Fire Emblem: Path of Radiance
- PlataformaGC8.5
- GéneroRPG, Estrategia
- DesarrolladorIntelligent Systems
- Lanzamiento04/11/2005
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- EditorNintendo
El regreso de un clásico
Fire Emblem desplega su magia tras muchos años de nuevo en una consola de sobremesa. Game Cube acoge la primera entrega tridimensional de esta saga cuya jugabilidad se mantiene intacta en Path of Radiance
Descubre Fire Emblem: Path of Radiance en movimiento en este vídeo.
La saga Fire Emblem comenzó a principios de los 90 en Famicom (NES) y tras dos juegos continuó su andadura en Super Nintendo con varios títulos más y fue rescatada en 2002 con una nueva versión para Game Boy Advance, Fuuin no Tsurugi. Todas estas entregas sólo pudieron ser disfrutadas por jugadores nipones, pero un año después llegó de nuevo a la portátil de Nintendo un juego de esta serie el cual por fin llegó a occidente.
La acogida fue tan positiva que Intelligent Systems, creadores de Advance Wars, han decidido repetir por partida doble. Sacred Stones, una vez más para Game Boy Advance, hizo aparición en nuestro continente hace unos pocos días. Path of Radiance supone el retorno de la saga a las consolas de sobremesa manteniendo la misma jugabilidad.
Los primeros capítulos pueden ser considerados como un tutorial y pasaremos de ser el novato de la expedición a dirigir uno de los grupos de mercenarios como comandante cumpliendo algunas misiones. Pero pronto comienza la auténtica aventura. Sin quererlo, nos vemos envueltos en una guerra entre Daein y Crimea, la tierra donde nos encontramos.
Tras hallar a una joven de pasado sorprendente y misterioso nos vemos obligados a salir de nuestro campamento, huir de las tropas del rey Ashnard, las cuales ya han invadido el país, y exiliarnos en la vecina Gallia. No deseamos desvelar nada más desde este análisis, pero el argumento de este juego se encuentra a la altura del resto de entregas de la serie y repleto de intriga y momentos emocionantes.
Apenas hay cinemáticas y la gran mayoría están realizadas con el motor del juego. La historia nos es principalmente contada, como es habitual, mediante el uso de diálogos. En ellos los personajes aparencen representados con un dibujo de estilo tebeo siempre fijo y que no expresa nada de lo que comentan.
Debido a la ausencia de voces, el número de líneas a leer es muy grande y en ocasiones puede resultar tedioso e incluso aburrido, pues frena en exceso la acción del juego. Por suerte, la mayoría de las veces las conversaciones son suficientemente interesantes como para no desear saltárnoslas.
En un tablero se sitúan tanto nuestras unidades como las enemigas. En una primera fase nos toca a nosotros, que podemos mover, uno por uno, cada uno de nuestros mercenarios. Cada vez que movemos a uno de ellos tenemos oportunidad de realizar una acción, que puede ser atacar con un arma, lanzar un hechizo, compartir objetos, recoger a alguien, etc. Una vez hecho esto finaliza el turno de dicha unidad, salvo que tenga alguna montura, pudiendo en ese caso huir. Y tras realizarlo lo mismo con el resto de nuestra pequeña armada le toca al turno al contrincante, pudiendo tomar partido también unidades aliadas o neutrales.
Todo ello se realiza para lograr algún objetivo de victoria que dependerá de la misión en la que nos encontremos. Por ejemplo, pueden ir desde matar a todas las tropas rivales hasta salir huyendo del escenario por un determinado lugar sin sufrir bajas, pasando por tener que llegar hasta un punto concreto del mapa para activar un evento o aguantar un asedio durante un cierto número de turnos.
Por supuesto, tenemos un completo tutorial a nuestra disposición en el que se explica con todo detalle cualquier aspecto de la jugabilidad, desde los ya comentados objetivos de victoria hasta de qué manera se realizan las distintas acciones disponibles o qué ataques tienen ventaja respecto a otros.
Comentando esto último, se mantienen las dos trinidades, es decir, para las armas y de forma general, espada vence a hacha, y ésta hace lo mismo con la lanza, la cual realiza lo propio con la espada, aunque hay algunos objetos especiales que pueden romper esta regla. Referido a la magia, el triángulo está formado por Fuego, Viento y Tornado por este orden, salvándose la luz, la cual no se encuentra en ventaja ni al contrario con ninguno de los demás poderes.
Todos los objetos se van deteriorando con el uso y es necesario reponerlos. Por suerte durante las batallas podemos recargar nuestro arsenal a costa del enemigo e intercambiar los elementos entre nuestras unidades. Las armas presentes son las habituales, como distintos tipos de espada, lanza o hacha según el material, la jabalina, el hacha de mano o el arco, pero también hay algunas nuevas, al igual que con los hechizos.
Nuestras tropas van acumulando experiencia y subiendo de nivel, lo cual resulta imprescindible para lograr la victoria en los distintos niveles de creciente dificultad. Para hacer un seguimiento más profundo existe un apartado de estadísticas muy elaborado donde podemos conocer multitud de datos sobre cada personaje.
Junto a los humanos, o Beorc como son conocidos en el juego, hace aparición una nueva criatura, los Laguz. Estos seres a primera vista pueden parecer personas, pero tienen la habilidad de transformarse en otro tipo de criaturas mucho más temibles, como bestias animales o dragones. Su tierra es Gallia, por lo que nos los encontraremos por primera vez al escapar del ejército de Daein. Su presencia en el campo de batalla hace que la estrategia pueda cambiar un poco tornándose más interesante con los cambios eventuales a su forma humanoide.
Una de las marcas que han distinguido siempre a Fire Emblem ha sido la realidad con que trata la vida de los personajes. Es decir, si un compañero muere durante una batalla, lo hace para el resto del juego. En Path of Radiance persiste este sistema, pero siempre existe la posibilidad, en caso de querer hacerlo, de reiniciar el nivel si hemos guardado previamente, habiendo ranuras suficientes para ello.
La IA está muy conseguida y el enemigo nunca pone la victoria demasiado fácil. Si no tenemos cuidado de no exponer nuestras unidades más vulnerables rápidamente tratan de alcanzarlas para destruirlas en unos pocos golpes, incluyendo al protagonista, con cuya muerte finaliza la partida.
En definitiva, el juego no presenta grandes novedades pero permance fiel a la saga con su sistema de juego y todas las opciones que incorpora.
g r á f i c o s
El apartado gráfico tridimensional queda claramente por debajo de la media del conjunto de este título, bajándole muchos enteros. El nivel de detalle conseguido es muy bajo, presentando modelados pobres nada suavizados que en algunos personajes quedan claramente patentes con el número de vértices que muestran. Los escenarios sufren la misma pena, con no demasiados elementos y en general muy similares entre sí.
Los efectos tampoco están a la altura y apenas se quedan en distintas luces durante los golpes sin llegar a mucho más y resultando en general repetitivos.
Por suerte, las animaciones de batalla son algo mejores por su variedad. Además, al contrario que las últimas versiones para Game Boy Advance, se desarrollan en el mismo entorno donde se encuentran los personajes y no son extraídos a un lugar aparte para presenciarlas.
De todos modos en un juego de estas características son mucho más importantes otros aspectos y el resultado final es lo suficientemente vistoso para no desgradar, aunque apenas llegue al aprobado.
Los efectos de sonido cumplen con solvencia su labor: hachazos, rayos, galopadas, muertes y demás se encuentran perfectamente ambientados. Tampoco hay muchos pero no llega a molestar el escucharlos continuamente.
El juego no cuenta con voces para ambientar la historia ni siquiera en la lengua de Shakespeare, por lo que tenemos que conformarnos con leer todos los diálogos.
No obstante, el número de novedades no es muy alto y Path of Radiance no viene para revolucionar sino para trasladar a Game Cube un título con todos los requisitos para ser un auténtico Fire Emblem.
l o m e j o r
l o p e o r
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.