SEGA AGES 2500 Vol. 18: Dragon Force

SEGA revive un clásico de una calidad impresionante que pasó ligeramente desapercibido en su época en Saturn. Conquista el mundo de Legendra en este remake del genial Dragon Force.

Visualiza Dragon Force en PlayStation 2 en el siguiente vídeo.

Cuando SEGA comenzó a lanzar su sello Sega Ages, se hicieron muchas apuestas al respecto de los títulos que verían la luz en dicha colección. Al principio fueron juegos clásicos de las consolas más antiguas de SEGA, pero ahora la compañía empieza a entrar, tímidamente, en los tiempos de Saturn. A la falta de los Panzer Dragoon, Sega Rally, Nights u otras joyas de la consola de 32 bits, en este volumen 18 de Sega Ages nos encontramos con uno de los grandes títulos que recibió la máquina, Dragon Force.

En una época en la que los juegos de estrategia y rol no estaban tan extendidos como a día de hoy, SEGA sorprendió a propios y extraños con un título que mezclaba sabiamente ambos géneros en un mundo de fantasía heroica. A pesar de la relativa sencillez actual, en la época era un juego muy completo y realmente entretenido, con muchas opciones y una gran rejugabilidad. Ahora regresa a PlayStation 2 con un remake que promete estar a la altura de lo que se espera del juego.

Sin embargo, el malvado Goldark se está fortaleciendo y ha iniciado varias guerras con todos los países de Legendra. Poco a poco se va expandiendo por todo el continente, a pesar de que el resto de países se resiste. Todo ello parece tener que ver con la resurrección de Madruk que Goldark podría estar planeando. La diosa Astea intentará avisar a los nuevos miembros de la Dragon Force para que se vuelvan a juntar y acaben con el tirano.

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Wein es el rey de Highland, un joven guerrero inteligente y brillante. Su fama es tal que muchos enemigos se han unido a su ejército. Sus hombres de confianza son los caballeros y luchadores Rudger, Galam, Nina y Link. El reino de Palemoon está regido por Teiris, una encantadora jovenzuela de la raza de los duendes con poderes mágicos, aunque teme su propia inexperiencia a la hora de ser reina. Tan sólo quiere evitarle daños a su reino, y sus chicos de confiianza son los magos y sacerdotisas Manoa, Gulen, Duran y Reiner.

En Izumo, el reino con un estilo muy japonés, se encuentra Mikhal, un samurái que ha demostrado a lo largo de los años ser un monarca digno para su reino, con una gran habilidad en el combate. Sus principales aliados son los ninjas y samuráis Zagat, Jackal, Shione y Mistal. En los bosques de la nación de Bozack gobierna Gongos, de carácter generoso y educado, poco amigo de la estrategia. El pueblo le quiere, y sus principales compañeros son las bestias Rygar, Baghib, Katt y Yuni.

Leon gobierna pacíficamente el reino de Topaz. Es un monje practicante de las artes marciales que ha cultivado cuerpo y mente, y cuenta con el apoyo de los monjes y sacerdotisas Garyus, Yanna, Shaia y Raizak. Tristan está controlada por la misteriosa Junon, siempre oculta tras su armadura y temida por todo el mundo por sus mortales técnicas de combate y sus grandes dotes de liderazgo. Cuenta con el apoyo de los luchadores, magos y caballeros Ayrios, Cinna, Ortega y Scar.

Los dos personajes desbloqueables son Reinhart, del reino de Tradnor, un descendiente del rey de la guerra. Es el monarca más joven, aunque se ha ganado el respeto de su pueblo. No siente pasión por la guerra y la sangre, y cuenta con el apoyo de los magos y sacerdotes Presto, Sophie, Tsugal y Bardal. El otro personaje es Goldark, del Imperio de Fandaria, el iniciador de la guerra, que gobierna con dureza su reino. Cuenta con unos acompañantes de muy variados tipos compuestos por Gaul, Kharhaz, Scythe y Lyria.

Cada uno de los personajes tiene sus propias características, motivaciones y objetivos, y una facilidad para la guerra o para hacer amigos particular. De este modo, elegir a uno u otro afectará al modo de combatir y a cómo se desarrollará la historia. Al final, todas las historias estarán más o menos relacionadas, y tan sólo variará el punto de vista desde el que se vivirá la guerra.

En los castillos se podrá galardonar a los generales con nuevas tropas (llegando a un máximo de cien tropas de un cierto tipo), se podrá negociar con los prisioneros que se alíen a nosotros, así como hacer búsquedas intensivas en los castillos que están bajo nuestro control o ver las estadísticas de todos nuestros generales y hablar con ellos. El tiempo en los castillos no está limitado, y podremos dedicarles cuanto estimemos oportuno.

Una vez se seleccione que el turno de castillo se ha acabado, se pasa al mapa de Legendra, donde se determinarán las acciones a realizar. Es decir, se puede seleccionar un castillo, crear un equipo (de hasta cinco generales, más todas sus tropas) y ordenarles que se muevan hacia otro lugar. También se pueden mover a castillos o ciudades para recuperar tropas perdidas. Del mismo modo, se podrá ver los castillos enemigos y saber cuántos generales rivales hay y qué tipo de tropas tienen, para preparar el mejor ataque posible.

Cuando un equipo que parte y se encuentra con rivales por el camino o llega a un castillo enemigo, comienza la secuencia de batalla. Después del cruce de palabras, la máquina decidirá cuál será su primer personaje, y en función a eso, seleccionaremos el más adecuado de entre los que llevamos en el equipo. Y será muy importante elegir bien, pues hay tropas que son muy buenas contra otras y que pueden suponer la victoria.

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En el combate, desarrollado en dos dimensiones y con scroll lateral, los generales aparecerán detrás de sus tropas (ninguna si carecen de ellas y hasta un máximo de cien, que pueden ser caballeros, magos, harpías, zombies, samuráis, monjes, etc, pero todas ellas sólo de un tipo), que tendrán la formación que haya elegido el jugador, y que realizarán las órdenes elegidas por el jugador (avanzar despacio, deprisa, esperar, atacar al general, atacar a las tropas...).

Los generales podrán utilizar, según las vayan aprendiendo, distintas magias para atacar al general enemigo y a sus tropas, o incluso quitarles el mana para que no puedan realizar magias. Una vez eliminadas todas las tropas, los generales se enfrentan en un duelo cara a cara. Si el jugador gana, el general enemigo escapará, morirá o será hecho prisionero, según las circunstancias. Si se acaba con todos los generales de un castillo, aunque escapen, el castillo será conquistado por el jugador.

El tiempo en el mapa es limitado, por lo que una vez terminado, se paralizan todas las acciones hasta el siguiente turno tras el castillo, en el que pueden ocurrir nuevas secuencias según los hechos acontecidos en el campo de batalla. Según las victorias conseguidas, se podrán otorgar más o menos galardones a los generales, y habrá algunos que los merezcan especialmente, como indicará el juego al iniciarse el turno de castillo.

Las premisas básicas comentadas con anterioridad se mantienen inalteradas, de modo que, por lo visto en vídeos e imágenes, el juego mezclará cosas nuevas y viejas, logrando una combinación perfecta que no desentona en ningún momento. A pesar de que los combates mantienen exactamente el mismo aspecto y los mismos sprites, el mapa del mundo de Legendra ahora luce en tres dimensiones.

Esto ofrece un punto de vista ligeramente diferente del juego en su componente básico. Además, las numerosas escenas del juego han sido totalmente rehechas, con lo cual las imágenes que adornaban estas secuencias han sido puestas al día, siendo mucho más llamativas y trabajadas que las antiguas. Por si fuera poco, se les ha añadido voz a todas estas escenas, con un trabajo de doblaje que, por lo escuchado en trailers, será de calidad y concordará perfectamente con los personajes.

Pese a no haberse dicho mucho al respecto, podrían haberse modificado más elementos del sistema de control original. Como por ejemplo, se sabe que se han añadido opciones al control de los castillos, con nuevas posibilidades para fortificarlos y para la búsqueda de generales. A pesar de todas las mejoras y novedades, el juego parece conservar toda la esencia de Saturn, actualizando los aspectos que peor llevaban el paso del tiempo, lo cual es un alivio para todos los aficionados al título original.

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