Digievolución fallada

Descubre Digimon World 4 en movimiento en este vídeo.

El manga Digimon, al igual que Pokémon, cuenta con una gran cantidad de adaptaciones en el mundo de los videojuegos, que sí bien la más famosa por estos lares sea el notable RPG Digimon World de PlayStation, antes de él hubo numerosos títulos para Wonderswan y su propia evolución en color (con un total de cuatro cartuchos centrados en la aventura, otros tres en la temporada Tanner y uno de cartas). Después del primer DW, Bandai, dispuesta a explotar la serie hasta la médula, desarrolló dos nuevos capítulos de la saga (que por suerte para algunos el segundo ni llegó a Europa) y algunos títulos más para PlayStation, entre los que se encuentran Digimon Rumble Arena (título de peleas en pseudo 2D), Digimon Digital Card Battle (al estilo de Yu-Gi-Oh!) y cuatro juegos más que no salieron del país nipón.

Además de las adaptaciones de la serie para la particular portátil de Bandai, Digimon también ha llegado en dos ocasiones a Gameboy Advance con la memorable saga de peleas Digimon Battle Spirit y con Digimon Racing: un pequeño clon del mítico Mario Kart protagonizado por los famosos héroes digitales.

Llegados a la generación de 128 bits, Bandai y Atari llevaron a los famosos Digimon a un mediocre título de peleas al estilo de Smash Bros en Digimon Rumble Arena 2 (que apareció en PlayStation 2, Xbox y GameCube). Ahora, tras una pequeña temporada sin ningún capitulo nuevo, vuelven a probar fortuna con Digimon World 4, título al que se dedica este análisis y que ha salido exclusivamente en España para PlayStation 2. Y dentro de un tiempo llegará el debut de la saga en Nintendo DS del cual todavía no se sabe nada, ni siquiera su fecha de lanzamiento. Mucho se esperaba de esta cuarta parte de Digimon World, sobre todo vista su primera entrega, desgraciadamente todo se ha quedado en un mero intento.

Introducción

El argumento de Digimon World 4 no es sino una mera excusa para ofrecer una gran cantidad de peleas y un pequeño incentivo de seguir jugando al título ya que, una vez probada la primera partida, pocos alicientes hay para volver a cargar el juego. El guión, en esta ocasión, se basa en la película Digimon X Evolution (que no salió del país nipón). En ella, el acceso al mundo digital ha sido bloqueado y un nuevo mundo, siniestro y peligroso, acaba de ser descubierto.

Los guardias de seguridad digital, encabezados por el capitán Leomon, son mandados a investigar el suceso y, por una causa desconocida, se pierde la comunicación. Ante tal grave noticia, se manda a unos miembros de la DSG (Guardia de Seguridad Digital) para descubrir que o quien está provocando estos extraños sucesos. El primer objetivo, tras hablar con nuestro alto mando, es encontrar a Leomon en el Valle de la Muerte y hallar una ruta de escape para volver todos sanos y salvos. A medida que vamos superando las misiones el argumento se hace menos interesante y todo se resume en encontrar al Virus X (el causante de todo este embrollo), impedirle que destruya el mundo digital y, como no, vencerle.

Nada más comenzar el juego se nos da a elegir a uno de los cuatro digimon disponibles: Agumon, Guilmon, Veemon y Dorumon (cada uno correspondiente a una temporada del anime) y con él será con quien juguemos toda la aventura, ya que, por primera vez en la saga, no existen los niños elegidos (aunque por los diferentes mundos podamos encontrar a algunos humanos y diferentes apariciones de algunos episodios). Como es obvio, cada digimon cuenta con sus pros y sus contras siendo uno más fuerte, ágil o resistente que los otros. Desgraciadamente, una vez en las batallas no se nota demasiado dicha característica y todo se resume en golpear a diestro y siniestro o disparar desde una cierta distancia.

El desarrollo del juego se basa en los action-RPG de toda la vida, mezclando elementos de clásicos como Gauntlet o Diablo con momentos de plataformas, puzzles e investigación. Desde un escenario central, donde podemos comprar nuevas armas, armaduras, mejoras e incluso evolucionar, accedemos a las diferentes mazmorras del juego, cada una con una ambientación y un enemigo final.

En todas y cada una de estas mazmorras van apareciendo enemigos cada poco tiempo y al matarlos recibimos una determinada cantidad de puntos de experiencia (para subir nivel) y dinero. Estos rivales, si bien pueden ser esquivados, nos siguen hasta dar caza por lo que es importante matarles pronto y, si puede ser, sin recibir daños. Pero estas ideas, que podrían haber dado un loable juego, se quedan en meros intentos debido a unos altos fallos gráficos y una dificultad muy alta, que a continuación describimos en mejor medida.

Aspectos técnicos

La acción de Digimon World 4 empieza con una de las mejores secuencias de introducción FMW de la saga, totalmente resultona y que nos sitúa perfectamente en el estilo del juego. Pero, por desgracia, una vez que hemos comenzado la partida, los gráficos bien podrían ser de un título de la pasada generación. Los personajes están formados por una mínima cantidad de polígonos, aunque visualmente son llamativos gracias a la excelente fidelidad respecto a la saga. Los escenarios también carecen de detalles y están compuestos por una ínfima cantidad de texturas pero dan una buena ambientación al conjunto. Para aquellos que no hayan visto el anime, el aspecto general de DW4 recuerda bastante a títulos como Megaman Battle Network o la película Tron ya que continuamente vemos lugares cibernéticos y una gran cantidad de cables y tornillos.

No obstante, uno de los grandes problemas del juego es la propia posición de la cámara: bastante alejada de la acción y que muchas veces no enfoca donde debería. Si bien su lejanía depende de la posición de los diferentes Digimon en pantalla así como del destino adonde debemos ir, en muchas ocasiones se mueve de una forma bruta y dejándonos vendidos ante los golpes de los enemigos. Aparte de las fases de lucha, en los momentos de plataformas suele enfocar bastante bien al principio pero más tarde, por causa desconocida, se desenfoca y muchas veces caemos al abismo por su culpa. Lo que más resalta en Digimon World 4 son las evoluciones de nuestros pequeños héroes, bastante resultonas y con un gran número de detalles.

El aspecto sonoro es bastante decente pero no llega a las cotas mínimas de calidad por unas melodías muy repetitivas, unas voces de los digimon bastante simples y unos efectos sonoros muy sencillos. Los sonidos de las armas son bastante mediocres y simples y, aunque cuenta con melodías extraídas de la película, pronto nos cansamos de que la misma sintonía esté sonando una y otra vez.

Jugabilidad

Digimon World 4 se basa en el sistema de mazmorras de toda la vida: tenemos una central donde podemos comprar armas y mejorar algunas de nuestras habilidades y a medida que vamos superando las otras mazmorras se van abriendo las restantes. En esencia, el juego se parece más a Final Fantasy: Cristal Chronicle que a otros clásicos del género como Gauntlet o Diablo ya que su desarrollo está centrado en el modo multijugador, tanto es así que casi es imposible terminarlo sin alguien que nos ayude debido a la alta dificultad en las batallas.

El sistema de batalla, centrado en el uso de seis botones, es bastante sencillo pero sin alardes. Con el botón X golpeamos a los enemigos, con círculo saltamos y con cuadrado nos ponemos en guardia para recibir menos daños. Los botones R1, L1 y L2 sirven para acceder automáticamente a un menú de magias, objetos o cambiar el personaje, respectivamente y, finalmente, el stick analógico izquierdo se utiliza para algunos ataques especiales cuando lo rotamos 360 grados y pulsamos el botón de acción.

Otra de las características más importantes del sistema de batalla es la de poder equipar a los Digimon con tres tipos de armas diferentes, además de algunas armaduras que les proporciona más defensa o poder mágico. Existen muchos tipos de armas, tanto de cuerpo a cuerpo como de distancia y, aunque nuestro personaje siempre utiliza la primera de las tres armas, podemos intercambiarlas cuando pausamos el juego. Este sistema, aunque simple, está bastante bien llevado ya que algunas armas son más poderosas contra determinados enemigos como el caso de la Espada de Fuego con los rivales gélidos.  

Hasta aquí, bien, pero, una vez en las batallas, nos encontramos con un gran desequilibrio en nuestra contra. Los enemigos no es que cuenten con una inteligencia alta ni técnicas muy eficaces sino que, al primer suspiro, nos han eliminado o han conseguido que estemos con la vida bajo mínimos. Por poner un ejemplo, al principio del juego cada digimon empieza con 150 puntos de vida y realiza entre 10 y 14 puntos de daño, según el arma asignada, mientras que los enemigos infligen de 16 a 35 puntos y además siempre están en grupo. Incluso hay momentos en los que literalmente caemos entre dos enemigos hasta que acaban con nuestra vida, siendo casi imposible librarse de sus golpes.

Esto supedita que tengamos que depender en todo momento de los pocos puntos de guardado automático que hay por los niveles, así como de una cantidad ingente de pociones u objetos recuperativos. Cuando juegas con uno o varios amigos la cosa cambia un poco pero aun así es difícil terminar el juego, no sólo por la gran dificultad (ya que incluso aparecen más enemigos) sino por los pocos alicientes que encontramos durante el desarrollo.

Para empezar, el desarrollo de las diferentes misiones es muy repetitivo y todo se centra en buscar un numero ID para abrir la siguiente puerta mientras eliminamos enemigos, superamos obstáculos y recolectamos armas y objetos. Cada poco tiempo encontramos algún puzzle sencillo: desde activar unos interruptores simultáneamente o ir rápidamente a una puerta antes de que se cierre. También hay algunos momentos de plataformas donde debemos de saltar entre las diferentes zonas pero está tan mal situada la cámara del juego que muchas veces caemos inexorablemente por su culpa.  

Por otra parte, los enemigos finales son bastante difíciles de vencer, aún estando cuatro jugadores ya que, además de que requieren unas determinadas técnicas de ataque y defensa, sus golpes infligen mucho daño y la cámara pocas veces ayuda. Cada fase tiene a su particular jefe final y la mayoría son bastante conocidos si se ha seguido el anime.

No obstante, otro de los grandes puntos negativos de este Digimon World 4 son sus tiempos de carga, largos y muy presentes. Cada zona está dividida en varios segmentos con sus correspondientes tiempos de carga que pueden variar de los 15 a los 30 segundos. Incluso hay zonas en las que estamos más tiempo en la pantalla de carga que en el propio desarrollo del juego.

Por otra parte, la duración del juego está estimada en unas 6-7 horas siempre y cuando el jugador no se atasque en una pantalla, cosa que es demasiado habitual. No obstante, la gran mayoría de este tiempo lo pasamos volviendo una y otra vez al área central del juego para guardar la partida, donde, además de poder comprar, nos encontramos con uno de los pocos atractivos del juego: la digievolución.

Para digievolucionar a nuestro personaje y, por ende, hacerle más fuerte y poderoso debemos de llegar a un nivel determinado y dirigirnos al Digi-Laboratorio. Allí, tras hablar con el asistente podemos subir de estado -tanto positiva como negativamente- aumentando de volumen y modificando nuestros parámetros. Algunas de estas evoluciones, como en el caso de Birdramon, nos abren algunas zonas ocultas o la posibilidad de podernos equipar con armas muy poderosas, siendo WarGreymon el ejemplo más claro de este último caso (y el digimon más poderoso del juego). Por supuesto, cada personaje tiene sus propias evoluciones y conseguirlas todas es uno de los grandes alicientes del título.

Por último, durante el desarrollo del modo Historia (el principal modo del juego aunque también hay uno de entrenamiento) nos encontramos con las características cartas de los Digimon, iguales a las que ha hecho tan famosa a la saga pero que carecen de un uso determinado. Coleccionarlas puede ser un pequeño incentivo a cualquiera que le atraiga la saga ya que muchas de ellas son muy difíciles de encontrar y están bastante detalladas. Además, como regalo al juego, se incluyen tres de estas cartas, normalmente con una centrada en uno de los personajes.