Conviviendo con las estrellas...

Recién iniciada la temporada en nuestro país y mientras las grandes estrellas calientan motores de cara a la campaña regular, la última versión de NBA Live vuelve a nuestras consolas a saciar la sed de baloncesto.

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Mientras los equipos calientan motores de cara a una campaña que se presenta más igualada que nunca, con los asombrosos traspasos que han acertado a realizar algunas lumbreras para gozo de los agentes intermediarios, cuando Gasol se enfrenta al año de su asentamiento definitivo tras la firma de su espectacular contrato y Raúl López titubea por su aquejada rodilla, EA Sports sigue ofreciendo, como cada año, el baloncesto nuestro de cada día.

En esta ocasión se han incluido jugosas novedades (sobre todo la presencia del All-Star Weekend) que hacen de él un juego muy completo y bastante largo, aunque los usuarios europeos echaremos mucho en falta las opciones de juego online de las que sí disponen al otro lado del charco. No obstante, las mejoras en el tempo del partido, en el freestyle y en el modo dinastía le han venido bastante bien para quitarse ese estilo tan arcade y acercarlo un poquito más a lo que es un simulador, aunque sin lograr cumplir el objetivo en su totalidad.

Los modelos de los jugadores son bastante robustos y guardan unos similitud facial más que notoria con sus homónimos de carne y hueso, circunstancia notable en los jugadores más populares del espectáculo NBA. Aunque cada uno de ellos tiene su propia complexión facial, sigue siendo habitual que mientras Vince Carter o Tim Duncan son prácticamente reflejos de la vida real, los habituales del banquillo no alcanzan el mismo grado de similitud que los all-stars, aunque poco a poco se van acercando.

Pero si tuviera que destacar algo sería buen concepto de proporción existente entre los modelos más grandotes (tipo Shaq) y los más menudos (como Jasón Williams o Allen Iverson).  Su velocidad en la cancha varía, el espacio que ocupan en la zona, su movilidad, las ventajas que toman de su físico... Bastante bien respetado y fidedigno a lo que es el basket.

Se han añadido nuevas animaciones como rebotes, palmeos, nuevos mates y dejadas que hacen uso del "off the ball" y que alcanzan un nivel de realismo bastante acertado. Sin embargo, hay problemas que no se han solucionado para el nuevo año, como que al pasar un balón en carrera el jugador se para a recibirlo y no lo coja al vuelo, un motor de impactos demasiado sensible y que hará que perdamos muchos más balones de los que desearíamos y unos giros de los jugadores sin balón bastante bruscos.

La recreación de las canchas, como es habitual, es fantástica, representando fielmente el espíritu de cada campo. En cuanto al público, digamos que tendremos que esperar a la próxima generación para disfrutar de un público completamente en 3D y que alcance mayor grado de interacción en los partidos, ya que las limitaciones de hardware que existen en los títulos multiplataforma obligan a reducirlos para evitar colapsos en los motores gráficos.

A pesar de ello, los colapsos gráficos en forma de bajada de la tasa de frames son constantes en la versión PS2, frecuentes en GameCube, esporádicos en Xbox e inexistentes en compatibles. Gestionar los partidos 5vs5 es un trabajo brutal para cualquier chip gráfico y la máquina de Sony lo nota como ninguna otra. Aunque no hacen que el título sea injugable, si que afean todo el apartado gráfico y dan un aspecto de quiero-y-no-puedo.

También destaca la lentitud de la cámara cuando recuperamos rápidamente un balón y salimos escopetados hacia la canasta rival. Lo que tarda en girar sobre sí misma para enfocar de nuevo al jugador que lleva la pelota marca la diferencia entre un canastón y que nos vayamos por la línea de fondo porque no controlamos por donde va el jugador. En el mejor de los casos, el defensa habrá recuperado su posición evitando toda posibilidad de contraataque. Es cierto que no ocurre con todos los ángulos de cámara disponibles, pero sí con los mejores para seguir los partidos. Un aspecto a mejorar para la edición 2006.

En cuanto al sonido ambiental, magnífico en todos sus aspectos, desde el comportamiento del público según la actuación del equipo de casa hasta todos los sonidos que acontecen en la cancha: resbalones, chirriar de zapatillas, golpes de cuerpos, el retumbar del tablero tras una "pedrada", los gritos de los jugadores... a la altura que EA Sports nos ha ido acostumbrando año tras año.

Otra mejora notoria en la jugabilidad es la reducción de la velocidad de los partidos en un intento por darle un toque más simulador y alejarse de su espíritu arcade. Y aunque el acercamiento es notable, aun no ha logrado el nivel de realismo de otros títulos de basket. En esta ocasión no es tan sencillo librarse del acoso del defensor y encontrar una posición cómoda de tiro, es más complejo realizar un mate o meterla de 3 si el jugador no es realmente un buen tirador.

Los jugadores estrella de cada equipo gozan también de una mayor similitud en cuanto a su estilo de juego e incluso algunos gozan de animaciones exclusivas, como la forma en que Kobe Bryant coge el balón, como Shaquille se levanta en el aire... También se ha mejorado su IA, tanto individual como colectiva; enfrentarse a los Pistons es luchar contra su fortaleza defensiva; defender el juego interior de los Miami Heat es vérselas con el gigantón, si juegas contra Dallas habrá que defender con ahínco a Nowitzki. En definitiva, es acercar en un grado mayor el juego a lo que acontece en realidad.

Sin embargo, en los partidos se siguen presentando problemas ya sabidos y que evitan que sea un juego perfecto. En primer lugar las transiciones ataque-defensa suelen ser bastante lentas y los defensores tienden a cazarnos a las primeras de cambio, evitando toda posibilidad de contraataque. El motor de impactos ultra sensible provoca que los choques entre jugadores sean más numerosos de lo que debiera, con la consiguiente pérdida de balón. Además, los rivales son tan rocosos que cualquier choque contra ellos provoca que nuestro jugador levante las manos al aire y suelte el balón o, en el mejor de los casos, ocasiona que nos frenemos en seco. Otras opciones como poder pivotar, provocar una falta personal o un pase desesperado no están contempladas tras el impacto, lo que empeora la sensación de continuidad.

El modo Dinastía se basa en dos premisas: el calendario y una PDA. El primero nos remarcará las fechas importantes para que no olvidemos ningún acontecimiento importante. La agenda nos irá dando información puntual sobre noticias del mercado, movimientos, traspasos... Jugando en este modo iremos consiguiendo puntos que gastaremos entrenando y mejorando las habilidades de nuestros jugadores, comprando equipamiento deportivo, pagando a ojeadores que miren los mercados mundiales...

A pesar de lo atractivo de esta modalidad, se podrían haber incluido mejoras que sí están presentes en su principal competidor, como una IA más refinada y con remarcadas personalidades para los jugadores, lo que hace que la interacción entre nosotros como entrenador y nuestros pupilos sean más intensas. Las posibilidades estratégicas tampoco son tan extensas como las incluidas en ESPN NBA 2k5, el spam que recibimos en nuestro e-mail es más que intenso... Detalles a depurar.

El concurso de triples nos pone frente a los 5 consabidos cestos y un cronómetro de un minuto. Si el jugador que seleccionemos para lanzar posee unas buenas estadísticas desde la línea de tres, no será muy difícil conseguir un buen resultado. Todo consiste en acertar con el tempo de pulsar y soltar el botón de lanzamiento. Aunque los nervios nos pueden jugar una mala pasada...

En cuanto al dunk contest, podemos escoger a cualquier jugador que tenga una estadística de mate superior a 80% y hasta cuatro jugadores pueden participar turnándose. La cantidad de mates y combinaciones de ellos incluidas es muy extensa y se ejecutan de una manera bastante sencilla una vez se le ha cogido el truco, aunque habrá que pasar por el entrenamiento para triunfar. Con un botón saltamos, con otro seleccionamos el truco que queramos y añadimos variaciones con los gatillos, mientras que el stick derecho nos sirve para hacernos un alley oop. Los mates repetidos no suman tanta puntuación y para competir con algún colega que nos llevemos a casa, es simplemente espectacular.

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