El dominio de los hexágonos

A finales de 2003 aparecía discretamente un título llamado Massive Assault, un juego de estrategia por turnos que consiguió una buena acogida entre los aficionados. Ahora llega esta simbiosis entre secuela y expansión que da como resultado un título interesante, muy interesante si no conoces el primero y un poco agridulce si ya lo conocías y esperabas algo tremendamente novedoso.

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La estrategia por turnos es un género peculiar en cuanto a que no te consigue dejar indiferente, o te gusta o la aborreces, así de simple. El desarrollo de las partidas es totalmente distinto al de los juegos de estrategia en tiempo real, aquí tienes todo el tiempo del mundo para pensar la jugada y además debes refinarla al máximo para no desaprovechar tu turno.

En cierto sentido se parece al ajedrez, incluso en la duración de cada partida que puede llegar a ser de semanas. Domination no es una excepción. Practica un poco, elige un mapa grande y escoge dificultad alta. Entonces verás a lo que me refiero. Si consigues terminar esa partida sin descansar, automáticamente te convertirás en mi ídolo, pero posiblemente tendrás que visitar al psiquiatra poco después.

Domination es Massive Assault con un corrector antiarrugas y algunas novedades. No se trata de una expansión… aunque tampoco anda muy lejos. Pero vamos por partes, posiblemente no conozcas al predecesor de este título y para eso estamos aquí.

Entrando un poco en materia…

En un futuro lejano el universo se haya dividido en 2 facciones, la Unión de Naciones Libres (los buenos) y la Liga Fantasma (los malos). Cuando parecía que éstos últimos habían desaparecido para siempre, en una expedición de la Unión, se encuentran con la desagradable sorpresa de que han vuelto y esta vez con armas más poderosas.

Una trama sencilla y sin complicaciones que funciona y que nos sumerge en una galaxia llena de contrastes en la que cada bando intentará dominar al otro y evitar que su fuerza se extienda.

Domination tiene una mecánica simple, de hecho es una buena opción para iniciarse en este género. Puede parecer complicado y abrumador al principio si no estás familiarizado, pero enseguida se aprende gracias a los tutoriales, las ayudas en pantalla y su sencillo sistema de juego.

Cada jugador dispone de un turno que se divide en varias fases. Depende de la modalidad de juego estas fases pueden ser distintas, pero si nos basamos en la modalidad 'estándar', la de 'Guerra Mundial', hay 4. En una revelaremos nuestros aliados secretos (se explicará más adelante), en otra moveremos nuestras unidades y atacaremos. Otra esta destinada a la fabricación de unidades si disponemos de dinero para ello. Y también, si se da el caso, tenemos la fase de guerrilla cuando un enemigo ocupa un territorio neutro y sus fuerzas se unen a las nuestras.

La dificultad del juego no está en el mecanismo de las fases, sino en planear la mejor estrategia para cada fase y en consecuencia lograr que tu turno sea bien aprovechado. Ni siquiera es obligatorio agotar todas las fases, siempre puedes terminarlas cuando quieras aunque todavía tengas acciones disponibles.

Gráficos y sonido

En primer lugar llama la atención la cuidada y detallada estética visual en un tipo de juego donde los gráficos no son en absoluto la parte más importante. En Domination se pretende alejar un poco la idea de estar ante un tablero de juego y pone a nuestra disposición un precioso entorno en 3D que se acerca más a una realidad futurista.

De todas formas, si ya conoces Massive Assault, encontrarás pocas novedades en este apartado. Donde más se notan las mejoras es en el agua y en los efectos de explosiones.  Por lo demás, el aspecto es muy similar a su predecesor, sobre todo en lo referente a las unidades de combate.

A nivel de efectos gráficos sí que cabe destacar la ondulación del aire producida por el calor en escenarios volcánicos y el sistema de partículas cuyo máximo esplendor también lo veremos en este mismo escenario con las erupciones volcánicas.

Los efectos sonoros son un poco flojos y las voces están en inglés (los textos sí están en perfecto castellano). La banda sonora es cómo la de las típicas películas de guerra americanas. Crea ambiente y te sumerge de lleno en la partida.

Jugabilidad

Como ya he comentado, Domination sobre todo es sencillo de jugar. A ello contribuye en gran parte su interfaz, que nos indicará en todo momento la información referente a unidades, ciudades y objetivos, así como el progreso de nuestra partida. Si somos principiantes nos vendrán muy bien las ventanas de ayuda y de información que surgen después de cada fase o cuando ocurre algún evento importante.

Puedes jugar sólo o contra otras personas y en cada apartado hay varios modos de juego, sobre todo en modo 'single player', pero sin duda la modalidad que más destaca es la de 'Guerra Mundial'. Aquí podemos elegir un mapa entre una pequeña colección de diferentes tamaños y escenarios, y a partir de ahí empezar a planear nuestra estrategia de dominación.

Si habéis jugado a su predecesor encontrareis muchas similitudes, de hecho el funcionamiento es prácticamente el mismo a través de los aliados ocultos. En el mapa hay varios países de los cuales unos son nuestros, otros del adversario y otros son neutros. Al comienzo de la partida tenemos que descubrir a alguno de nuestros aliados sin saber si los territorios vecinos son neutros o del enemigo. Si en el siguiente turno no queremos revelar otro aliado, pues no lo hacemos, de esta forma el contrincante (y tú mismo) vais a ciegas por el mapa, con la posibilidad de que un paso en falso se pueda convertir en una emboscada.

Francamente este sistema es todo un acierto y hace que las partidas tengan un alto grado de emoción y estrés a pesar de que la acción sea relajada. También supone que prácticamente el 50% de tus posibilidades de victoria se basen en tu primer movimiento, en el primer aliado que desveles.

La elección de una buena zona para comenzar el despliegue es uno de los pilares del juego ya que un mal posicionamiento puede hacer que en unos pocos turnos tu contrincante tome el control de ese territorio y por tanto empiece a crecer mucho antes que tú.

El modo de crecer y de poder fabricar más máquinas de guerra dista mucho de los tradicionales juegos de estrategia en tiempo real. Olvidaos de hacer castillos, pocilgas y demás, aquí todo es muy directo. Estamos en una guerra y en el tablero lo único que hay son bases militares. Y punto en boca.

Así pues, nuestra materia prima es el dinero y el dinero viene de nuestras ciudades que además se dividen en 3 tipos: grandes, medianas y pequeñas. Como es lógico, en las grandes recaudaremos una suma mucho mayor que en las pequeñas y al ser capturadas la recompensa también será mucho mayor.

Pero cuidado que el dinero no es infinito, al cabo de varios turnos las ciudades más viejas empezarán a dejar de darnos dinero y esta es otra de las principales razones por las que deberíamos capturar una ciudad enemiga cuanto antes. El número de unidades no es excesivamente amplio y apenas hay diferencias entre ambos bandos. Cada vehículo tiene sus propias características que se basan en la movilidad, la resistencia y el poder de ataque entre otros factores.

Por último decir que en cuanto a movilidad tampoco tenemos libertad total ya que se basa en el clásico sistema hexagonal, es decir, hay unos puntos alrededor de la unidad y sólo en esos puntos señalados es donde podemos desplazarla. Eso hace que podamos cortar el paso fácilmente en sitios estrechos para evitar invasiones, por ejemplo.

Aparte de esta modalidad hay otras 5, aunque hay muy pocas diferencias entre ellas.

'Entrenamiento', vamos, un tutorial de los de toda la vida, donde te enseñan los conceptos más básicos y otros más complejos. Si no sabes jugar después de pasar por aquí no puedes ser de este planeta.

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'Escenarios', que son pequeñas o medianas misiones encuadradas en un contexto concreto que se resumen en atacar o defenderse del enemigo.

'Carrera', o cómo convertirte en un general respetado siendo un cadete piltrafilla. Es como el modo Guerra Mundial, pero más rápido y no tienes acceso a todas las unidades desde el principio, te las tienes que ir ganando misión a misión.

'Ataque', curiosa novedad que consiste en desplegar pequeños grupos de asalto repartidos por el mapa para tomar una serie de objetivos blindados.

'Campañas', en la que tienes que elegir un bando y hacer lo que te digan. Lo mismo de siempre, pero enfocado como si fuera el modo historia.

Se observa que a pesar de la multitud de modalidades todo es básicamente lo mismo y quizá las únicas que se desmarcan un poco son las de 'Carrera' y 'Ataque'.

Para jugar en multijugador tenemos 3 opciones: el modo 'asiento caliente' (Sí, a mi también me parecía un nombre sospechoso, pero tiene su explicación), por red local o por Internet. El primero es sencillamente que dos personas juegan en el mismo ordenador, es decir, que primero me siento yo y muevo y luego vas tú. Ahora si tiene sentido el nombre, ¿eh?

En el modo online nos encontramos la desagradable sorpresa de que hay que pagar una cuota mensual que ronda los 6 dólares. Al menos con la compra del juego te regalan 4 meses de prueba gratis después de hacer tu perfil, pero eso no quita que siga siendo un inconveniente a tener en cuenta si lo que buscas es exclusivamente jugar con otros usuarios.

Si las partidas contra el ordenador pueden ser exageradamente largas, con otros usuarios son maratonianas. Por suerte no hace falta que te lleves el plato de lentejas o la almohada al sitio donde juegues, evidentemente puedes desconectar y seguir tu vida normal que cuando vuelvas la partida estará donde se había dejado.