La culpa es de los pingüinos

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Es posible que el nombre "Madagascar" os suene, quizás por ser el nombre de un país o quizás porque ya ha empezado hace tiempo el calentamiento promocional de la nueva película de los creadores de Shrek, titulada de esta misma forma y que gira entorno a unos animales parlanchines del zoo de Nueva York que de repente se ven en medio de la selva africana, su hogar natural.

Como no podía ser de otro modo, el juego basado e la película ya hacía tiempo que estaba en desarrollo. Normalmente los juegos basados en películas nunca suelen estar muy inspirados, cuando no son auténticos desastres, pero cuando la película tiene un marcado tono de "para todos los públicos" es para echarse a temblar. Dentro de este campo, numerosos desarrolladores han perpetrado auténticos crímenes contra los videojuegos y sus usuarios, acogiéndose a una especie de conformismo que les hace pensar que el público al que va destinado su título no apreciará fallos de cámara, malos gráficos o una soseria indescriptible si se habla de diseño.

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Afortunadamente, ese no es el caso de Madagascar, lo que quizás constituya una buena señal o una excepción más que añadir que todavía no compensa los años y años de terribles títulos licenciados que llevan apareciendo desde la época del Commodore y el Spectrum. Eso sí, no hay que confundir las cosas, Madagascar no es ninguna maravilla y está orientado claramente a un público infantil o poco ducho en el tema de los videojuegos. Cualquiera con experiencia en plataformas 3D podría completar el juego de una pasada en poco tiempo y sin mayores problemas.

  g  r  á  f  i  c  o  s

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Madagascar cumple aceptablemente bien en materia gráfica aunque sin grandes alardes. El mundo que rodea al juego es sólido y está bien diseñado, las texturas son algo planas y abundan los colores primarios, pero no desagrada a la vista y cumple con dignidad su función. La única pega que se le puede hacer es que la parte de la "jungla" es algo repetitiva, quizás en parte por esa limitación en la paleta de colores que da a las cosas un aspecto simpático pero algo soso.

Las animaciones de los personajes están recreadas con personalidad, cada personaje tiene su forma característica de moverse, saltar... Los propios personajes protagonistas están bien modelados en general, aunque la comparación con la película es bastante doliente. Se echa de menos un poco más de trabajo gráfico para asemejar el juego más a lo que se puede ver en la película. Obviamente nunca se van a ver igual, pero hay sobradas pruebas en las tres consolas de títulos con un mayor impacto visual, lo que demuestra que la opción está ahí

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Más criticable es que nos se haya incorporado apenas metraje de la película y que las escenas de "historia" se desarrollen casi exclusivamente usando el motor del juego. Puede que haya sido más un problema impuesto por Dreamworks que por el estudio o la productora, pero sean las causas que sean, sigue siendo un aspecto mejorable. Combinar de forma generosa y efectiva estas escenas cinemáticas podrían haber supuesto un buen plus gráfico en general.

  a  u  d  i  o

Las melodías que acompañan la acción son completamente insípidas e incapaces de quedar en nuestros oídos por más de unos segundos, tampoco es que haya que taparse los oídos pero lo mismo daría que la música estuviera encendida que apagada. Más destacadas son las voces, por lo menos en la versión inglesa que disponemos ya que es sobre la que se ha realizado este análisis, que aunque no son las originales, sí resultan graciosas y están bien dirigidas.

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  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

La gran problema de muchos de los plataformas sacados de películas casi siempre es la cámara, uno de los aspectos que requiere mayor trabajo y que acaba siendo uno de los fallos más ostensibles de estos títulos. Madagascar no se libra de ciertas escenas en donde el trabajo de cámara podría tener algún retoque que otro, aunque siempre tienes la opción de mover la cámara para tu comodidad, con el inconveniente de que la rotación de la escena es un poco lenta.

Una de las claves que ha llevado a Madagascar a no convertirse en un juego licenciado del montón es la alternancia entre fases de plataforma y mini-juegos. La historia se divide en 10 episodios, pero en cada uno de ellos hay todo tipo de misiones que requieren de diferentes mini-juegos para completarse. Esta forma de encarar la partida hace que el título sea más ameno y no caiga en la monotonía. Estos juegos de plataformas basados en películas suelen tener el problema de que al ser tan limitados y fáciles, acaban resultando siendo un tostón y eso es lo que inteligentemente el estudio ha evitado.

Los mini-juegos son variados e implican a todos los protagonistas, lo mismo puedes hacer una carrera contra avestruces con la hipopótamo Gloria, que irte de pesca con los desternillantes pingüinos, jugar a una especie de bemani o realizar misiones de infiltración y sigilo al más puro estilo Solid Snake, salvando las distancias claro.

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En general está todo bien diseñado, la construcción de entornos y plataformas no está diseñada para hacer sufrir a nadie, pero tampoco están exentas de dificultad, creando una curva de dificultad apta para los más pequeños de la casa. Los controles en los tres sistemas son claros, sencillos y responden a la perfección, por lo que se puede disfrutar plácidamente de la partida de principio a fin.

  c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n

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Hace unos meses, cuando se realizó el impresiones de este título, se aventuró que Bob for Toys estaba haciendo un buen e inteligente trabajo con este juego. Resulta agradable comprobar que esas impresiones no eran desacertadas y que el estudio ha realizado un título digno, que se podría recomendar perfectamente a cualquier padre/tio/abuelo para que regale a los más pequeños de la familia.

  l  o   m  e  j  o  r

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  l  o   p  e  o  r