Kame Hame a destiempo...

Esta temporada PlayStation 2 ha recibido el mejor Budokai de todos los aparecidos hasta la fecha. Dos años de espera han tenido que transcurrir hasta que Dimps, Bandai y Atari cuajaron con Budokai 3 un título a la altura de las expectativas generadas por Dragon Ball Z. Incomprensiblemente, los usuarios de GameCube han sido descuidados y no sólo no han recibido esta tercera parte -ni siquiera está anunciada-, si no que ahora, un año y medio después de la aparición de Budokai 2, éste llega a los 128 bits de Nintendo.

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A nivel de escenarios aunque se han mejorado y el colorido es muy acertado, comienzan las pegas. En primer lugar nos quejamos del número, muy escaso, y de los límites ficticios que existen (podemos ser arrinconados en una esquina contra barreras invisibles), pero además, una de las novedades que aparecen, el que ahora son parcialmente destructibles (como en Superbutouden 2 de SNES), no ha resultado muy convincente.

Si por un lado visualmente el lanzar a un rival contra una montaña y ver como se desploma o contemplar como recorre a ras un lago hasta estamparse contra unas rocas es una delicia, tenemos que decir que las ocasiones donde el escenario se derrumbará están contadas. Hay que golpear al rival con el golpe exacto en la localización precisa para que suceda ésto, y como entendereis, no es muy sencillo.

La cámara sigue siendo automática, pero responde fenomenalmente. En distancias largas, se aleja, y al cuerpo a cuerpo, aplica un zoom para que no perdamos detalle del combate. Resulta excepcional lo adaptable que es la cámara y su velocidad de enfoque que hace que no perdamos detalle del personaje cuando alguno de los 2 sale despedido por haber recibido un ataque potente o cuando uno de los personajes rodea a gran velocidad al otro.

Comentar que los menús siguen igual de cuidados y destilando ese toque tan a Dragon Ball que tenían los de la primera parte. Veremos como personajes secundarios como Bulma, su padre, Kaito, Dende o Popó aparecen de una forma u otra por los menús e incluso participando en el juego. Otro punto plausible es el destierro que ha sufrido la intro generada por el motor del juego, incluyendo en su lugar una secuencia generada por ordenador que es idénticas a la serie. También existen secuencias generadas por el motor del juego al ejecutar ataques especiales como el Genkidama o el Kamehameha de Buu.

Ahora si, los textos están bien traducidos al castellano, no como en Budokai donde podíamos ver con frecuencia errores gramaticales y frases con significado ambiguo. En cuanto a la banda sonora, muchas piezas ya conocidas de la serie y otras rescatadas del primer Budokai más algunas nuevas, aunque para nuestro gusto, muy pocas. Los FX parecen directamente sampleados de los utilizados en la serie -aunque no ha sido así- por su semejanza y para deleite del personal.

En primer lugar enumerar los modos de juego, ya que disponemos de 4 que son Mundo Dragón, Duelo, Encuentro Mundial y Entrenamiento, además de la opción para editar personajes a base de configurar el sistema de cápsulas. Mundo Dragón es el modo historia de la precuela con un notorio lavado de cara y que incluye elementos de RPG. Combatiremos a lo largo de 8 escenarios que se mostrarán a vista de pájaro, como un gran tablero por donde los personajes, representados por peanas, deberán moverse como si se desplazasen por un casillero en busca de las bolas de dragón, eliminar a sus rivales o recolectar los diversos ítems que aparecen.

Y es que en cuestión de ítems podremos recoger al margen de las cápsulas de las que hablaremos en breve, espadas, que subirán nuestro poder ofensivo, armaduras, que harán lo propio con la energía y otros como el radar, la alfombra de Mr Popó que nos transportará a otro lugar del mapa o a Dende que nos dará energía extra (tanto a nosotros como a los personajes controlados por la CPU). Y es que ahora nos encontramos con un planteamiento radicalmente distinto, típico de un juego de rol de tablero. Ahora por el mapa aparecerán los distintos enemigos, que se desplazarán como nosotros, por un sistema de turnos, y que planificarán su estrategia para derrotarnos.

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En cada nivel tendremos que cumplir un objetivo que casi siempre suele ser eliminar a alguien o impedir que un personaje alcance una zona determinada (como Badibi resucitando a Buu) pero sin olvidar el reunir las 7 bolas de dragón y eliminar a cuantos más enemigos mejor. Aqui está uno de los alicientes del juego, según Atari, y es que cada enemigo nos dará una cápsula y la omisión de alguna de ellas nos puede privar de determinados ataques o habilidades de nuestros personajes, por lo que conviene limpiar todo el nivel antes de completar el objetivo.

Lo que nos ha sorprendido negativamente es el poupurri que se ha hecho con el argumento de la serie. De buenas a primeras nos enfrentamos con Radix y Napa en la tierra haciendo equipo para después enfrentarnos en una base de la Red Ribbon a Freezer, Ginew y Reccoom, cuando el buen conocedor de la serie sabe que esto es una tremenda incoherencia. Pero la cosa no acaba ahí y a lo largo del juego seremos testigos de como personajes como Perfect Cell o el mismo Freezer, resucitan y resucitan como 4 o 5 veces para enfrentarse a nosotros y aparecen en niveles donde nunca en la serie han estado.

El sistema de cápsulas, tan conocido por los jugadores de Budokai, sigue intacto, y se basa en que las habilidades y ataques especiales que los personajes utilizan en Dragon Ball, aqui se almacenan en cápsulas que cada luchador debe equiparse para poder utilizar en combate, eso si, previo uso de Ki. Cada personaje dispone de un número determinado de huecos para inserta cápsulas, unas ocuparán más o menos huecos dependiendo del tipo y del efecto. Hay cápsulas para todo, para el Kamehameha, para el Cañón Garlick de Vegeta, Genki Dama, Masenko, para las transformaciones en Super Saiyan, SS2 y SS3, para la fusión de Trunks y Goten o para trajes secundarios. Realmente las cápsulas y el ganarlas son el motor del juego.

Para ejecutar las habilidades especiales y magias, disponemos del mismo procedimiento de la primera parte; los combos. Toda técnica tiene su combo, a realizar con puño, patada, guardia y energía. Por ejemplo, el Kamehameha sigue ejecutándose con Puño, Puño, Puño, Puño y energía, pero ahora, y como prometió Atari, se ha puesto énfasis en el empleo de las magias a larga distancia, cosa que prácticamente no podía hacerse en Budokai. Para facilitar las cosas se han asociado otros combos alternativos para los golpes especiales de forma que sea más rápido y efectivo en largas distancias. Por ejemplo, para el Kame, también servirá atrás, o adelante más energía.

Otra circunstancia con la que no estamos deacuerdo es con la accesibilidad de las transformaciones en Saiyan, ya que se habló de que se iba a aumentar la espectacularidad y la forma de transformarse, más fáciles, pero por mucho que nos pese, todo sigue igual. Para transformarse habrá que pulsar un combo de Puño, Patada y Guardia a la vez y así sucesivamente si tenemos las cápsulas de SS2 y SS3. De todos modos y a nuestra opinión, no se ve relacionado el daño adicional que inflingimos al rival estando transformados, con el consumo de Ki continuamente descendiente (bastante alto) que hay que soportar.

Los ataques especiales de gran envergadura, como por ejemplo el Genkidama de Goku, requerirán que tras la ejecución del combo, giremos los analógicos en círculos para aumentar una barra que representa la potencia del ataque. También tendremos ocasión de usar estas rotaciones para intentar devolver algunas de estas supermagias, como en Superbutouden pulsando el botón A repetidamente. Al igual se han respetado los momentos de intercambio de golpes a alta velocidad que ya estaban en la primera parte y donde habrá que pulsar puño y patada repetidamente para ver que personaje inflinge más daño al enemigo.

Sobre los otros modos de juego, tenemos el Encuentro Mundial que no es ni más ni menos que el Gran Torneo de las artes marciales de rigor mediante el cual podremos ganar apetitosas sumas de Zens para después comprar cápsulas a través de la tienda de Bulma. Aqui el escenario se trasnforma en el tatami clásico donde rebasar los límites será penalizado con la derrota automática. Básicamente parece el mismo escenario de la primera parte, quizás con el público algo mejorado.

Entre la plantilla de personajes se encuentran 34 luchadores, 29 más las 5 fusiones que se han incluído y entre los que se encuentran las 3 transformaciones de Buu, Napa, Reccoom, Genew, Freezer, C16, C17, C18, Dr Gero, Kaioshin, Dabra, Radix, Vegeta, Gohan niño, Gran Saiyaman, Videl, Trunks adulto, Trunks niño, Perfect Cell, Mr Satan, Yamcha, Majin Vegeta, Goten, Gotrenks, Goku, Piccolo, Krilin o Tenshinhan. Además de las distintas transformaciones para los Saiyajin y de la capacidad de Buu de engullir a los enemigos y mutar (solo en modo historia).

Para desbloquear a algunos personajes habrá que, al igual que en Superbutouden, derrotarlos con el personaje correspondiente. Por ejemplo, para tener a Vegeta habrá que ganarle con Goku, a C17 con Krilin, a C18 con Piccolo, a Kaioshin, con Goku, y así sucesivamente. Otros, en cambio, como los 3 Buu y Dabra, sólo podrán utilizarse si completamos el minijuego de la nave de Badibi, que habrá que comprarle a Bulma por un buen pellizco de Zens.

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Por otro, los que sepan separar el carisma de Dragon Ball, que en el fondo será lo que haga venderse este título, del juego en si que nos encontramos, podrán descubrir que Budokai 2 es un juego de lucha plano, monótono y sin la profundidad en el combate que presentan otros del mismo género en GameCube. Como único incentivo queda el completar, una vez tras otra, los 8 niveles del juego para así ganar más cápsulas, personajes y extras, que son los que mantienen las ganas de jugar y de aguantar lo soporífero que resulta Budokai 2 en ocasiones.

l   o    m  e  j  o  r

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