¿Mejor solo...?

El que fue una de las mascotas predilectas de la época dorada de PlayStation se resiste a caer en el olvido y vuelve en una más de sus humorísticas aventuras.

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Crash Bandicoot se puede considerar como un mito dentro de PlaySation. Reinventó el género de plataformas con un engañoso motor 3D que no era tal, pero que daba la talla perfectamente, y al que se le añadió unos toques de humor que incitaba a jugar más y más. Y no era para menos, pues los gestos del propio Crash, dentro de las mil y una formas diferentes que tenia de morirse, ya provocaban sonoras carcajadas.

Sin embargo, cuando se abusa de una formula, tarde o temprano se acaba gastando. Crash Twinsanity es la continuación de una saga sobreexplotada, que aporta mejoras pero no las suficientes como para poder luchar contra los actuales reyes de las plataformas de hoy en día. No es que sea mal juego, todo lo contrario, pero luchar contra amigos como Jak y Rachet & Clank usando la vieja formula ya vista de Crash es muy difícil.

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Durante la partida hay muchas transiciones, en la que se muestran escenas cortas con diálogos absurdos y donde el humor de la saga se hace presente todavía más que en anteriores títulos. Así que aún notándose mucho el cambio de escenario de una pantalla a otra, los videos consiguen que la línea argumental no se rompa. Únicamente el problema de que cuando mueres en ciertos puntos y al comenzar vuelves a ver el mismo video una y otra vez, al final acaba cansando un poco.

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La base pues, la misma de siempre, romper cajas, coleccionar manzanas ya que cada 100 te dan vida, recoger todas las gemas, y usar las cajas de tnt y nitro en nuestro favor intentando no morir calcinados en el intento. Las novedades empiezan cuando Crash y Cortex, eternos enemigos, se ven unidos por culpa de una gema. De forma que controlaremos a los dos simultáneamente valiéndose de los golpes de uno y otro para avanzar. Así que al repertorio de movimientos de Crash que ya tenia como el remolino y el barrido, hay que añadir el usar la cabeza del pobre doctor para romper cajas o lanzarlo lo más lejos posible para activar interruptores.

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En otras ocasiones, Crash y Cortex se enfrascaran en una pelea formando una bola al puro estilo de dibujos animados. En esos momentos deberemos manejarlos como si una pelota se tratara, al estilo Monkey Ball, pero teniendo en cuenta que nuestros 2 amigos se están moviendo continuamente y cuesta más moverlos. Y de esta manera, mientras Crash tiene que ir tirando del Dr. en las mejores de las ocasiones, debemos recorrer enormes pantallas, divididas en checkpoints gracias a dios, resolviendo pequeños puzzles usando todo lo que tengamos a mano, como por ejemplo asustando gallinas.

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La dificultad radica como siempre en los saltos ajustados y en resolver puzzles basado en le formula de "¿como llego yo hasta ahí?". Y en esto el mal control de la cámara no ayuda mucho. Por otro lado coleccionaremos vidas de forma continua luego se puede permitir uno el lujo de quedarse atrancado en un escenario perdiendo vidas una tras otra. Y como siempre también, podemos pasarnos el juego sin conseguir todos los objetos, cosa poco recomendable porque puede ser realmente demasiado corto si optamos por la vía fácil.

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Quien no haya jugado nunca a ningún Crash Bandicoot, y los de juegos karts aunque son muy recomendables no cuentan, seguramente encontrará en este plataformas un título divertido y llamativo a la vez. Una buena opción quizás para los menores de la casa que buscan juegos simples y entretenidos.

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