A este mundial, ni con repesca

Y es que Electronic Arts ha vuelto a intentar un movimiento estratégico, no solo con este FIFA, si no con toda la línea de EA Sports para Xbox 360 que componen también NBA Live, NHL y Madden NFL. Esto es lanzar el producto antes que ningún otro de sus competidores para ser la única opción deportiva disponible en el mercado. Monopolio, aunque sea temporal. Esto, independientemente del resultado del título, siempre significa unas ventas seguras. Más aún si nos encontramos en una nueva generación de consolas donde el cambio comienza a apreciarse por los ojos.

Por los mismos ojos que entra este FIFA en el primer contacto, aunque bastan sólo unos pocos minutos de juego para darse cuenta que el único punto que atrae de él es únicamente el apartado gráfico y de forma puntual. La licencia oficial del próximo campeonato del mundo es otro buen gancho, ya que el juego nos pone al frente de una de las 72 selecciones que participaron en la fase de clasificación en su camino a Alemania. Como sucede con estas ediciones especiales de FIFA que aparecen cada 2 años coincidiendo con un Mundial o Eurocopa, el problema radica en la disminución drástica de equipos, jugadores y número de competiciones comparado con un FIFA normal, ya que el juego se centra exclusivamente en la copa del mundo.

Gráficos

A nivel visual es fácil quedar encandilado por los videos que circulan por la red, por muchas de las capturas o incluso echando un vistazo rápido al juego en sí -sin jugarlo-. Los desarrolladores han puesto todo su empeño en recrear hasta el más mínimo detalle de los jugadores para que parezcan lo más reales posibles. Esto incluye animaciones faciales, texturas detalladísimas para la piel, movimiento de ojos y representación al milímetro de los atributos físicos de todos ellos.

Pero este monstruo gráfico solo es apreciable en los primeros planos, un elemento que ya viene siendo habitual en los últimos FIFA pero que ahora se ha ampliado en repertorio. Son secuencias que se toman en determinados momentos, cuando el balón no está en juego. Podremos verlas en los prolegómenos de cada encuentro, en la formación mientras suena el himno, también dando un vistazo a los banquillos y cuando se interrumpe el partido, es decir, al lanzar un córner o una falta, tras una jugada importante, una amonestación o sacar de centro. El resto del tiempo esta carga visual pasa casi inadvertida por la lejanía de las cámaras.

Aunque este trabajo ha sido excelente, muchos de los jugadores transmiten una sensación de plasticidad, de poca espontaneidad en sus rostros, y en esta dirección se han vertido ya muchos comentarios acerca de las famosas fotos de Wayne Rooney o Goran Erikson que os reproducimos en el análisis para que cada cual juzgue.

Otro punto elogiable son los estadios. Recreaciones milimétricas de los coliseos internacionales más refutados como San Siro, el Santiago Bernabeu, Amsterdam Arena, el Olímpico de Munich u Old Traford, aunque la recreación del público no está para nada a la altura de los mismos. Detalles como la representación del césped o los uniformes de cada combinado, están bien trabajados, tanto la hierba como cada camiseta con sus distintivos y equipaciones alternativas o de entrenamiento.

Y hasta aquí las maravillas de este FIFA 06. Ha sido triste ver como la potencia de Xbox 360 se ha desaprovechado en los restantes elementos visuales. Es intolerable que un título para esta consola tenga una tasa de frames por segundo como la que muestra, con tirones constantes que hacen que la pantalla se mueva a trompicones cuando avanzamos al área rival o con unas repeticiones que rozan el esperpento, pareciendo que estamos delante de un 386 intentando hacer funcionar Doom III.

Para los tiempos de carga, que son bastante prolongados para encontrarnos delante de una consola de nueva generación y que están en torno al minuto, se ha diseñado un minijuego con el que podremos entretenernos. Este consiste en controlar a cinco futbolistas del equipo nacional del jugador -España en este caso- en un escenario bastante atípico que se asemeja a los interiores de una discoteca, y donde se podrán practicar jugadas y tiros a puerta con el portero propio. 

Sonido

El sentido del oído suele ser un punto fuerte en los FIFA y está ocasión no será para menos. Manolo Lama y Paco González de la cadena SER son ya un todo con el juego, que no se entendería sin ellos. Sin embargo, esta vez los comentarios no han vuelto a grabarse de nuevo, sino que se han importado directamente de FIFA 06. Por supuesto, el nivel de aquellos era alto, cosa que se mantiene. Lo único que se echa en falta es cierta originalidad. Los mismos soniquetes y comentarios eufóricos sonarán a agua pasada para los que vienen de un FIFA 06 anterior.

En cuanto a la tracklist de la banda sonora, está igual de nutrida que entregas anteriores, tocando todos los géneros -pop, electrónica, rock e incluso rumba- y con formaciones exponente de muchos estilos. En ella encontramos grupos muy conocidos como Jamiroquai, Oasis, Linea 77, y otros más locales, como Yerba Buena o The Gypsis. Podremos acceder a todas ellas desde la EA Sport Trax, con la opción de escuchar la colección al completo. Tampoco falta el público dejándose los pulmones en cánticos populares y vitoreando nuestros goles y jugadas, aunque ha sido, al igual que los comentarios, a costa de archivo.

Jugabilidad

Paso atrás importante, y mucho, el que se ha dado en este terreno. La intención de EA Canadá ha sido trasladar el sistema de juego que tan buen resultado ha dado este año en FIFA 06, con todas las últimas adiciones como tácticas en tiempo real con la cruceta y la acertada ausencia del off the ball, pero se ha fallado estrepitosamente en libertad de juego. En un primer momento la jugabilidad puede llegar a sorprender gratamente, en parte debido a la velocidad de los jugadores sobre el campo, pero esto no deja de ser una mera ilusión,

La pelota llega a moverse a velocidades extrañas, con una física poco realista y dando una sensación de descoordinación importante por momentos. Las jugadas trabajadas y la libertad de juego brillan por su ausencia, siendo aún más visible en cuanto que el jugador intenta realizar algunos lances más elaborados. No hay posibilidad de desplazar el balón al libre albedrío, da la sensación que apuntemos donde apuntemos, la bola se mueve hacia unos caminos preestablecidos y no podremos hacer nada para impedirlo más que quedar con un sentimiento de impotencia.

Donde mejor se ha captado la esencia del fútbol en este título es en el centro del campo, pudiendo realizar un buen número de pases y triangulaciones. Desgraciadamente, esto es posible hasta llegar a la zona del área rival, donde habrá que recurrir a la banda y a la técnica que se comenta más adelante, ya que avanzar por el centro resulta excesivamente complicado. Los defensores parten con excesiva ventaja al encararlos. Al llegar a los tres cuartos de campo nos veremos abocados a recurrir al pase al hueco a un extremo, centro al área y remate de cabeza de nuestro nueve -en un salto antinatural-. Con un alto número de probabilidades será gol.

A esto hay que sumarle una inteligencia artificial que deja mucho que desear, repitiendo rutinas de manera errática, lo cual unido al extraño comportamiento del balón antes mencionado, nos deja un resultado bastante desolador que hará perder la paciencia a muchos. Sobre la IA de los porteros, casi de encefalograma plano, ya que no salen de la portería en ningún uno contra uno, ni aunque les caiga el travesaño encima.

Otro problema de esta entrega es que resulta prácticamente imposible, o cuanto menos muy complicado, meter un gol desde fuera del área. El sistema tradicional de la barra de energía se ha unido al stick analógico en una combinación en la que intervienen por igual la pulsación del botón y la presión ejercida sobre el mando. Esta situación resulta todavía más desesperante cuando vemos cómo los demás equipos son capaces de anotar auténticos golazos desde la frontal. Del mismo modo, casi todos los disparos a puerta que realicemos pecan de una falta de realismo que está fuera de lugar.

Tácticamente el juego no está a la altura. De ninguna forma. Sólo contamos con un puñado de formaciones y tácticas que podremos configurar al inicio del partido y mientras jugamos en tiempo real con la cruceta digital. Es un sistema totalmente limitado y poco flexible, ya que no tendremos opciones individualizadas para cada jugador, como tipo de defensa, presión, zona de marca, etc... dejándonos unas posibilidades demasiado rígidas.

El control que se ha incluído en esta versión es similar al que hemos visto en las consolas de la generación actual. Las acciones comunes (pase, pase largo, tiro, pase adelantado) se realizan con los botones de acción, y las estrategias se activan con la cruceta direccional. El sprint, amagos y cambios de ritmo siguen con el mismo esquema que los mandos de las máquinas anteriores, y el control del jugador se mantiene con el stick izquierdo. No hay novedades a destacar, aunque sí podemos quejarnos precisamente de la no innovación en este sentido, sobre todo a nivel táctico y la falta de fluidez en las acciones.

Además, el juego resulta demasiado corto al contar con tan sólo 6 logros por conseguir, uno por cada modo de juego disponible. Estos son Clasificación para Copa del Mundo, Torneo Internacional, Mundialito de selecciones, Liga personalizada, Eliminatoria personalizada y Dificultad experto completados. El modo de juego principal es la clasificación para el mundial, pero ahí se acaba el modo, ya que no sigue en el mundial, algo bastante incomprensible.

Cuando tenemos el pasaporte a Alemania, el juego llega a su fin, y no continúa con el Mundial, aunque podemos montarnos un mundialito alternativo en otro modo de juego. Bastante incoherente aunque casa con la táctica de marketing que EA tiene planeada para la explotación de la licencia del campeonato del mundo, ya que se reserva la fase final para el juego que se lanzará semanas antes de éste. Un hecho que no hace falta comentar y que cada cual sabrá juzgar por sí mismo.

En general, en el aspecto jugable, FIFA 06 de Xbox 360 resulta un juego carente de realismo, limitado en su jugabilidad y muy repetitivo, sobre todo por la falta de modos de juego y la eliminación de un gran número de equipos que deberían participar en la fase previa del mundial, dejándonos con un total de cerca de 72 equipos. Su corta duración también juega en contra, sobre todo hablando de un juego de fútbol, que debería tener alicientes para volver a jugar una y otra vez y numerosos secretos por descubrir.

Comentando el juego por Internet, el soporte que FIFA Rumbo al Mundial da a Xbox Live es únicamente para encuentros jugador contra jugador. No existen competiciones de ningún tipo, ni torneos, ni ligas, ni nada parecido. Solo podremos conectarnos al servicio online para que el mismo nos busque un oponente y jugar un partido aislado contra él, sin más trascendencia. Esto, como es de imaginar, ha supuesto una profunda decepción entre los jugadores que vienen de otros FIFA anteriores, especialmente de PC, donde este apartado está infinitamente más trabajado. Se espera que en el FIFA que verá la luz en mayo, de cara al mundial, la experiencia en Live se amplíe considerablemente.