Un plataformas con mucho humor

Hace unos días comentábamos el regreso del pequeño Tak a las consolas con el análisis del juego Tak 2: El Bastón de los Sueños de Game Boy Advance. Como ya se dijo en ese momento, junto a la mejorable entrega portátil verían la luz versiones para las consolas mayores, como es el caso de la de PlayStation 2 que ahora llega a nuestras manos.

A diferencia del juego de Game Boy Advance, Tak 2 se destapa como un interesante juego de plataformas, bastante completo y bien trabajado, con infinidad de pequeños detalles que, si bien no le hacen destacar especialmente, sí que consiguen elevarle un poco en su posición de interesante alternativa en el género.

Y es que, básicamente, adolece los mismos defectos de falta de originalidad del título de la portátil de Nintendo, aunque al estar más cuidado en todos los aspectos, se hace menos factible ese punto negativo. Sin duda, Tak 2 cumple con las premisas de una buena secuela, aunque todavía le falta un toque más para llegar a destacar por encima de los demás.

Sin embargo, Tak será fácilmente convencido de replantearse su respuesta negativa, ya que de no rescatar a dicha princesa, se verá atrapado en el mundo de los sueños para siempre. Y es que ya cuando despierta tras ese extraño sueño en el que le encomiendan su misión, descubre aterrorizado que llevaba la friolera de dieciséis días durmiendo. Ante tal panorama, Tak decide iniciar su viaje cuanto antes.

En contra de lo que pueda parecer, y como ya se dijo antes, el juego está plagado de chistes y humor fácil. La conversación en la que se le encomienda a Tak la misión consigue hacer reír por su trabajado diálogo, al igual que casi todos los que componen el juego. Ayudan en este aspecto todos los personajes, ya que cada uno es más estrafalario que el anterior, con ocurrencias y frases realmente simpáticas en su mayoría.

Pero ya no sólo los personajes principales, sino que los personajes secundarios (como los genios del Juju) o incluso los enemigos y los animales que adornan los escenarios (como las ardillas) están plagados de gestos y detalles de humor distendido que hace más agradable el juego y que ayuda a disimular sus defectos.

En general, Tak 2 recuerda en muchas ocasiones a los grandes plataformas de Rare como la saga Banjo o Conquer. Personajes carismáticos, situaciones estrafalarias (como la de bañarse en olor a mofeta para conseguir que un oso se mueva) y muchos items por recoger por los escenarios componen un juego que parece intentar seguir el camino de Rare. No lo termina de conseguir, pero sí muestra buenas trazas y no se queda tan rezagado en el camino como cabría esperar.

Un importante defecto es la cámara, que se antoja poco trabajada por lo incómoda que resulta a la hora de jugar. Por lo general se puede sobrevivir con ella, pero en muchas ocasiones Tak acabará en el fondo de un precipicio por un giro innecesario que tira por borda los cálculos de salto del jugador. Del mismo modos, el framerate se tambalea de vez en cuando, aunque no es un defecto especialmente llamativo.

En el apartado sonoro se puede disfrutar una banda sonora correcta, que acompaña a la acción sin mayores pretensiones. Junto a ella, unos efectos sonoros irregulares, que están más o menos trabajados según el momento, aunque en general también rayan a un buen nivel. Pero destaca sobre todo el buen trabajo de doblaje realizado. Los absurdos diálogos de los personajes se ven apoyados por unas voces que consiguen transmitir toda la vida y emoción de Tak y compañía. Soy una persona poco amiga de los doblajes al español, y he de reconocer que el de este juego me ha sorprendido gratamente.

La jugabilidad es sencilla, con pocos botones y ayuda en pantalla cuando un botón tiene una acción especial. Se trata de un sistema de control sencillo que se vuelve intuitivo tras unos pocos minutos de juego, cuyo principal handicap puede ser ponerse a los mandos de Tak 2 tras disfrutar de otro plataformas como los Jak, ya que causa un ligero conflicto mental en el jugador sobre los controles.

Además, se trata de un juego inteligente, que consigue ofrecer retos al jugador, lo cual unido al sentido del humor del mismo, logra crear un título altamente jugable. Y por si todo eso fuera poco, es bastante largo y cuenta además con numerosos extras desbloqueables y muchos minijuegos tales como uno de snowboard.

Sin embargo, por muy bonito que pueda sonar todo, el juego dista mucho de ser perfecto. Y es que peca mucho de falta de originalidad, porque los grandes aciertos del mismo no son nada que no se haya visto ya en otros títulos con anterioridad. A esto hay que sumarle el mal sistema de cámara y los consiguientes problemas a la hora de realizar algunos saltos, que sumen al juego en una rutina de reintentar una y otra vez la misma situación hasta poder salvarla encontrando el punto justo de salto.