Mr. Driller: Drill Spirits
La estética 'pop', el ritmo frenético y la agilidad mental son un signo distintivo de Mr. Driller. Con la nueva DS, Namco profundiza de otro modo en la jugabilidad de su 'puzzle' por antonomasia. Y no han faltado al estreno de la consola para darlo a conocer
Un juego de inteligencia no ofrece muchas posibilidades. No, al menos, si la intención es renovarlo. Namco consiguió con la estética "pop" de Mr. Driller, su concepto y su ritmo introducirse en el género con un éxito rotundo. Un éxito creativo, algo mucho más importante, al fin y al cabo, que las ventas.
Con Mr. Driller Drill Spirits no se plantea un problema muy complejo. Es cierto que se pueden pulir muchos aspectos, que se pueden añadir nuevos modos de juego o mejorar los gráficos (dentro de lo que un título de esta índole necesita), pero ante una nueva perspectiva jugable todas estas cosas quedan relegadas a un segundo plano. ¿Qué va a hacer Namco a este respecto?
Al centro de la tierra
Antes de todo es necesario explicar en qué consiste Mr. Driller. El jugador adopta el papel de un minúsculo personaje llamado Susumu cuya única habilidad es horadar con su taladro. Y la intención no es otra: romper una serie de cubos que hay dispuestos en un panel hasta llegar al final de la fase. A medida que el usuario va descendiendo de nivel, el personaje necesita recuperar oxígeno ingiriendo unas cápsulas que hay desperdigadas estratégicamente en distintas áreas de cada fase.
Pero hay trampa. Hay bloques de distintos colores, y es aquí donde entra la clásica dimensión de "juego de puzzles". Perforar bloques de un mismo color, siempre que estén unidos, hará que desaparezcan todos (combo). Pueden taladrarse otros de distinto color para hacer coincidirlos y conseguir dicho combo. La cosa no acaba ahí, pues una vez desaparecen los bloques, los que hayan quedado suspendidos en el aire caerán y el protagonista corre el riesgo de morir aplastado y aquí no hay indicador de energía que valga.
El usuario puede encontrar otro tipo de bloques (de color metálico y marrón) señalizados con una cruz en su interior. Estas cajas no están ahí como objeto decorativo. Las primeras son indestructibles y, las segundas, si se perforan, liberan un gas que consume parte del oxígeno del protagonista, por lo que habrá que andarse con cuidado. Namco, en una muestra de benevolencia, ha hecho que estas cajas sean más resistentes a los efectos del taladro para evitar que se rompan con tanta facilidad en medio del frenesí, aunque muchas veces están situadas de tal modo que prácticamente es imposible seguir adelante sin arriesgar parte de la energía del protagonista.
La segunda pantalla
En un juego de estas características es de vital importancia la agilidad mental y, sobre todo, la habilidad con los dedos. Hay que pensar y actuar casi al mismo tiempo. Cuando localizamos un bloque que pueda conducir a una cápsula de aire, ya tenemos que haber horadado antes de que la señal del cerebro llegue a nuestro sistema nervioso. No es tan exagerado. En Mr. Driller es muy frecuente acabar destruyendo casillas sin ton ni son porque se ha perdido el ritmo; el jugador acaba descentrado y no sabe donde colocarse. Y muere, evidentemente.
La segunda pantalla es, pues, un aditivo más que interesante. Namco no se ha roto mucho los cuernos en cualquier caso, y ofrece una interacción constante entre la pantalla de juego y la pantalla táctil. Las limitaciones de la consola en reproducir entornos 3D al mismo tiempo no es un problema, puesto que técnicamente Mr. Driller no la pondrá en aprietos. Así, lo realmente a tener en cuenta es que la segunda pantalla se usará para ampliar el campo de visión. Ahora se ofrece un mayor número de posibilidades al jugador; podrá actuar con más antelación y eso, a la postre, puede ayudar a que la jugabilidad sea más accesible.
El sistema de control tampoco ofrecerá novedades reseñables. Aparte del D-Pad (que siempre ha sido una herramiento excelente para este tipo de títulos), Namco habilitará el lápiz y la pantalla táctil, que tendrán el mismo uso y funciones que la cruceta digital, aunque está por ver si serán realmente eficientes. Especial interés suscita el tema de la pantalla táctil, pues habrá que ver como compatibiliza Namco el pequeño tamaño de los "sprites" y el uso de la correa.
Estética "pop"
Para que el lector no se extrañe de lo mencionado unas líneas más arriba sobre los gráficos en 3D, cabe señalar que Mr. Driller, como título de "inteligencia", hace hincapié en la funcionalidad y la estética y no en las florituras (no muchas, al menos). Mr. Driller bebe del "pop" (una corriente visual que encanta a los nipones), y siempre ofrece un acabado muy sobrio y un buen uso de la paleta de colores, esencial para que el usuario no se sienta confundido entre los disintos bloques.
La desarrolladora nipona sigue apostando por esto y, de hecho, no es de extrañar, pues las primeras versiones ya aparecieron en formatos perfectamente capaces de plasmar filigranas técnicas (Dreamcast y PlayStation, en el año 2000). Mr. Driller es ante todo fiel a su mecánica. La Nintendo DS es, al fin y al cabo, un nuevo soporte con el que continuar esta línea.
Modos de juego
El modo historia recibe el nombre de "Mission Driller", y como en todo programa de estas características la finalidad del jugador es superar un número de fases concretas hasta llegar a la meta. Ningún misterio. Pero como pretexto para introducir cambios en los gráficos, Namco ha repartido los escenarios por todo el mundo, como en Japón, China, Europa, América o India. "Time Attack" utiliza la misma base, pero el objetivo es marcar un crono y superarlo en futuras tentativas. Para dos jugadores no se introducen muchas novedades: usando dos cartuchos, se habilita la posibilidad de competir entre dos usuarios en una carrera hasta el final de la fase.
La novedad reside en "Pressure Driller", que introduce un ligero cambio en las formas de Mr. Driller. El usuario no sólo debe controlar la profundidad (es decir, la situación dentro de la fase) y el oxígeno, sino también la presencia de un enemigo con forma de arácnido mecánico que tratará de eliminarlo. Como única arma (aparte de la velocidad mental) deberemos recoger otro tipo de cápsulas que rellenarán la energía de un cañón y dañar así a nuestro adversario.
Mr. Driller ha acompañado el catálogo de lanzamiento de Nintendo DS tanto en Estados Unidos como en Japón, pero la salida a Europa sigue siendo una incógnita. Namco seguirá apostando, seguramente, por la buena perspectiva comercial de Ridge Racer DS y dejará como una opción alternativa su "puzzle". MeriStation informará puntualmente a sus lectores sobre nuevas noticias al respecto.
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