Club Football

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El hecho de que los programadores de Codemasters se embarquen en una aventura deportiva como es la de realizar un juego de fútbol puede sonar bastante descabellado. En un mercado prácticamente copado por los dos grandes nombres del género, o sea, FIFA de Electronic Arts y Pro Evolution Soccer de Konami, la propuesta de los hermanos Darling es digna de elogio, ya que hay que hacer muchos números o tener la suerte de realizar una bomba lúdica para poder conseguir un éxito mínimo frente a estos dos monstruos.

Pero el caso es que en Codemasters nos encontramos con una empresa que lleva mucho tiempo en esto del software de entretenimiento, y no se les puede negar el que sepan bastante de estrategia comercial. Los hermanos Darling, dos chavales que allá por los ochenta comenzaron vendiendo sus propios programas a los compañeros de clase, revolucionaron los medios creando una compañía que dejaba atrás todos los prejuicios que acarreaba el software budget por aquellos entonces. Su primer bombazo, programado por ellos mismos, era el sin par BMX SIMULATOR, un alucinante juego de ciclos al más puro estilo EA Sports BIG.

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Tras muchos años de éxitos a sus manos y con la ayuda de otras jóvenes promesas como los antaño populares Oliver Twins, Codemasters pasó de ser aquella llamativa compañía de software barato a toda una factoría de triples A. Mucho sobre esto tiene que decir la ya mítica serie de videoaventuras del huevo Dizzy o el que comenzasen a programar para consolas, con sus primeros éxitos para NES y otros tantos para Megadrive o Super Nintendo, con los famosos Micromachines por bandera.

A día de hoy, Codemasters es una empresa que ha demostrado que cada producto suyo es toda una garantía de calidad. Producciones propias como Colin McRae, Toca Racing u otros majestuosos apadrinamientos de la talla de Operation Flashpoint dicen mucho acerca de su ascendente carrera. Es por ello que, a pesar de la competencia en el terreno de los juegos de fútbol, el atrevimiento de Codemasters metiéndose en el césped, como bien hiciese ya el año pasado, es sumamente interesante. ¡Feliz Aniversario, Codemasters!

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A la hora de controlarlo, la configuración del teclado, las maniobras… se ve claramente algo más que una inspiración peregrina a la hora de programar el juego. De hecho, saber jugar al ya mítico PES es saber hacerlo al nuevo Club Football. Por desgracia, una cosa es intentar imitar un estilo de juego y otra muy distinta es llegar a alcanzar las increíbles cotas de jugabilidad única que alcanza el juego de Konami.

De todos modos, la playability de Club Football 2005 no es moco de pavo. Resulta ser un título realmente divertido, muy simple en su propuesta lúdica y claro en su objetivo final de entretener sin más. No hay que buscarle más vueltas, no hay más pretensión en esta serie que la de encandilar a los fans de los equipos en los que se basa el programa y, de paso, tratar de atrapar al usuario con su más que decente propuesta lúdica.

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Por poner un ejemplo, las famosas caras de las estrellas es digna de mención. Con redondeadas formas y una fidelidad a la realidad impresionante, el trabajo realizado por Codemasters recreando a Raul, Ronaldinho, Owen o Pujol es verdaderamente impresionante, casi fotorrealista. Y no sólo eso, sino que son increíblemente expresivas… las transiciones entre expresión y expresión dejarán boquiabiertos a propios y extraños, dejando en este sentido a sus competidores a la altura del betún.

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Lo malo es que todas estas bondades no se corresponden al cien por cien con los movimientos en juego. Si bien todo transcurre de forma fluida, sin bajadas ni saltos aparentes, se denotan movimientos un tanto robóticos a la hora de correr u otras animaciones, no ejecutándose algunas de ellas de forma natural, sin responder todo lo correctamente que deberían. Muchos tramos destilan las buenas sesiones de captura de movimiento de los chicos de Codemasters, pero muchas veces no llegan a concatenar bien, aparte de que otros movimientos como el correr se ven hechos a mano.

En lo que al sonido se refiere, la cosa se mantiene en los mismos niveles de virtuosismo técnico. El rugido del público responde fielmente a lo que podemos oir cada domingo en el Bernabeu o en el Camp Nou; los chuts y las entradas suenan contundentes; y los comentarios realizados por José Ángel de la Casa, sin ser del nivel de los ya curtidos Manolo Lama y Paco González que tan genialmente retransmiten un Fifa tras otro, cumplen de sobra con su cometido.

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Claro está, imitar al maestro de maestros es algo harto difícil. En su día, los imitadores de Kick Off demostraron que igualar el talento de Dino Dini dentro de su propio estilo era algo imposible a todas luces… y Codemasters, con su Club Football, no ha hecho más que evidenciar las maravillas del diseño de Pro Evolution Soccer. Es decir, Club Football trata de mimetizarlo paso a paso, pero se queda más que lejos del resultado final.

Por decirlo de alguna forma, el componente simulador, el componente táctico y técnico de PES queda eclipsado al cien por cien por un estilo arcade que recuerda sobremanera al de los primeros FIFA de la presente década. Esto es, Club Football es un título que representa el deporte rey de forma muy dinámica, a veces demasiado veloz… y en ocasiones, con una lluvia de goles al más puro estilo España-Malta.

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Sus defectos recaen en un planteamiento demasiado fugaz de los partidos. Todos son trallazos imposibles, al más puro FIFA de antaño… hasta el más ínfimo de los pases tiene una curva de aceleración de lo más extraña y peculiar, que confieren al juego un aspecto muy… 'raro'. Por fortuna, para lo que son los partidos en sí, este aspecto no repercute demasiado, no afecta al concepto diversión. Por supuesto, sí que lo hace en lo que a realismo se refiere, acercándose sobremanera a un estilo totalmente arcade, pero sólo basta jugar un par de minutos a Club Football 2005 para observar que las similitudes con la realidad terminan en el aspecto gráfico.

Donde luce muy bien este Club Football 2005 es en la respuesta inmediata de los futbolistas a las órdenes del usuario. También son altamente destacables las nuevas habilidades reales, con movimientos que incluyen pases de 135º, fintas, desmarques y ajustes en la posición de los jugadores.

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Se han añadido nuevos detalles al más puro estilo EA, con sus rimbombantes nombres. En esta ocasión se trata del 'Precission Trigger', un novedoso sistema de control que supuestamente incide directamente en la jugabilidad. Si tenemos el balón en nuestro poder y activamos 'Precision Trigger' (R2 en el pad de PS2 o botón negro en Xbox) obtendremos un control exhaustivo del jugador para dictar los próximos movimientos cruciales: retroceder con el balón encarando al rival, fintar y amagar o crear espacios para conseguir chutar a puerta antes de que la defensa bloquee nuestra línea de visión.

Por tanto, 'Precision Trigger' es una buena opción ante la posibilidad de esprintar con el balón y perderlo ante el primer defensa que nos entre. De esta forma, podemos calmar el juego, dando tiempo a nuestros compañeros para que se desmarquen o intentar driblar al contrario antes de encarar la portería. Por desgracia, esta atractiva idea se queda un tanto en agua de borrajas debido al frenesí con el que transcurre toda la acción, que apenas deja tiempo para pausar el juego y pensar un poquitín las jugadas.

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Todas, absolutamente todas cuentan con las mismas opciones, los mismos extras y las mismas posibilidades. En todo caso, y apurando al máximo, un servidor se queda con la programada para Xbox, por ser la consola madre en la que se programó el juego, y por ser aquella plataforma en la que el título se muestra más claro y definido, a la par que fluido. Pero vamos… son matices apenas apreciables.