Para los más pequeños

La tortuga Franklin hace su aparición en Game Boy Advance con un juego para los más pequeños de la casa, donde gracias a sencillos minijuegos, podrán divertirse a la vez que agudizan su ingenio.

Es bastante habitual la imagen que tienen los videojuegos de ser para niños, para los más jóvenes de la casa. Todos los que conocen algo más el mundillo, saben que eso no es para nada cierto, y que dentro de la variedad de géneros, hay juegos para todos. Más hoy en día, donde salen cada vez más juegos cuya crudeza los convierten en sólo para adultos.

Pero a pesar de todo, de vez en cuando surgen títulos como este Franklin the Turtle, un juego que está creado pensando directamente en los más pequeños. Una recopilación de minijuegos sencilla, directa y sin complicaciones, para que aprendan a la vez que se divierten, en compañía de sus personajes favoritos.

Franklin the Turtle es, precisamente, una serie infantil protagonizada por la pequeña tortuga, su familia y sus amigos. De origen canadiense, desde su primera emisión en 1997, Franklin ha ido educando y entreteniendo a los 'peques', disfrutando de numerosas temporadas, películas e incluso discos.

Una explotación de un personaje que no es desconocida, ya que son muchas las series infantiles que han sido un emblema entre sus espectadores y los padres y que, por tanto, se les ha sacado todo lo que llevaban en su interior hasta el máximo. Clásicos como Barrio Sésamo, los Teletubbies o los más recientes Lunnis son algunos ejemplos de lo que decimos.

A pesar de todo, a los espectadores potenciales de este tipo de programas poco les importa los límites hasta los que se lleven a sus personajes favoritos, ya que dada sus cortas edades, los consideran unos grandes amigos que les acompañan durante sus aventuras cotidianas a la par que aprenden con ellos. Y por supuesto, los padres encantados con esto, dado que obtienen en dichos programas el apoyo didáctico que desean para sus hijo, por lo que apoyan dichos programas.

No es una obra especialmente conocida en nuestro país Franklin the Turtle, pero a pesar de eso, sí que puede cumplir su cometido de llegar a los más pequeños, de trasladarles al universo cotidiano de la pequeña tortuga y pasarlo en grande con los pequeños minijuegos que ofrece el título, cuya principal finalidad es ayudar a desarrollar la inteligencia y la agudeza receptiva de los jóvenes jugadores.

Minijuegos para aprender

En total son 20 los minijuegos que hacen su aparición en este cartucho. Como se ha repetido ya bastante, todos ellos son sencillas pruebas, más o menos largas, en las que el jugador debe ayudar al pequeño Franklin a superar pequeñas pruebas, cuya finalidad es lograr estimular las capacidades retentivas y de reacción del usuario.

Así, algunas de las pruebas a superar son:

- Un pequeño puzzle de ingenio, en el que Franklin debe conseguir regar tres plantas para que estas crezcan y florezcan antes de que se acabe el tiempo.

- Una distendida carrera en bicicleta compitiendo contra un amigo de Franklin, en la que habrá que esquivar obstáculos a la par que se recogen bebidas energéticas para poder mantener el ritmo.

- Un viaje submarino en el que el objetivo principal será recoger estrellas mientras se esquivan los peces que pueblan estas profundidades marinas.

- Una pequeña prueba de memoria, en la que la madre de Franklin irá creando una secuencia de objetos (ingredientes) necesarios para realizar una receta, que la pequeña tortuga deberá repetir correctamente.

- El clásico juego de parejas, en el que se le va dando la vuelta a las cartas y hay que formar parejas recordando la situación de las mismas.

- Un divertido partido de fútbol que se juega como un Pong (sin duda, el minijuego más adictivo de todos).

- Un paseo por el campo para cazar mariposas, evitando las siempre molestas abejas.

- Otro en el que caen mapaches de la parte superior de la pantalla y que Franklin y un amigo deben salvar evitando que lleguen al suelo.

- Un paseo en monopatín por la ciudad, recogiendo frutas.

- Otra prueba de agilidad, en esta ocasión caen manzanas de los árboles y el protagonista debe recogerlas en su cesto.

- Un pequeño y corto plataformas, en el que hay que llegar al final del escenario recolectando todas las estrellas y evitando que las abejas acaben con la barra de vida del protagonista.

- Un extraño juego de cartas de 'pesca', en el que hay que conseguir 4 peces del mismo tipo para eliminar las cartas de la mano.

- Una pequeña caza del tesoro submarino, donde Franklin debe recoger tesoros y trasladarlos a su barca evitando que los peces se los roben.

- Una especie de petanca, donde hay que conseguir dejar nuestras bolas lo más cerca del centro posible para sumar más puntos que el rival.

- Un juego en el que otro personaje distinto a Franklin debe construir una presa recogiendo ramas y evitando los troncos que navegan por el río.

- Unos lanzamientos a una portería de hockey sobre hielo, teniendo que marcar el mayor número de tantos posibles.

- Un pequeño puzzle consistente en eliminar todos los bloques de distintos colores/letras eliminando un bloque y todos los del mismo color colindantes.

Además, según se avanza en la partida por los minijuegos, se pueden desbloquear tres minijuegos extra: uno de colorear, un puzzle de los de toda la vida, con piezas, y un rompecabezas.

Perfecto para los más pequeños

La oferta de este Franklin the Turtle, a pesar de parecer amplia, lo cierto es que es escasa, ya que los minijuegos duran a lo sumo unos minutos, y la capacidad de rejugabilidad de la mayoría es escasa por no decir nula.

Por ejemplo, el fútbol-Pong es el más divertido con diferencia, y una partida de vez en cuando siempre es interesante, mientras que el pequeño plataformas es aburrido e insulso, provocando en el jugador el deseo de que se acabe cuanto antes.

¿Qué es lo que ofrece este juego? Pues diversión para los más pequeños, dada la corta duración y sencillez de las pruebas presentadas. A un jugador con más edad o experiencia, el título le dura apenas una hora.

Virtudes y defectos

Sí, es un juego para los más pequeños, ya queda más que claro (y es bastante evidente viendo las pantallas del título). Pero no por ello, incluso centrándolo para ese público, es perfecto, ni mucho menos.

La jugabilidad varía mucho de una prueba a otra, y lo cierto es que en la gran mayoría deja mucho que desear. Lo incontrolable de los saltos o la lentitud con la que se mueve Franklin, pueden acabar con la paciencia de una pequeña persona que no tuvo tiempo ni de desarrollar esa facultad.

Gráficamente, ofrece más bien poco, con fondos simples y animaciones escasas y bastante pobres. No se puede decir que haya un gran trabajo de programación tras los movimientos de Franklin en la gran mayoría de juegos. Además, abusa mucho de las imágenes estáticas, que no aportan nada salvo una mayor imagen de simpleza al título. El apartado sonoro... para olvidar.

Además, su corta duración, provoca que no compense el precio a pagar por el cartucho, ya que no aporta nada. Sin olvidar que está ajustado para los usuarios potenciales, que son los pequeños de la casa, aunque poco partido le podrán sacar ellos también.