Yoshi's Touch & Go, Impresiones
Con Yoshi Touch & Go nos topamos con un título casi totalmente nuevo. Decimos casi, porque hay una prueba, nuevamente de Wario DS, que se asemeja un poco al desarrollo de la última aventura de nuestro amiguito verde, aunque sólo sea en el concepto base, y el minijuego dure 5 segundos.
El juego empieza con una alegre música y la simpática cigüeña de Yoshi's Island con Baby Mario y Baby Luigi en sus bolsitas colgando de su pico en la pantalla superior. Todos los modos de juego y opciones estarán, por su parte, en la pantalla inferior táctil.
Al tener el título en perfecto japonés, lo más apropiado que podemos elegir es un magnífico tutorial que nos explica todos, o casi todos los secretos de su novedoso control. Básicamente, el juego se compone de dos partes, la caída de Baby Mario del pico de la cigüeña, y tras esta etapa, la recogida de Yoshi del bebé, y continuación del camino a pie. En ambas partes debemos impedir ser tocados por cualquier enemigo o disparo, intentar coger todas las monedas y estrellas posibles, y llegar hasta el destino final. Así es básicamente todo el juego, pero los diferentes modos de juego cambian ligeramente algunos conceptos, asi como la duración de la partida o incluso el propósito.
Baby Mario empezará a caer, y un contador de metros nos indicará la distancia. Nuestro entrañable personaje tiene todo un kilómetro de caída atravesando un sin fin de obstáculos y peligros, hasta que llegue al suelo y Yoshi debe impedir que eso suceda. Baby Mario tiene 3 globos que hacen que no baje en caída libre, lo cual no quiere decir que baje especialmente despacio, pues todo ocurre muy deprisa, más que por el movimiento vertical de la pantalla, por la multitud de cosas que debemos hacer.
De este modo, tenemos 3 oportunidades para alcanzar los 1.000 metros, o nuestro pequeño amigo caerá, y será el fin de la partida. Comentar que no cae más rápido cuantos menos globos tenemos, lo cual no nos dificultara aun mas la bajada.
Si por error hemos creado un camino erróneo que conducirá a nuestro protagonista a un enemigo, podemos soplar al micrófono de la consola, y nuestro camino de nubes se esfumará. Pero hay que tener cuidado, porque también desaparecerán los caminos que tengamos en la pantalla superior, sobre la que no tenemos ningún control táctil y por tanto no podremos interactuar de ninguna manera, poniendo en peligro a Baby Mario si el camino de arriba era correcto.
El título engancha y lo hace con fuerza, pero pensamos que con el tiempo terminará haciéndose bastante repetitivo, pues es siempre lo mismo, muchas veces sin ningún objetivo más que aguantar, o hacer puntos. En favor de la duración, debemos decir que los niveles se generan aleatoriamente, de modo que aunque nos maten y empecemos de nuevo supuestamente el mismo nivel, todo habrá cambiado, desde los obstáculos, a los montículos, agujeros y numero y posición de los enemigos. Todo se genera aleatoriamente para que no juguemos dos veces una misma pantalla, impidiendo asi que nos aprendamos los niveles de memoria y los pasemos fácilmente.
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