Golf sencillo

Introducir este CD en la consola es volver a revivir momentos del pasado, un pasado que ni siquiera podría ser manga. Simplemente japonés. De hecho, apenas hay variaciones entre las múltiples entregas con las que cuentan los orientales y la que por fin ha llegado a Europa. Siguen ahí esos jugadores cabezones, esos cochecitos con las ruedas grandes, esas desproporciones entre árboles y personas, ese gusto por lo exagerado que durante años hemos importado los usuarios europeos.

"Minna no golf" es el nombre original de una serie que lleva años publicándose en Japón, desarrollada por Clap Hanz, y que cuenta con un éxito notable en aquel lugar. Su aparición en el viejo continente es casi un milagro de los que no estamos acostumbrados, pero su llegada viene precedida por la interesante acogida con la que ha sido recibido su homónimo para PSP.

Si has jugado a la versión de PSP encontrarás grandes similitudes, tanto en los trazados de los campos como en número de torneos, selección de personajes y sistema de juego. La única novedad evidente de esta entrega es el juego online, a través del cual puedes enfrentarte a otros tres jugadores como en un partido de verdad.

Gráficos.-

El resultado de la estética super-deformed, personajes con trajes informales, bajitos y con cabezas más bien prominentes, da un resultado muy divertido. De hecho, todo el juego es desenfadado, tanto en los menús de información como los mensajes, los movimientos o los golpes de los golfistas. No es un invento moderno, es un tipo de gráfico que en Japón gusta mucho, no hay que olvidar que algunas sagas por allí famosas tienen versiones "cabezonas", como es el caso de los Virtua Fighter o incluso los Final Fantasy de Square.

Es un juego de golf, y como tal lo importante es la sensación de simulador, la información que aporta para ejecutar un buen golpe y el manejo de las cámaras para observar el hoyo, la inclinación del terreno y la dirección del viento. Bien, tratándose de una consola lo más fácil es intentar reunir todo ello en una única ventana, y si es la de juego mejor. Con los joysticks analógicos (y la ayuda de dos botones) movemos la cámara libremente alrededor del campo, pudiendo observar la trayectoria que seguirá la pelota tras el golpe.

Unos pequeños gráficos indicarán por donde caerá la bola (lo normal es que se necesite más de un golpe para aproximarla al agujero), medido en yardas, que es la unidad utilizada en los torneos golfísticos. En función de cómo queramos aproximarnos podemos jugar un poco con la cámara para ver el bote y terminar de afinar la fuerza y la dirección. Ello se controla con los L1, R1.

El viento y la inclinación del terreno también están reflejados en una manera muy común al resto de simuladores, a través de banderitas y rejillas en la textura del suelo (grid). Ello es suficiente (junto con la distancia al hoyo, esta vez sí en metros) para ejecutar un intento de "birdie" en la distancia corta, siendo además útil un visor de dirección semitransparente que aparece en cada golpe.

Este tipo de juegos carecen de ningún aire de espectacularidad. Hay una serie de campos en los que se juegan los torneos, cada campo tiene un conjunto de hoyos, y cada hoyo una serie de obstáculos, dependiendo del nivel. Los campos de golf suelen ser verdes, tener árboles, bancos de arena, agua, maleza. Todo ello está presente de una manera simple pero más que de sobra. El agua del Baldur's Gate es mucho mejor, los árboles del Gran Turismo también, ¿has visto las zonas de la selva del Metal Gear Solid? Igualmente, ninguno de ellos es un juego de golf, no es necesario un despliegue en toda regla para resultar divertido.

Como nota curiosa, nuestro "caddy" se marca una serie de frivolidades cuando hacemos golpes largos, por ejemplo ir corriendo detrás de la bola (lo cual en la realidad es imposible). Los golpes "fuertes" y bien ejecutados llevan impresa una ráfaga de luz. Hay multitud de planos de cámara cuando metemos la bola, incluso desde dentro del hoyo, y los efectos atmosféricos están reflejados en el campo. A muchos además les gustará saber que todos los modelos de golfistas tienen dos atuendos, que se pueden desbloquear muchos más y que recuerdan enormemente a los Everybody's Golf de PSOne.

Sonido FX.-

Música discreta para un juego relajado. Así es como son las cosas tenues, aunque quizá a veces se exceden en este planteamiento. Si he de ser sincero, tras las primeras partidas ni siquiera la recuerdo. Tan sólo la voz del "caddy" dando algún consejo "genérico" y en inglés, sin demasiada emoción ni variedad. Gritos de "Nice shot" o "you did it" y poco más. A veces los diseñadores de juegos se "estiran" y ofrecen algo más, como efectos de sonido naturistas, público de fondo. Aquí la sensación de paz la proporciona el propio vacío, tanto escénico como sonoro.

Jugabilidad.-

Es innegable que existen muchos simuladores de golf en el mercado, el más popular quizá el Tiger Woods, pero hay muchos más, y la mayoría ni siquiera han llegado al mercado español (aunque pocos los echan de menos). La forma de jugar apenas ha variado, salvo contadas excepciones en que el manejo de un ratón (PC) ha servido para perpetrar engendros injugables o inmanejables. Everybody's golf es un simulador sencillo, y como tal simplifica en mucho las complejidades del golf. Tan sólo hay que apuntar y después presionar el botón en el momento justo para golpear la bola.

Por ejemplo, la elección de palos es sencilla o incluso automática si así lo deseamos. La tentativa de ir a por un nivel superior es casi siempre exitosa, pues no se trata de un programa excesivamente complicado, y unas pocas partidas en los primeros hoyos enseñan muchos de los trucos. Se pueden activar una serie de golpes especiales (más fuerza, mayor efecto) que si se usan le apartan un poco de la física real que sí utiliza el motor del juego y le acercan un poco a ese punto de vista exagerado que comentaba al principio, aunque el número de golpes "especiales" está limitado para no caer en un acomodo.

El sistema de cámaras es un poco confuso al principio, pues no usa los sticks analógicos como se intuye. Pero resulta fácil acostumbrarse, y viene muy bien para apreciar la distancia o la pasada de la bola. Podemos incluso hacer transparente el jugador, zoom sobre la pelota, girar el plano y obtener una vista general del campo. Además, en los puntos más espectaculares (superar increíblemente el PAR del campo) la consola graba automáticamente la secuencia para ser luego visionada en el teatro del menú de opciones.

Hay varios modos de juego, múltiples horas del día, condiciones atmosféricas y dos niveles de dificultad. Para los noveles, elentrenamiento es altamente recomendable, pero además instructivo porque deja repetir un golpe cuantas veces sea necesario para mantener alto el nivel. Tres campos, 18 hoyos, multitud de jugadores y caddies y una opción online completan un juego redondo y divertido.