Rebel Raiders: Operation Nighthawk, Impresiones
Si te gustan los arcades de acción frenética al estilo del legendario After Burner, es muy posible que Kando tenga lo que tú buscas, porque Rebel Raiders: Operation Nighthawk es la evolución del juego de Sega.
Kando Games es un pequeño estudio de juegos francés que nació con el objetivo de no dejarse absorber por los grandes estudios y poder crear así los juegos que sus miembros (ex de Darkworks - Alone in the Darke: A New Nightmare) sueñan.
Su primer proyecto es un juego llamado Rebel Raiders: Operation Nighthawk, un título sobre el que podamos contaros nuestras primeras impresiones gracias a la demo de evaluación que hemos recibido. En un futuro próximo, las naciones cansadas de siglos de guerras deciden agruparse en la United World Nation, una organización inicialmente planteada para la paz.
Pero al transcurrir el tiempo la burocracia se enquista, la corrupción aumenta y el órgano pacificador acaba transformándose en un régimen totalitario de dimensiones mundiales. Ante esta situación surge un grupo opositor dotado de un pequeño ejercito autodenominados Alianza Rebelde. Los pilotos de la Alianza realizan escaramuzas a lo largo de todo el planeta procurando asestar golpes decisivos teniendo en cuenta sus escasos recursos. De entre las fuerzas rebeldes destaca por su valentía el Escuadrón Fantasma, y el jugador asumirá el papel del líder de dicho escuadrón.
Tras este manido argumento, encontramos un juego arcade de "los de antes", al estilo de Terminal Velocity, el Ace Combat de consolas o el ya mencionado After Burner. Olvidaos de manejar la palanca de gases y el radar, o gestionar los escudos y la munición de vuestras armas: simplemente apuntad y disparad.
El sencillo manejo del juego se aprende durante el tutorial que se nos ofrece. Nuestro avión dispone de dos tipos de armas de munición ilimitada (aunque habremos de recargarla con uno de los botones de nuestro joystick) para el combate aéreo y contra blancos terrestres: un arma de proyectiles y misiles "fire & forget". Basta seguir a un caza enemigo con el punto de mira para fijar el blanco y poder disparar cualquiera de estas dos armas.
Pero nuestro caza también monta un arma especial, diferente para cada modelo de avión disponible, que se recarga abatiendo enemigos. Una vez cargada, deberemos dejar pulsado el botón de disparo con el blanco fijado y soltarlo en el momento adecuado para ver cómo entra en acción dicho armamento (misiles rápidos, supercañón, etc).
Además del armamento, deberemos manejar otras funciones de nuestro aparato. En primer lugar, tenemos tres niveles de velocidad distintos: normalmente iremos a la velocidad normal, pero tendremos tres botones para dos niveles de velocidad máxima y los frenos, lo que nos permitirá esquivar el fuego enemigo o hacer giros más cerrados respectivamente. También tenemos el botón para esquivar los misiles que se nos acercan por detrás, que provoca que nuestro avión haga un giro de barril al más puro estilo After Burner. Eso sí, hay que hacer el giro en el momento adecuado para que sea efectivo.
En fin, como veis, es muy sencillo "pilotar" el caza que manejemos en ese momento, tanto como la mecánica del juego. En las 16 misiones de que se compone la campaña nos enfrentaremos a blancos aéreos y terrestres de todos los tamaños. Y es que aparte de los cazas y bombarderos enemigos, encontraremos diferentes aeronaves de tamaño más grande capaces de ejercer el papel de portaaviones volante o de superdestructor. Cada uno tiene su manera de ser destruido, pero el propio juego se encargará de señalarnos la zona que debemos atacar en cada momento (cañones, motores, etc), así como el punto al que tenemos que ir a continuación, sustituyendo así en parte al radar.
El entorno tridimensional en el que nos moveremos no está a la altura de otros juegos recientemente lanzados, pero sirve perfectamente al estilo frenético de Rebel Raiders. Encontraremos cañones por los que tendremos que perseguir a los aviones enemigos o escenarios con montañas nevadas o playas tropicales, todos con unas texturas suficientes (aunque demasiado similares dentro del mismo escenario). El modelado de los aviones está muy conseguido, así como los efectos de explosiones, estelas de los misiles y demás. La principal pega es que el campo de visión es reducido, lo que hace que los objetos lejanos vayan apareciendo de la nada, aunque de forma suave. Esto no se aprecia en los cañones o escenarios con mar, pero cuando hay montañas, la cosa cambia mucho (y a peor).
En cualquier caso, el juego se deja jugar perfectamente por cualquier aficionado a los arcades. Eso sí, hay que tener muy claro lo que tenemos en nuestras manos, porque de lo contrario, podemos llevarnos una decepción. Digo esto porque al leer que somos el jefe del escuadrón fantasma, quizá penséis que podremos dar órdenes a nuestros compañeros de ala o que éstos nos ayudarán a cumplir las misiones, pero nada de eso. Los diferentes aviones aliados están totalmente controlados por el ordenador y, aunque destruirán cazas por su cuenta, no contéis con ellos para atacar en grupo las naves más grandes. Están ahí más que nada para hacer bonito y servir a la ambientación, montándose batallas aéres espectaculares con multitud de aviones disparándose y persiguiéndose.
Otra limitación del juego es lo reducido de los escenarios en cuanto a altitud, ya que en seguida "tocaremos techo" y el juego nos obligará a devolver la posición horizontal a nuestro avión. Eso no implica que no podamos hacer loopings si ajustamos nuestra altitud adecuadamente. Además, las colisiones con el suelo no provocarán la destrucción de nuestro caza, sino sólo una pérdida de energía de nuestros escudos. Esto le quita emoción a las persecuciones por los cañones, pero así el juego resulta más jugable, según sus diseñadores.
La música del juego es muy adecuada a la acción que aparece en pantalla, con temas frenéticos cuando comienza el combate y otros más pausados para los momentos tranquilos. Las voces de la versión que hemos recibido estaban en inglés (con subtítulos en perfecto castellano), y correctamente interpretadas, lo que mejora la ambientación durante las batallas. Es una pena que no haya secuencias cinemáticas entre misión y misión, al estilo de los Wing Commander o Starlancer, por ejemplo, ya que eso aumentaría la sensación de inmersión.
En fin, está claro que Rebel Raiders no va a romper moldes ni provocar una revolución en el género al que pertenece, pero es tremendamente divertido y jugable. Lástima de un modo multijugador cooperativo, pero tras la campaña podremos rejugar las misiones con nuevos desafíos y desbloquear así extras como nuevos tipos de aviones. Además, el precio previsto de salida rondará los 20 €, algo que no podemos dejar de mencionar.
Rebel Raiders : Operation Nighthawk
- Acción
