Tenchi no mon

Disfruta de Tenchi no Mon en este vídeo.

Este encuentro fortuito corresponde al comienzo de Tenchi no Mon, un RPG de acción, un avanzar y pegar que tiene en títulos como Dynasty Warriors a uno de sus máximos exponentes, pero con toques roleros. Acaba de estrenarse este mes en el competitivo mercado japonés y, ¿queréis saber por qué está dando tanto de qué hablar?

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Mostrado por primera vez al mundo hace algo más de un año durante la feria del E3 de la mano de Climax Entertainment, creadores del mágico Sudeki, Tenchi no Mon nos presentaba enormes campos de batalla donde nuestro personaje se abría paso a base de  interminables combos propinados con su colosal espada. En aquel momento se apreciaba también la estética mística que muestra en pantalla y la espectacularidad de los efectos producidos por la variedad de hechizos desplegados en pleno combate.

Más adelante, durante el Tokio Game Show, los primeros vídeos advertían de lo frenética que podía ser nuestra aventura por la cantidad de enemigos y posibilidades de aniquilarlos que ofrecía el juego, todo a base de la concienzuda labor que supone preparar los combos más efectivos desde nuestro correspondiente menú.

Ahora que el juego ha salido a la venta, sabemos que la mayoría de acciones quedarán predefinidas en el momento anterior a la batalla para ganar en simplicidad a la hora de afrontar el combate. También sabemos que aquella variedad de enemigos que vislumbramos durante nuestra primera toma de contacto con el juego es sólo un atisbo de lo que se nos viene encima: deberemos amoldar nuestro estilo de lucha a las hordas que nos plantarán cara, y para ello contaremos con el uso exclusivo de otro botón que nos permitirá alterar entre nuestro sistema de combos predefinidos. Conforme avance la aventura y el aprendizaje de Shinpu, seremos capaces de dominar hasta 150 combinaciones de movimientos. La mecánica de juego se basará de la postura de batalla que adopte Shinpu.

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Dispone de un total de seis que servirán de base para el repertorio final de golpes, que irá propinando a medida que vamos pulsando el botón de ataque. Los enemigos derrotados nos dejarán como recompensa nuevas técnicas que nos servirán para incrementar, o como mínimo alterar, nuestras secuencias de ataque. Del jugador dependerá, pues, que los combos de Shinpu sean más o menos elaborados. Como sucede con muchos otros juegos de este tipo, las armas son un elemento a tener en cuenta durante nuestro progreso.

Cada una de ellas presenta unas características propias que le permiten infligir un determinado tipo de daño, así como un ataque especial exclusivo. Las armas, de la misma manera que Shinpu, ganan experiencia. Tenemos que emplear otro tipo de ataques antes de disponer del especial, y con el tiempo, nuestro arsenal será temible, ya que cada arma permitirá alcanzar nuevos niveles de 'carga', un total de tres, que prometen dar lugar a batallas escandalosamente vistosas.

Cómo no, cuando nos veamos apurados siempre podremos recurrir a la magia, que contará con un sistema propio de gestión junto con los movimientos especiales, de modo que el dominio del sistema de juego será algo de lo que cualquiera podrá fardar rápidamente. Para hacernos incluso más respetable entre nuestros enemigos, tenemos a nuestra disposición una daga mágica que gira y vuela alrededor de nuestros rivales respondiendo a otro patrón de movimientos. Así que ya veis, en ocasiones nos será incluso difícil decantarnos por cómo enviar al otro barrio a ese bicho que tan poco cariño nos profesa.

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El menú principal nos pondrá al tanto, como en todo RPG, de los puntos fuertes y débiles de Shinpu, y de algún personaje que pudiese acompañarle, como es el caso de Suirin. De hecho, la joven ya va con nosotros al principio de la historia y también sabe repartir estopa, pero…está controlada por la máquina (como si de un The Bouncer se tratara), así que esperemos que no se nos pongan los dientes demasiado largos de verla atizar y saber que no podremos poner las manos en nuestros controladores para personalizar sus ataques. Más adelante, otros personajes se unirán a nuestro grupo y combatirán de este modo.

En cuanto a los gráficos de Tenchi no Mon, poco podemos decir que las imágenes no muestren por sí solas. El nivel alcanzado es muy alto, y montañas y árboles nos sorprenderán por su excelente caracterización. Además, los juegos de luces merecen también una mención especial, así como el acabado de las casas de bambú, de los templos y de los dojos, que es precioso. La ambientación consigue por momentos hacernos creer que estamos en aquella China de la que se habla en cuentos y leyendas.

Especialmente dignos de admiración serán los efectos que nos brinde el sol, con su gama de destellos perdiéndose entre las montañas o reflejándose en los bordes de los lagos. Aunque dé la impresión de que Tenchi no Mon es técnicamente perfecto, quizá los más exigentes descubran algún polígono si miran con atención, pero en general el juego no tiene por qué envidiar a los primeros RPGs de la PS2, como Evergrace.

Los personajes siguen la estética japonesa de los manga, que parece tan en boga últimamente y que tan buenos resultados está dando en títulos como el Tales of Symphonia de GameCube. Habrá un gran número de personajes no jugables, como monjes y mercaderes, que van moviéndose a sus anchas por todo el entramado de caminos que componen los pueblos y aldeas, y así permitir que aumente la sensación que tendremos de que el mundo de Tenchi no Mon realmente respira.

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Y ya apartándonos de los aspectos jugables, una de las ventajas de Tenchi no Mon radica en sus tiempos de carga. Muchos de los usuarios de la Playsation Portable se quejan de que dependiendo del juego tienen a veces que pasar por hasta 40 segundos de espera y esto, con la vida tan ínfima de su batería, es un lastre que juegos como Tenchi no Mon, donde la media de carga oscila de 8 a 10 segundos, están tratando de subsanar.

La música, a la que tanta importancia se le da en este tipo de juegos (melodías poco digeribles pueden hacernos salir por piernas de determinadas localizaciones), no es repetitiva, y si bien la banda sonora no se venderá como churros, si que presentará algún que otro tema que hará que nos sorprendamos a nosotros mismos tarareándolo. En los momentos cruciales de la partida el juego cuenta con voces, que ayudarán a estrechar los lazos de la relación que tenemos con nuestros compañeros de fatigas. El catálogo de efectos sonoros es amplio y enriquece mucho a paisajes repletos de árboles y agua, donde el efecto del viento se deja notar, tanto sonora como visualmente. La cámara, por otra parte, está situada a espaldas del personaje, proporcionándonos la clásica vista en tercera persona que se mueve y ajusta conforme a las acciones que emprendamos sobre el terreno.

En definitiva, Tenchi no Mon es uno de esos juegos que si consiguen hacer ruido en un mercado como el japonés, que ya dispone de títulos tan grandes del género como Tales of Eternia y que tiene en cartera lanzamientos como Breath of Fire III y Generation of Chaos IV para la flamante portátil de Sony, puede ser una de las grandes sorpresas de las próximas navidades en Europa.

Pero si Sony, haciendo las veces de distribuidora, sigue la misma política de exportación a la que nos ha sometido hasta ahora, el lanzamiento en nuestro continente se puede retrasar hasta vaya usted a saber cuando. Así que crucemos los dedos y, con un poco de suerte y paciencia, veremos pronto este gran juego hacer maravillas en nuestra nueva y ansiada Playstation Portable. Nada mejor para el género en nuestra consola que comenzar pisando fuerte, y Tenchi no Mon, sin ser el clásico RPG, pisa y deja huella.

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