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Scrapland

Scrapland

  • PlataformaPC8
  • GéneroAcción, Aventura
  • DesarrolladorMercurySteam
  • Lanzamiento17/11/2004
  • TextoEspañol
  • VocesEspañol

Diario de un asteroide

El hecho de analizar videojuegos creados en España no es habitual en el mundo del ocio electrónico. Es por esta razón, que nos llena de orgullo ver en las estanterias de los establecimientos productos hechos muy cerquita de donde vivimos. Veamos en el siguiente análisis si nos podemos sentir plenamente orgullosos...

Debido a que no somos lo que se dice una potencia en esto del entretenimiento electrónico, nos resignamos a esperar meses y meses -a veces en ciclos de más de 12- hasta que un nuevo juego salido de mentes y dinero españoles es alumbrado y puesto a disposición de los jugadores, normalmente con la esperanza de henchir el orgullo patrio; esperanza que no siempre, a nuestro pesar, se cumple.

Es pues un hecho que, por insólito, atrae la atención, con independencia del resultado. Pero con el caso que nos ocupa, no es sólo la realidad de ver de nuevo un título de casa puesto en las estanterías de las tiendas lo que provoca que nos fijemos con más intensidad en él, sino otras circunstancias a ella unidas.

Scrapland (PC)

En primer lugar se trata de un programa creado por un pequeño grupo de programación independiente que ha sabido ser discreto, algo que casi nadie sabe ser, y empezar a mostrarse abiertamente cuando debía hacerlo. Esto significa que hasta ese momento habían estado, sobre todo, trabajando.

En segundo lugar porque ese pequeño estudio independiente tiene entre sus miembros más relevantes a gente con un pasado que todos conocemos, y de ahí que ahora queramos conocer su presente y, en la medida de lo posible, adivinar su futuro.

Y en tercer lugar porque, no sabemos muy bien cómo, se las han ingeniado para engatusar a un tal American McGee, un gurú, dicen los que entienden de esto. Parece un buen indicio de la calidad del juego el hecho de que alguien con un prestigio y un calado internacional como el suyo no haya dudado en dar la cara por este Scrapland.

Scrapland (PC)

Entrando ya en la cuestión principal, ¿qué es Scrapland? Pues ni más ni menos que un pequeño universo creado para que te sumerjas en él y participes en sus acontecimientos -o en los exclusivamente tuyos- como uno más al principio, y con más y más protagonismo a medida que éstos se desarrollan. Vale, dicho así queda demasiado abstracto, concretemos un poco más.

El mundo del juego es el asteroide llamado Scrapland, que en realidad es lo que queda de nuestra Tierra una vez que ha sido explotada y consumida por la especie humana. A los robots, el aspecto y estado de la gigantesca chatarrería que es Scrapland no les importa demasiado, y es para ellos un lugar tan bueno como cualquier otro para establecerse.

Scrapland (PC)

Pues bien, los robots han creado la ciudad de Quimera, que en su seno acoge a una sociedad robótica que es, sin embargo, paralela a la sociedad humana y, por lo tanto, reconocible. Reconocible pero desquiciada, y desquiciada por una razón: en ella no existe la muerte. Esto es gracias a un artefacto llamado la Gran Base de Datos, que los robots encontraron al llegar a Scrapland, que tiene la capacidad de revivirlos a partir de las matrices que guarda de cada uno de ellos.

Cuando uno está libre de la posibilidad de morir, actúa mucho menos sujeto a reglas, y en Scrapland eso se nota. Por ejemplo, los scraplanders -éste es su gentilicio- son unos apostadores empedernidos, y siempre están dispuestos a arriesgar su pellejo por un poco de dinero en un combate a muerte a bordo de sus naves. Tampoco tienen mucho inconveniente en liquidar a alguien que les esté molestando, y a la inversa, no les importa demasiado ser molestos porque lo más grave que les puede pasar es una resucitación.

Scrapland (PC)

A este mundo un poco sacado de sus casillas llega un día D-Tritus, un robot que se ha fabricado a sí mismo con piezas de un vertedero espacial, y que se encontraba simplemente viajando por el universo en su afán de conocimiento y exploración. Nada más llegar a Quimera D-Tritus empieza a trabajar como periodista, e inmediatamente después se produce el asesinato del Arzobispo, y esta vez es un asesinato sin vuelta atrás, puesto que su matriz ha sido robada de la Gran Base de Datos y no puede ser resucitado.

Scrapland (PC)

Como D-Tritus debemos investigar y descubrir al culpable del crimen pero, si bien este es el gancho que tira del jugador para que finalice el juego, no absorbe por completo su desarrollo. Quimera es una ciudad viva, llena de gente atareada con sus propios asuntos y con muchos sitios a los que ir. Para resolver la trama tendrás que hablar con muchos de los scraplanders y visitar hasta el último rincón de la ciudad, pero no al clásico estilo de sucesión de niveles.

Scrapland viene a sumarse a esos juegos que rompen con la estructura tradicional de niveles o fases, al estilo de GTA, paradigma de esta nueva ola, para ofrecernos todo un mundo al completo y al mismo tiempo, sin más restricciones que el acceso a determinados lugares y en determinada forma exigidas por el guión.

Scrapland (PC)

Este mundo está compuesto por cuatro grandes distritos, que son el centro de la ciudad, el distrito comercial, el cementerio y el distrito industrial, cada uno con su propia apariencia distintiva. Son enormes espacios exteriores que tendremos que recorrer a lomos de una nave, y que son normalmente el escenario de combates, cacerías y carreras.

En el centro de la ciudad incluye dos de los cinco edificios -espacios interiores- importantes que hay en Quimera, que son el Ayuntamiento y el edificio de la Prensa. En el distrito comercial se encuentra el Templo, desde el que hay acceso a la Gran Base de Datos. Y el distrito industrial acoge a los otros dos, que son el Banco y la Comisaría. En este distrito también está el garito del Apostador Loco, al que podremos acceder desde el cementerio y desde el distrito industrial. El apostador loco controla algunos otros lugares, dedicados a las carreras y al combate, accesibles sólo tras aceptar las apuestas locas que nos propone. El otro lugar que visitaremos con frecuencia será el taller de Rusty, accesible desde los cuatro distritos.

Scrapland (PC)

En cuanto a los habitantes de Quimera, los hay de varios tipos: funcionarios, banqueros, policías, mensajeros, enfermeros, o simples mercenarios sin más rol que el de beber mercurio y armar bronca, cada uno de ellos con una habilidad especial que D-Tritus podrá usar convirtiéndose en ellos, gracias a que sabe cómo hackear la Gran Base de Datos. Y estos habitantes están organizados socialmente, de modo que tienen un Alcalde que les dirige, una policía que mantiene el orden -en la medida de lo posible, cuando no es la propia policía la que provoca el caos-, un estamento religioso al que respetan por ser los que controlan la Base de Datos y una prensa que les informa.

Scrapland (PC)

Pero esta sociedad robótica está cubierta por un manto de sátira hacia nuestra propia sociedad y de cinismo, inspirado, según confiesan los creadores, por la obra del escritor polaco Stanislav Lem. Por ejemplo, los funcionarios huyen cuando te acercas para que no les des trabajo, los banqueros te birlan el dinero si te pones a su alcance, la policía te pide dinero a cambio de nada, o los enfermeros 'resetean' a sus pacientes robots a base de martillazos.

Y es que el humor ha sido un ingrediente constante en la preparación de Scrapland, que se deja notar tanto en las dosis de sátira aludidas, como en los diálogos, en el diseño artístico desenfadado y retro o en las alusiones a obras o personajes reales.

Pues bien, por todo este mundo nos podremos mover libremente, yendo de aquí para allá o hablando con unos y con otros porque así lo requiere la trama o, sencillamente, porque así lo queremos nosotros. Por ejemplo, si la misión principal consiste en eliminar a alguien y no creemos estar lo suficientemente preparados para enfrentarnos a él, podemos hacer lo necesario para afrontarla con más garantías, puesto que no se nos obliga de manera inmediata a cumplirla. Y para ello siempre tenemos varias posibilidades, como mejorar alguna de nuestras armas superando una superapuesta que nos proponga el Apostador Loco, o conseguir dinero con el que montar una nueva nave o, más directa, contratar unos mercenarios para que nos ayuden a cambio de unas cuantas vidas extra, muy necesarias para ellos puesto que no tienen matriz en la Gran Base de Datos.

Scrapland (PC)

Y no sólo tenemos esta libertad de decisión, sino también la responsabilidad que se deriva de elegir unas opciones u otras. Porque, por ejemplo, si decidimos contratar mercenarios nos van a hacer falta vidas extra, las cuales habrá que comprar a algún obispo con dinero, y si nos vamos quedando escasos de dinero necesitaremos conseguir más, y tendremos de nuevo que decidir de qué manera lo conseguimos, y aquí tendríamos otra vez varias posibilidades abiertas: atracar el banco, armar jaleo atacando naves y recogiendo el dinero que queda tras destruirlas, apostando…, etc.

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Como veis, Scrapland es un abanico de posibilidades que se abre cuando otro se cierra, y así continuamente. Es un juego en el que la acción se distribuye en hacer cosas muy diversas, que pueden ir desde el básico apunta y dispara, hasta el concienzudo diseño de nuestra propia nave en el taller de Rusty -para lo cual tenemos centenares de combinaciones que ofrecen centenares de resultados-, y que pasan por carreras de velocidad, diálogos, momentos de exploración y búsqueda, escolta, persecución, etc., con un diseño y planteamiento nada encorsetado sino completamente libre.

Este es pues el mayor logro de Mercury Steam con Scrapland: crear un mundo vivo y que te ofrece libertad de acción. Allá donde vayas te encontrarás con robots metidos en sus asuntos y haciendo lo que se supone que deben hacer. De este modo veremos a los banqueros robar a pobres incautos que, a su vez, huirán o se defenderán en cuanto se den cuenta, a vigilantes patrullando la zona, a policías pidiendo dinero sin ningún miramiento, a mensajeros transportando paquetes de un sitio a otro…, y incluso te puedes encontrar a algún ilustre personaje de Scrapland en el antro del Apostador Loco echando el rato en la barra, como el Alcalde, sin ir más lejos.

Scrapland (PC)

El logro es aún mayor si se piensa en los riesgos que se corren al diseñar un juego con una acción abierta a tantas posibilidades. Un mundo que vive por sí, puede también llegar a descontrolarse por sí. Pero esto no ha ocurrido, y en Scrapland la asunción de riesgos ha significado a la postre la obtención de resultados.

C on todo, no es perfecto, y se le pueden achacar varios inconvenientes. Por un lado, en algunas ocasiones la estructura narrativa parece demasiado precipitada, de manera que se te asignan misiones con unas vagas explicaciones que parecen dispuestas más para rellenar hueco que para desenredar el ovillo argumental, lo cual me recuerda por momentos al aciago State of Emergency.

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Siguiendo con lo mismo, también se abusa de las típicas misiones planteadas para hacerle ciertos favores a alguien para que éste, por fin, te dé una nueva pista que sí tenga que ver con el argumento principal.

Por otro lado, el mundo de Scrapland es enorme, vasto, incluso en interiores, y es precisamente en ellos donde más puede aburrirte el tener que caminar para alcanzar algunos puntos. Siempre puedes convertirte en, por ejemplo, un mensajero para ir más rápido, pero tendrás que tomarte la molestia de hacerlo cuando no te apetezca.

También llega a crear cierto desconcierto su apariencia cartoon y sus situaciones y diálogos desenfadados y, de cuando en cuando, incluso infantiles, con la brutalidad sin paliativos que muestran las escenas de vídeo, que son realmente violentas, sañosas y crueles. Entonces ¿es un juego para niños o no? La capa externa parece decir que sí, pero lo que subyace tras ella es de un cariz completamente serio y adulto.

Scrapland (PC)

Técnicamente, lo único que de vez en cuando da la nota son ciertas frases del doblaje, en las que el tono de locución no es el más adecuado a la situación. Es algo que puede deberse a que las frases se grabaron en sesiones diferentes. Por ello en algunos puntos oímos a D-Tritus llevar una conversación con una voz en tono distendido y de repente, aparece una frase en tono más serio. Posiblemente estoy siendo demasiado quisquilloso con esto, pues sucede tan sólo en un par de ocasiones, pero si resalta es precisamente porque el doblaje de Scrapland, en términos generales, es sencillamente ejemplar.

Scrapland (PC)

En resumen, Scrapland es un juego sobre todo de acción, con dosis ajustadas de aventura, con un argumento que engancha y tira del jugador, pero que no lo somete, dejándole libertad en cuanto al tiempo y al modo gracias a que el entorno de juego está concebido como un escenario gigantesco sobre el que el jugador decide cómo moverse y cómo actuar. Es, a fin de cuentas, una inmejorable carta de presentación para Mercury Steam y un programa absolutamente recomendable.

Gráficos y sonido

Técnicamente este título se desmarca del resto por dos aspectos: el doblaje es muy bueno y los escenarios que mueve el motor gráfico colosales.

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Los efectos de sonido no son nada extraordinario, esto no quiere decir que sean malos, ni mucho menos, pero son los sonidos que podemos oír en tantos otros juegos de disparos, explosiones, elementos del escenario, etc. La música que acompaña la acción es de obligado carácter futurista y, por lo general, electrónica, que se intensifica en los momentos de acción, pasando a un plano secundario en situaciones más tranquilas.

Como digo, en el sonido lo más destacable es el doblaje -salvo la excepción antes aludida-, completamente profesional y serio, que se ha llevado a cabo para Scrapland. Las voces, están bien interpretadas y logran imbuir personalidad en los robots, siendo uno de los rasgos fundamentales que acaban definiendo a los personajes más ilustres de Quimera. Los actores que han prestado sus voces para el juego son los que habitualmente doblan a actores como Orlando Bloom o Ethan Hawke, Steve Buscemi y Miranda Otto, entre otros, y la mayoría de ellas son reconocibles sin mucho esfuerzo.

En cuestión de gráficos lo que aún nos tiene atónitos es la extensión de los escenarios, sobre todo los exteriores, aunque los de interior no se quedan muy atrás. Estos mapas exteriores, recorridos a bordo de una nave, ya parecen grandes, pero es cuando aparcas la nave en una plataforma y te bajas de ella cuando compruebas que si tuvieras que recorrerlos a pie tardarías horas, muchas horas. Es algo casi increíble.

Scrapland (PC)

El pretendido, que no obligado, aspecto cartoon de Scrapland es algo que también le hace único. Ese aspecto futurista a lo Blade Runner en unos casos, a lo Tron en otros, y postapocalíptico en los demás, contrasta con el aire retro y pop art que tiene la decoración interior. Realmente es una mezcla única.

Mención especial hay que hacer también para el modelado 3D, tanto de personajes como de naves, y para la animación, que derrochan imaginación, minuciosidad e incluso humor.

Scrapland (PC)

Bueno, y cómo no, Scrapland no iba a ser menos que otros y también ofrece la habitual panoplia de efectos como el de distorsión, blur, superficies reflectantes o generación de sombras en tiempo real, entre otros.

Guión

Los robots de Quimera vivían hasta ahora despreocupados de su propia existencia, ya que la tenían asegurada gracias a la Gran Base de Datos, un ingenio que guarda sus matrices y los restaura cuando son destruidos.

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Pero ahora alguien se está asegurando de que los scraplanders mueran de forma definitiva, para lo cual antes de asesinarlos sustrae sus matrices de la Gran Base de Datos.

Las víctimas son escogidas, pues se trata siempre de personajes relevantes de Quimera, que concentran en su persona alguna rama del poder. Por lo tanto, parece que alguien está creando de manera deliberada vacíos de poder con el fin de ocuparlos, pero ¿quién?

Los primeros indicios hacen pensar que se trata de un temible viscoso, un humano, pero puede que la verdad no sea tan fácil de descubrir…

La historia logra captar el interés del jugador, con algunos episodios insertados para darle algo más de cancha a la acción, pero por lo general bien contada y con momentos brillantes, que consigue estirar de nosotros a lo largo del juego. Otro punto a favor de Scrapland.

Jugabilidad

Scrapland puede jugarse tanto con el clásico combo ratón y teclado como con un pad. Como jugador sobre todo de PC que soy, no me he podido desenganchar de mi adicción al control clásico, aunque desde Mercury Steam afirman que manejar el juego con un pad es más satisfactorio. Seguramente, pero para los que tengan sus reticencias, como yo, os aseguro que el control de ratón y teclado funciona a las mil maravillas.

Scrapland (PC)

Scrapland tiene dos áreas de juego claramente diferenciadas: los mapas exteriores y los interiores. En los exteriores nos movemos a lomos de naves, y suelen acoger misiones de destrucción, carreras y duelos en combates. También podremos descender a las plataformas que se encuentran en ellos, ya sea para usar los intercomunicadores o para coger el transporte tubular -el metro, vaya- que une los distintos lugares de Quimera.

Estos escenarios exteriores también tienen acceso a los edificios importantes que hay en la ciudad, así como al local del apostador loco y el taller de Rusty. Hablemos de estos dos emplazamientos, claves en el devenir del programa.

El garito del Apostador Loco es el lugar en el que se dan cita los habitantes de Quimera para echar unos tragos de mercurio o bailar al son de la música electrónica que ponen. En él podemos encontrar a cualquier habitante de la ciudad, sea del tipo que sea, e incluso a algún personaje importante, como el Alcalde, o nuestros compañeros periodistas Berto, Humphrey o Betty.

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El Apostador Loco siempre tiene preparados algunos retos para nosotros que debemos cumplir, y suelen ser cosas como sobrescribir o destruir a cierto número de robots, ganar determinadas carreras contra determinados personajes, o entregar paquetes como mensajero. Si cumplimos con la tanda de apuestas que nos haya propuesto, podremos tomar parte en una Superapuesta Loca. De nuevo, esta superapuesta consistirá en una carrera o combate, ya sea en solitario o junto a un equipo, que tiene como premio mejoras para nuestra nave.

El taller de Rusty es el lugar donde podemos construir nuestras naves o mejorar las que tengamos. Para ello existe una amplia variedad en componentes, que van desde el casco de la nave hasta el blindaje de la misma, pasando los motores y las armas que en ella queremos montar.

Scrapland (PC)

Cada casco tiene sus propias características, y dependiendo del que elijamos podremos montar más o menos bahías para armas, entre uno y cuatro motores, y ponerle un blindaje mayor o menor. Según montemos unas piezas u otras obtendremos naves más o menos veloces, con más o menos capacidad de fuego, con diferente tiempos de recarga del turbo y por lo tanto más o menos aptas para combatir o para participar en carreras.

Las posibilidades son muchas, más de las que seguramente se puede imaginar, puesto que, por ejemplo, es perfectamente posible hacer una buena nave de carreras a partir de un casco pesado. Estos cascos pesados admiten más motores que uno ligero, de modo que si prescindimos de blindaje y armamento, podemos tener una nave grande y pesada que, sin embargo, puede desenvolverse bien frente a otras más pequeñas y ágiles, y que también será muy útil en misiones de reconocimiento. Para el combate no cabe duda: hazte una auténtica fortaleza volante, por mucho que pese.

Para conseguir mejoras para nuestras naves existen varios medios: uno, ya comentado, son las Superapuestas Locas, otros los conseguimos mediante chivatazos de Rusty, que localiza algunos en ciertos lugares por los que tendremos que buscar, y otros forman parte de los objetivos de las misiones principales. Una vez los consigamos, estarán permanentemente disponibles para su montaje en el taller de Rusty.

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En los interiores nos moveremos a pie -a menos que nos hayamos convertido en un vigilante o en un mensajero, que se desplazan por el aire-, y es en ellos donde se desarrollarán la mayor parte de los diálogos y donde existen puntos de acceso a la Gran Base de Datos. Gracias a que a D-Tritus le han pasado un programa que permite hackear la Gran Base de Datos, puede convertirse en cualquier personaje cuya matriz esté contenida en ella. Esto confiere a D-Tritus no sólo su apariencia sino también sus habilidades especiales.

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Algunas de estas habilidades requieren el uso de energía, la cual podrás recargar gracias a las células que dejan los policías armados cuando son destruidos. Por ejemplo, los funcionarios ralentizan el tiempo, los banqueros roban dinero, los enfermeros sacuden contundentes martillazos, Betty, los obispos, policías armados y el propio D-Tritus tienen capacidades de ataque y destrucción, etc. Pues bien, dependiendo de las necesidades de la misión, podremos elegir entre las habilidades de unos y otros según lo creamos conveniente para cumplirla, o bien hacer uso tan sólo de su aspecto, puesto que hay lugares cuyo acceso está reservado para cierto tipo de robots, lo cual también usaremos para engañar a algunos robots haciéndoles creer que somos otro.

Es en las zonas interiores donde más interactuaremos con el resto de habitantes de Quimera, y por lo tanto donde, a base de diálogos con ellos, haremos avances en la investigación, obtendremos nuevas misiones y donde podremos retarles a combates o carreras.

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Como veis hay un buen montón de cosas para hacer en Scrapland, y el jugador es la mayor parte del tiempo completamente libre para hacer unas u otras y, además, de la forma que le apetezca. Si a esto le añadimos que el entorno que se nos ofrece para llevarlas a cabo está vivo y bulle a nuestro alrededor, de forma peculiar pero no caótica, tendremos la sensación de verosimilitud y credibilidad que redondea el resultado final.

Nos queda ya sólo hablar del apartado multijugador, de cuyo estado final se muestran más que contentos en Mercury Steam. Los modos son los Deathmatch, Flag Hunt y One Flag, con sus correspondientes variantes por equipos. Sobre el Deathmatch huelga dar explicaciones. El Flag Hunt es la captura de toda la vida pero con matices, puesto que tan importante es capturar la bandera como arrebatar o conservar la vida, ya que tanto una cosa como la otra sirven para sumar o restar puntos. El One Flag es parecido al clásico modo dominación, sólo que para conseguir la dominación de una zona es necesario además ser el portador de un testigo.

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Aparte de las peculiaridades mencionadas, cabe resaltar una: en mitad de un enfrentamiento multijugador es posible entrar en el hangar para cambiar de nave, y elegir otra que se adapte más a la situación de la partida en curso. Es decir, no es un clásico Quake, en el que entras en la partida siendo el que eres, sin más. Con Scrapland Mercury Steam ha querido que tengas libertad de decisión incluso en este apartado.

Decir por último que soporta el juego sobre red local e Internet, con hasta un máximo de 16 jugadores simultáneos.

Estrategia y Trucos

Es difícil hablar de estrategias o trucos que aseguren resultados en un juego que pretende, precisamente, que las posibilidades de acción no se agoten en una o dos que siempre impliquen el éxito. En cualquier caso, sí que hay un par de cosas que es conveniente saber.

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La primera es que la Comisaría es una fuente inagotable de células de energía, puesto que en ella los policías armados siempre están zurrándose entre sí, se supone que como entrenamiento. Cuando las necesites, ve a ella; no tendrás que ir mucho más allá del vestíbulo para recolectar tantas como te hagan falta.

No te preocupes por el dinero -es fácil conseguirlo en apuestas, robándolo, o destruyendo otras naves- y hazte un buen montón de naves, disfruta experimentando las abundantes combinaciones existentes y la multitud de resultados que propician. Construye una para cada ocasión: rápidas, resistentes, letales, rocambolescas…

Cuando la misión implique el combate contra otras naves, mantente cerca de las zonas en las que existan ítems que recarguen tu blindaje y munición. Normalmente, a menos que sea una misión de persecución, los enemigos vendrán a ti sin que tú tengas que salir en su busca, por ello es mejor que les esperes cerca de estos ítems para que puedas recurrir a ellos de manera instantánea.

Comparándolo con…

Mucho se ha hablado del parecido de Scrapland con varios títulos como GTA, Beyond Good & Evil, Messiah o Forsaken, muy especialmente con el primero de ellos. Y no se ha hablado sobre ellos por su parecido a Scrapland, sino como fuente de inspiración para el mismo.

Scrapland (PC)

Lo cierto es que cuando Mercury Steam se puso a crear Scrapland, ninguno de esos títulos estaba sobre la mesa de diseño. Querían hacer un juego original, ofrecer al jugador un inmenso escenario sobre el que pudiera actuar con el máximo grado de libertad posible. Y cuando probaron GTA III vieron que se parecía bastante a lo que ellos estaban haciendo, del mismo modo que D-Tritus es periodista, como Jade en Beyond Good & Evil, o que existen combates de naves, como en Forsaken, o que puedes transformarte en otros personajes como en Messiah.

Cuando haces un juego que da cabida a tantas posibilidades, lo normal es que acabe pareciéndose a un montón de cosas, lo pretendas o no, y es lo que pasa con Scrapland. Sí que es cierto que se alinea junto a GTA como exponentes de esta nueva forma de hacer juegos, en los que un mundo vivo al completo se pone a disposición del jugador, para que se mueva por él libremente, aunque, eso sí, incluyendo un argumento que dé dirección y sentido a sus acciones.

Scrapland (PC)

Lo que está bien

Scrapland es un todo, un mundo puesto a nuestra disposición, que está activo y vivo con o sin nuestra actuación, pero que responde a cada acción que llevamos a cabo, en el que tenemos las sensación de ser un engranaje más de la maquinaria y no su motor, por lo cual resulta creíble.

Libertad para hacer o no hacer, y en el caso de hacer, libertad para el cómo, el cuándo y el dónde. Mucha libertad, vaya.

Técnicamente es, si no sobresaliente, sí notable, y no dejan de sorprender sus inmensos escenarios y, además, la milagrosa rapidez con que cargan. El doblaje también es de los que deberían crear escuela.

Scrapland (PC)

Artísticamente único, por mezclar lo futurista con lo retro y lo agresivo con lo cómico.

La historia: no sólo es atractiva en un principio, sino que consigue hacerse más interesante conforme transcurre.

El precio. Se supone que cuesta 39,95 €, pero podrás encontrarlo por 36,95 €, lo cual no es barato, pero al menos queda lejos de los 50 € por los que te puede salir casi cualquier título clasificado como novedad.


Lo que no está tan bien

Algunos tramos narrativos no son demasiado consistentes, y se echa de menos una mayor presentación en la asignación de algunas misiones, las cuales parecen estar metidas para alargar un poco la historia, sin que en realidad supongan un avance real en la misma.

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Los ya comentados cambios de tono en el doblaje. Insisto, estoy siendo muy riguroso, pero es que con un doblaje tan bueno, un par de fallos por narices saltan a la vista.

En ocasiones hay que andar demasiado. Asumible, pero mencionable.

Enlaces

Mercury Steam
Scrapland
Zeta Games
Enlight
American McGee

Scrapland (PC)

Manual

Es un completo y bien ilustrado documento de 48 páginas que resulta sencillo de leer y que resulta del todo explicativo.

Requisitos del sistema

Mínimos: procesador a 1 GHz, 256 MB de RAM, tarjeta de vídeo de 32 MB compatible con DirectX 8.1 y Píxel Shader 1.1, 1,70 GB de disco duro, tarjeta de sonido compatible con DirectSound y Windows 98 SE o posteriores.

Recomendados: los ya comentados, elevados a un procesador a 2 GHz, 512 MB de RAM y gráfica de 64 MB compatible con DirectX 9.

Probado en un Athlon 64 3000+, 1 GB de RAM y GeForce 6800 GT, el juego iba perfecto con todos los efectos activados y al máximo y con una resolución de 1280x1024x32.

8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.