Sitll Life (PC)

El terror siempre ha sido un fiel reflejo del hombre de cada tiempo, si en los inicios de la revolución industrial y la máquina de vapor, el horror era un engendro no muerto nacido de la electricidad y la mano del hombre, la época victoriana y el apogeo de la represión sexual creó a un aristócrata presto a abusar de la confianza femenina. El nuevo siglo dio la bienvenida a los horrores cosmológicos de invasores alienígenas, más tarde llegaron los horrores atómicos, y sólo al final del siglo veinte hemos descubierto cual es el verdadero origen de todos los horrores que vagan por el planeta tierra. ¿Verdad Doctor Lecter?

Abandonando las extravagancias, cósmicas, místicas o metalúrgicas, el terror de moda lo ocupan sencillos humanos, eso sí, pasados de vueltas, los asesinos en serie. A la multitud de películas y libros que se encargan del género no ha correspondido nunca una réplica numerosa en el mundo de los videojuegos. Seguramente porque un solo enemigo no da para mucho juego.

En Microids no opinan igual, y han encontrado el hueco justo para el terror humano, y en su género favorito, la aventura gráfica. Abandonado las pastelosas tierras de Syberia se adentran en el lúgubre territorio de las serial-killer-movies. ¿Qué tal les habrá salido la jugada?

Gracias a la jugosa demo que he podido probar, sólo puedo decir que muy bien. Aunque debo apuntar algunos peros, muy injustos, ya que el juego era una beta inacabada, pero, espero que mejoren y mucho los modelos poligonales de los personajes, teniendo en cuenta que el escenario es prerrenderizado se podrían hacer maravillas con ellos y lo que he visto en cambio deja bastante que desear. No es que los gráficos sean lo más importante de una buena aventura, pero si desmerecen el conjunto pueden restarle muchos enteros.

Hecho el apunte negativo centrémonos en los aspectos positivos. La historia es realmente atrayente y está contada de forma magnífica, hasta el punto que este redactor tuvo que soltar un par de tacos al verse acabar la demo en el momento más interesante. Comenzamos nuestra aventura como la agente del FBI Victoria MacPherson, investigando una serie de cuatro crímenes, cuya nueva y quinta víctima acabamos de encontrar. Con la ayuda de nuestra mentora en el FBI, la agente Claire, procederemos a buscar pistas en el lugar del crimen, los puzzles a los que nos enfrentamos son ligeros para comenzar y no supondrá ningún problema seguir avanzando.

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Una característica de la aventura es que sus enigmas no son ni demasiado simples, para hacerte parecer estúpido, ni demasiado incongruentes para desesperarte, un equilibrio que a veces las compañías no son capaces de encontrar. Tampoco viviremos los desesperos de necesitar un objeto que nos espera en la otra punta del mapa, si un problema aparece ante nosotros, la solución vive dentro de las fronteras de la lógica, y las herramientas nos esperan en las cercanías.

No quiero adelantar ningún detalle del argumento, mejor descubrirlo por vosotros mismos, pero la propia publicidad del juego revela que en nuestra aventura no sólo controlaremos a Victoria, sino también a su abuelo, detective privado, siguiendo un caso similar en las calles de la Praga de los años veinte. Ambos relatos están relacionados y pasaremos de uno a otro siempre en el momento más inoportuno, dejándonos con la miel en los labios sobre el destino del personaje.

Con una estética que recuerda a VideoCQ, la aventura está engalanada con diversos videos, a veces desde el punto de vista de los protagonistas, otras del misterioso asesino al que perseguimos. Ayudan a introducirnos en la aventura, y tienen una factura de notable.

Un detalle de la mecánica del juego que no ha acabado de convencerme es el hecho de que no podamos elegir el rumbo de las conversaciones. Nuestro control se limita a utilizar el botón izquierdo para oír uno tras otro fragmentos concretos de la aventura, y el botón derecho para oír diálogos más "accesorios" sobre el clima y las verdades de la vida. El resultado es que nos acompaña la sensación de falta de interacción con el personaje. En algunos tramos me hubiese gustado ser yo quien extrajese hábilmente la información de los testigos, y no mi réplica virtual deforma automática.

Superando este aspecto del juego, y unos gráficos 3D que no acaban de enamorar, contrarrestados por los acertados prerrenderizados, Still Life se perfila como una producción a tener en cuenta, para todos los fieles seguidores de las aventuras gráficas, y una oportunidad inmejorable para los neófitos del género.