Resident Evil Deadly Silence, Impresiones

Con motivo del décimo aniversario del lanzamiento de Resident Evil (¿diez años ya?), Capcom lo reeditará para Nintendo DS con nuevas opciones, como el uso de la pantalla táctil y un atractivo multiplayer. Esto es lo que opinamos tras la primera toma de contacto.

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Cuando queremos echar la mirada atrás y preguntarnos qué recuerdos tenemos sobre nuestros primeros pasos en el mundo del videojuego siempre reclamamos, casi sacando pecho, que ya jugábamos con la NES y la Master System. '¡Pero si yo jugaba ya con el MSX!', 'Yo recuerdo la noche de Reyes que me trajeron un Spectrum, ¡como para olvidarlo!'. Pues a todos aquellos pioneros, orgullosos de ser unos carrozas del videojuego, que se miren el pelo de la cabeza, o la profundidad del ombligo porque cuando salga a la venta Resident Evil Deadly Silence para Nintendo DS a principios del año que viene habrán pasado ya diez años desde su debut en PlayStation. ¡10 años!

Resident Evil ha sido una de las sagas que más idas y venidas a sufrido desde su lanzamiento, pisando todas las plataformas (con permiso de la Xbox, cuya quinta entrega lo hará para la 360). Resident Evil 2 salió en PSX, PC, DreamCast, Nintendo 64, GameCube… La tercera parte también desfiló por otras tantas consolas. La cuarta entrega quiso ser exclusiva, pero nada más lejos de la realidad. A día de hoy, y dejando de lado la serie Outbreak, Resident Evil Zero para GameCube es el 'Biohazard' que es exclusivo de una plataforma.

Desde el momento que encendemos la consola con el juego dentro nos entra un cosquilleo emotivo. Volver a disfrutar tantos años después del mismo título pero entre nuestras manos es muy curioso. El nivel gráfico del juego es muy fiel al original, aunque a algunos la memoria le juegue una mala pasada, así era Resident Evil para PlayStation. Como le sucede a muchas conversiones para la portátil de Nintendo, los personajes gozan de más carga poligonal que el original, pero la falta de cualquier filtro hace que los fondos pre-renderizados se queden al mismo nivel que en la gris de Sony. El tamaño reducido de la pantalla de Nintendo DS hace más difícil ver algunos detalles y realmente tendríamos que poner ambas versiones juntas para saber dónde es mejor una y donde flaquea otra.

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El desarrollo de toda la aventura es casi idéntico al original, aunque los puzzles han cambiado y algunas situaciones son completamente nuevas. Eso sí, la mítica imagen del zombi dándose la vuelta estará ahí siempre. Para la resolución de los puzzles se hará uso la pantalla táctil, como podéis ver en algunas de las capturas que acompañan el juego, pero donde sí cobrará vital importancia este aspecto será en momentos puntuales en los que la acción se traslada automáticamente a una vista en primera persona y pulsando la táctil daremos cuchillazos o disparos. Las primeras veces sólo usaremos el cuchillo y pasando el dedo de un lado a otro asestaremos puñaladas a los enemigos, pero según avanzamos iremos usando armas de fuego. La sensación de agobio de ver cómo pasa de tercera y primera persona y el zombi se te tira al cuello es muy buena, un gran acierto.

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El WiFi actúa a la perfección, aunque todavía no sabemos si hará falta que la otra DS tenga una tarjeta de juego o como viene siendo habitual con uno sólo podemos jugar varios. Disponíamos de dos modos distintos. El primero de ellos era un clásico Versus a ver quién conseguía más puntuación en menor tiempo. Elegimos personaje y comienza el juego. La fase es la misma en ambas portátiles, pero en lugar de mostrar los dos personajes simultáneos, seremos representados en la otra consola por una enorme flecha azul o roja. Es decir, el escenario es el mismo, si ambos disparamos al mismo enemigo éste recibirá los dos disparos, sólo que en lugar de disparar nuestro amigo lo hará triángulo de color.

Sólo disponíamos de un nivel (en la versión final habrá más disponibles) pero fue suficiente para pasar un buen rato. La competitividad es alta, pues no da los mismos puntos un disparo normal que el último que lo mata, y si queremos ir demasiado rápido para adelantar a nuestro contrincante, podemos ser pasto de los zombis en muy pocos minutos. Más interesante si cabe resultó el modo cooperativo, más equilibrado. La situación era la misma (flecha incluida) sólo que ayudándonos, apoyándonos sala a sala. Hay que llegar hasta un punto determinado, los dos con vida, o el juego acabará si uno de los dos cae.

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Pero por otro lado cuando nos pidieron que por favor dejáramos a otros para que también pudieran probarlo pusimos cara de 'no entiendo tu idioma, quiero seguir jugando'. La doble pantalla y la acción táctil en primera persona son dos buenas mejoras, aunque quizá insuficientes. Pero sin duda con lo que verdaderamente despertó nuestro interés fue el multiplayer, en ambas versiones. Aún estaba algo verde y no sabemos muchos más detalles. Imaginarnos cuatro Nintendo DS con un único Resident Evil matando zombis en modo cooperativo puede ser una realidad en muy pocos meses.

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