Mario Party 7
La séptima entrega de la saga Mario Party se prepara para desembarcar con millones de unidades vendidas a sus espaldas y una sexta entrega difícil de superar. Reutilizando todo lo que la ha hecho famosa y con más diversión que nunca, los personajes Nintendo vuelven en la que será otra bomba de diversión multijugador.
De nuevo es Hudson quien se encarga de desarrollar otra entrega, y aunque a simple vista no parezca innovar en cuanto a lo visto anteriormente, su labor será la de complementar y compensar todas las novedades y 'experimentos' que se vieron en pasadas ediciones. Muchas han sido las entregas y millones las unidades vendidas, lo que sin duda ha influido a que otras compañías probaran suerte lanzando juegos similares, basados en minijuegos idénticos y protagonizados por sus mascotas, por lo que esta vez el interés debe ir por otro lado. En vez de llamar la atención con la novedad del manejo con micrófonos u otros periféricos, Mario Party 7 planea quedar para la posteridad como el más equilibrado, el más divertido y sobre todo el que más jugadores permitirá de forma simultánea. Ese será la gran novedad: de 4 jugadores pasaremos a la considerable cifra de 8 desde una misma consola con sólo 4 mandos. Y sin turnos: todos manejarán sus personajes a la vez.
Donde juegan 4 caben 8
Antes de desarrollar Mario Party 7 sus creadores fueron conscientes de que la faceta multijugador del juego era su principal atractivo, así que resulta lógico que duplicar esta capacidad incremente el interés de los fans. Ahora bien, colocar hasta 8 jugadores simultáneos en un mismo monitor supone cierta dificultades, más jugables que técnicas, y hay que contar con los 4 puertos para mando que posee Gamecube ¿La solución? Con más imaginación, prácticamente todo es posible.
Ahora los minijuegos prometen ser rápidos, mucho más intuitivos que nunca y muy comprensibles, de forma que todos los jugadores capten sus reglas al momento. Las partidas necesitan ahora de más dinamismo debido a que la espera entre los turnos durante la partida han de ser mínimas, y el caos no puede adueñarse de la pantalla cuando todos los personajes se enfrenten entre si. Además, el manejo de los mismos debe ser sencillo, más si tenemos en cuenta que serán posible 8 jugadores simultáneos con los mandos compartidos entre dos personas.Bien es cierto que ahora el uso del micrófono (que ya aprovechaba la sexta entrega) será mucho más polivalente, y otorgará a uno de los jugadores el honor de coordinar ataques contra sus amigos mediante gritos, pero sigue existiendo la necesidad de más pads, así que la idea elegida por Nintendo resulta lógica. Medio pad servirá ahora para cada jugador. Lo que parece en principio un handicap, ya que demasiadas manos pueden entorpecer los movimientos, ha sido resuelto a la perfección. La sencillez de los minijuegos permitirá que los manejemos con muy pocos botones, y cada jugador dispondrá de su stick y gatillo propio. Ahora bien, entorpecer al rival con artimañas seguirá manteniéndose como una opción viable en las partidas que no sean cooperativas.
La sencillez en un juego puede ser un arma de doble filo: igual que lo hace atractivo al principio pronto puede volverse en su contra y hacer que se vuelva aburrido. Para ello sólo hay una medida con la que evitar que esto suceda: la variedad, y Mario Party 7 vendrá preparado con una gama de 80 minijuegos distintos. De estos, 6 necesitarán micrófono, y muchos nos obligarán a formar equipos que exigirán de cierta coordinación. En general su mecánica de juego será muy directa, aunque ello no impedirá que algunos ofrezcan un diseño digno de mención y que incluso podamos catalogarlos por géneros.
Dentro de Mario Party 7 encontraremos diversas competiciones de velocidad, en las que manejaremos karts evitando que nos estrellemos en una carretera repleta de obstáculos, competiremos manejando coches al más puro estilo de los Micromachines en 16 bits o descendiendo montaña abajo en una tabla de Snowboard. También existirán pruebas deportivas, ya sean de baseball, en un campo de tiro -¿alguien desea ver a Mario disparando una escopeta?- o en medio de bolas de billar gigantes que deberemos mover como si fuésemos escarabajos peloteros.
Por su puesto, los minijuegos más estrafalarios e imaginativos seguirán presentes. Algunos serán homenajes a otros juegos Nintendo, como el mencionado de carreras de karts, pero habrá más, como escalar por las lianas de una selva o esquivar toneles al más puro estilo Donkey Kong, o poner a prueba nuestra orientación en la oscuridad, linterna en mano, con cierto aire a Luigi's Mansion. Habrá juegos más propios de un parque de atracciones, como disparar a globos desde los cañones de un barco, viajar sobre pequeñas góndolas recogiendo monedas o intentar sobrevivir en puentes que o bien se desprenden o están elevados sobre un banco de pirañas hambrientas.
Gráficamente es evidente que Mario Party 7 no será una evolución respecto a su antecesor, pero los gráficos no son un apartado primordial en este tipo de juegos. Por el contrario, ofrecerá una mayor riqueza de contenidos en los escenarios, ya que los tableros serán más grandes y atractivos, con muchos motivos decorativos y sin dejar de lado elementos clásicos como las tuberías o las nubes que ayudan a Mario y Cia a trasladarse de un mundo a otro. A su vez, Nintendo ha confirmado que habrá un total de 10 personajes seleccionables, de los cuales 2 serán inéditos en la saga: Dry Bone y Birdo, personajes que los fans reconocerán de sendos Super Mario Bros 2 y 3.
Aunque no ha sido confirmado para nuestro continente, el juego podrá adquirirse en Norteamérica en un pack especial junto a la consola Gamecube que incluirá además dos controladores y el micrófono. Mario Party 7 parte por tanto desde una posición privilegiada para elevar aún más los 5 millones de títulos vendidos por la saga, y sin duda encandilará a sus fans más acérrimos, que podrán hacerse con él a mediados de este invierno.