entrar en acción.

Comentamos que es recomendable elegir el bando de los ángeles, ya que aquí se explican todos los detalles desde cero, mientras que en las demás facciones se dan por conocidos varios de estos. Ahora entramos en la primera fase, previo paso por la pantalla de carga, siendo este el momento de aprender a controlar nuestro personaje y comprender la interfaz. Esta es muy sencilla, pues consta de una barra verde de salud, una barra azul de maná (que aparecerá solo cuando utilicemos una unidad mágica), una brújula (con indicadores que nos informarán de la dirección a seguir para cumplir la misión), y los marcadores de escuadrones activos (cuando nos brinden la posibilidad de manejar ejércitos).

Cualquiera sea el bando elegido, comenzaremos controlando la unidad más básica (Nephtali para los ángeles, Kodesh para los demonios, y Ghouls para las almas muertas). Rápidas y ligeras en combate, estas unidades pueden atacar tanto cuerpo a cuerpo (con diversos tipos de armas) como a larga distancia, aunque no destacan por su fuerza. Como veremos, el control es sencillo y se realiza mediante el popular sistema de W, adeltante; A, izquierda; S, abajo; D, derecha. Con el tabulador cambiaremos entre arma cuerpo a cuerpo o de largo alcance (si es que poseemos las dos), y la tecla shift se utilizará para interactuar con el entorno (coger arma, hablar con personaje, montar en vehículo, etc.).

A medida que vamos superando las pruebas de esta primera fase, de una gradual y ajustada curva de dificultad, vamos viendo las posibilidades de acción que este título ofrece. El combate de tipo cuerpo a cuerpo, mediante la utilización de espada y escudo, o una pica, se ejecuta tanto con el botón izquierdo como con el derecho, siendo el primero el golpe básico y rápido, mientras que el segundo es el más potente y lento. Encadenar ataques con uno y otro botón es una de las acciones más entretenidas, pues conseguiremos diferentes combos devastadores con cada arma y facción, aunque suelen ser parecidos.

Más adelante tomaremos el control de la siguiente unidad en la jerarquía del Más Allá; los ephraim, los shezmu, o los tumularios. Estas unidades hacen lo mismo que las básicas, pero con un aumento de la fuerza y la precisión, a costa de perder agilidad. En varias misiones manejaremos a estos personajes, aunque los objetivos, tanto con estas como con otras unidades, se ajustarán casi siempre a la misma premisa. Escoltar un vehículo, aniquilar un grupo de enemigos, activar algunas puertas, etc., serán algunas de las misiones a realizar.

También existen otro tipo de unidades, como los magos. Estos pueden realizar diversos hechizos mediante combinación de teclas, que tendremos que aprender por nuestra cuenta, probando hasta dar con la secuencia correcta. En cambio, para acortar las distancias tendremos a los animales rápidos y ligeros de combate que vemos en las imágenes, como los Shai, Behemoth, o Mamba. Asimismo, otros 'vehículos' más pesados y potentes habitan en el Más Allá; acabar con uno de estos mastodontes será complicado, pues cuentan con una gran resistencia y fuerza de ataque. Finalmente, el tope en el escalafón de cada bando viene dado por los Maestros, unidades que pueden ser invocadas durante un corto espacio de tiempo y cuyo poder no conoce límites. Un Maestro a tu lado puede, en gran medida, inclinar la balanza a tu favor.

Si prefieres jugar acompañado, el modo multijugador te brinda la posibilidad de hacerlo mediante LAN o Internet, con la necesidad de conocer la IP del servidor para este último. Asimismo, existen tres tipos de partida; Arena, con mapas pequeños en los que deberás ser el mejor guerrero eliminando a otro jugadores; Conquista, con mapas medianos donde tu objetivo será capturar la mayor cantidad de bases posible; y Batalla, el que representa el verdadero espíritu de Fallen Lords, con dos ejércitos completos controlados por hasta 8 jugadores. No dudes en echarle el guante a estos modos.

Y dejamos para el final la peor parte, los 'bugs' o fallos de programación. Es la peor parte porque te frustrarán más que cualquier enemigo del juego, por más difícil que sea. Las incidencias ocurren en cualquier momento; estás jugando, salvas, y boom, salto al escritorio sin previo aviso. Estás jugando, cargas, y boom, salto al escritorio sin previo aviso. Estás jugando, cumples todos los objetivos, y nada, te quedas colgado en la misma fase eternamente esperando a que alguien te pase a la siguiente. También hay otros fallos menores, aunque molestos, como al girar el ratón rápidamente, momento en el que se pierden ciertos cuadros y aparecemos mirando al mismo sitio. Por suerte, Novarama nos ha informado de que se encuentra actualmente trabajando en el primer parche que arreglará todos estos problemas.

Gráficos y Sonido

Representar tantas unidades de forma simultánea en pantalla tiene un precio, y el que ha pagado ha sido el aspecto visual, aunque no en todos los casos. A pesar de que las imágenes muestran escenarios y unidades muy detalladas, la realidad es que la gran mayoría de las texturas del juego tienen poquísima definición, incluso en configuraciones de alta resolución y detalle. Varias veces, este defecto se disimula con la distancia o cuando se amontonan grandes cantidades de personajes, pero por lo general, desmerece bastante el acabado final del juego. A cambio, tenemos la posibilidad de alejar tanto el zoom como nos de la gana, consiguiendo una vista aérea estilo juego de estrategia, y un campo de visión muy amplio cuando estamos a hombros de nuestro personaje. Por supuesto, conseguirá funcionar en casi cualquier ordenador. Mención especial al logrado efecto del movimiento de las hierbas y hojas de los árboles que, a pesar de ser simples sprites 2D, no dejan de ser un detalle agradable.

Por el contrario, si hablamos de la música hablamos de calidad. Melodías épicas, coros angelicales y tambores de guerra nos incitan a combatir. Hay que agregar que la voz del narrador es también sobresaliente, y aumenta realmente la inmersión y la sensación de estar ante algo grande. Por si esto fuera poco, está en perfecto castellano, al igual que las demás voces (notablemente realizadas) y textos (sin ningún tipo de fallo). Los sonidos son igualmente notables, con matices para cada tipo de arma, personaje y vehículo.