¡¡Corre como el viento... ¿Buck?!!

Nueva película, nuevo juego. La filosofía de Disney sigue inalterable. ¿El resultado de sus juegos? Más de lo mismo. La gran compañía de Mickey necesita más de un caballo para salvarse...

Y no encontramos otra forma mejor de describir todo lo que se nos viene a la cabeza cuando analizamos otro plataformas, aventuras, o como lo queráis llamar, de una compañía que tras pasar por fiascos como el de Buscando a Nemo sigue intentado hacerse un hueco entre los videojuegos.

Es cierto que quizás en otras plataformas lo haya conseguido. Pero en GameBoy Advance, que es la portátil que hoy nos ocupa, nos resulta ciertamente difícil encontrar algún buen ejemplo que no haga cambiar de opinión sobre lo que os estamos relatando. Muchos juegos, tal vez demasiados, y muy poca calidad para ofrecer algo realmente divertido al usuario.

Sin embargo, Zafarrancho en el Rancho prometía algo nuevo. Mejores gráficos, más diversión. Cualquier cosa, pero algo nuevo que nos mantenga enganchados a la pantalla de nuestra consola hasta que acabemos la aventura. Insensatos, esta es la palabra con la que mejor podríamos describir lo que hasta el momento de probar el juego habíamos pensado.

Y es que una cabra y un caballo, según el planteamiento del juego, pueden llegar a dar mucho de sí. Otra cosa es que los desarrolladores, Mode 7, hayan sabido aprovecharlo de algún modo. Sea como fuere, y si habéis dado un tiempo a mirar la nota del juego, hay bastante poco más que explicar...

Historia

Pero como... ¿un caballo que sabe pelear, y que además es sheriff? ¿Que es una película de Disney? Bueno... Buck es nuestro caballo protagonista, como os acabamos de citar, el sheriff de la ciudad donde está situado su rancho.

Su misión, como la de cualquier sheriff, es la de capturar a cuantos más malhechores mejor. Para ello cuenta con la ayuda de una cabra llamada Jeb, y de otros miembros de la granja, como bien puede ser un conejo que sale en casi todas las fases del juego, un par de vacas, y demás animales típicos en estas películas.

Mientras Jeb se encarga de buscar enemigos y carteles de 'se busca' a nuestro caballo, este tendrá que usar los susodichos carteles para capturar a los malos del pueblo. Lejos de tener cualquier tipo de sentido, además de acción y de pequeños toques de humor, no hay mucho más que comentar acerca de la película.

Aunque de paso vale la pena mencionar la curiosa situación en la que se encuentra Disney. ¿Alguien se acuerda de Aladdin? ¿De Hércules? ¿Tal vez de La Sirenita? ¿O simplemente de Lilo y Stich? Después de ver este ZeeR es realmente complicado entender cómo se puede llegar a un nivel de imaginación tan nulo... y eso que el juego está exento de culpa en este sentido.

G r á f i c o s

Simples, y con un estilo a la película original increíble. Parecen casi calcados, y es que lo son. Tras una mini introducción veremos los menús, extremadamente simples y de una calidad regular.

Después de eso, los interminables discursos de los restantes miembros de la granja, aburridos a más no poder, y que usan el engine original de la película, es decir, imágenes estáticas de un animal que se han extraído del film, y así hasta comenzar a jugar.

Aquí encontramos tres estilos que os ampliaremos en el apartado de jugabilidad, aunque lo cierto es que carecen de especial ciencia. Cuando controlemos a Buck nos encontraremos ante los gráficos más simples que hayáis podido ver. Muy coloristas, aunque muy poco detallados.

Los personajes mejoran un poco, pues son fieles a la película, incluso a lo que en movimientos respecta. Sin embargo no se pueden tolerar las ralentizaciones continuas que sufriremos por los movimientos de nuestros personajes a gran velocidad, o por tener a demasiados enemigos en pantalla.

S o n i d o

Quien sea habitual a leer los análisis de GBA sabrá de antemano qué vamos a decir a continuación. La verdad es que existe una frase que se puede aplicar al 80% de todos los juegos que han ido apareciendo en esta consola a lo largo del último año, y de la que muy pocos se salvan.

Melodías animadas, al menos durante los primeros cinco minutos. Después de ese momento, y gracias al apartado de opciones, podremos (o más bien, quitaremos, porque es algo casi seguro que os va a ocurrir) quitar la música y quedarnos únicamente con los efectos sonoros.

Uno o dos temas de la película, y el resto son tan solo mezclas de mezclas que están ahí para dar la pega en el juego. Sonidos inspirados en películas del oeste, al igual que este largometraje, instrumentos como el banjo, siempre fiel y poco más.

Poco hay que decir de los efectos sonoros. Simples, muy justos, sin voces, y prácticamente sepultados debajo del horrendo sonido aquí denominado música. Todo un espectáculo que creíamos iba a acabar algún día. Pero visto lo visto, parece que crear algunas canciones originales y ponerlas en un juego es más complicado de lo que habíamos creído...

J u g a b i l i d a d

ZeeR se divide en tres estilos bastante diferenciables de juego. En primer lugar, un modo en el que tendremos que controlar a Buck, que consiste en eliminar a todos nuestros enemigos, inclusive uno final, como si de un beat ‘em all se tratase.

Nuestro caballo es increíblemente hábil, y se mueve con una facilidad pasmosa en nuestra pantalla. Eso sí, es lento como pocos, y a la hora de combatir os aseguramos que hemos visto héroes con mucha más maña.

Después podremos controlar a Buck de nuevo, aunque en una fase de conducción. Dicha fase nos muestra a partir del cuello de nuestro caballo, como si montásemos en él. Tendremos que correr lo más rápido posible, esquivando enemigos y trampas, y a su misma vez intentando obtener objetos que nos hagan recuperar vida, o ir más rápido.

Por lo absurdo y facilón de este modo no podremos hacer otra cosa que quedarnos perplejos mirando la pantalla. Es tan simple como tonto, y no guarda ningún tipo de necesidad para la historia. De todos modos, divertirá a aquellos que se satisfagan en el mundo de la velocidad con muy poco.

Y finalmente un nuevo modo en el que controlaremos a Jeb, que es recordamos es la cabra de la historia. Un plataformas en toda regla, en el que hemos de ir avanzando dando pequeños saltos, tumbando postes de luz para sortear precipicios, obtener power ups que nos den habilidades especiales... en fases que duran más de diez minutos cada una.

Estamos ante un juego que, en teoría, debería de estar pensado para niños. Es incomprensible como se ha optado por hacer niveles tan largos, cada uno con hasta TRES checkpoints, para luego, en el caso de quedarnos sin vida, tener que volverlo a repetir por completo.

Duración y Dificultad

Quince fases que tendremos que compartir entre Buck y Jeb. Las de Jeb, como ya os hemos comentado, son especialmente largas, por lo que la vida del juego se puede ver alargada considerablemente. Eso sí, largas, pero tremendamente pesadas.

Buck también esta en la tónica de nuestra cabra. El juego se alarga, pero a favor de unas aburridísmas y tediosas fases que, como ya os hemos ido explicando a lo largo del texto, son ideales para combatir el insomnio.

La dificultad esta a la par con la duración. Un juego extremadamente simple en algunas fases, pero que en otras circunstancias acaba siendo demasiado complejo para el público.

C o n c l u s i ó n

ZeeR en uno de los juegos más vacíos que han pasado por nuestras manos en los últimos tiempos. No es un plataformas, no es un juego de acción, ni tampoco una mezcla entre todos. Son tres modos de juego aislados, que poco tienen que ver uno con otro.

Gráficos mediocres, sonido bajo, como siempre, con una dificultad que consta de demasiados altibajos, y, especialmente, una duración en ciertas fases que hace imposible que no nos durmamos con el juego. La música no ayuda, porque si la ponemos acabaremos con tapones en los oídos...

¿Cosas así a estas alturas? O más bien, ¿Vienes a mi casa y me insultas? Completamente prescindible, sin nada nuevo, sin nada interesante, y sin nada que aprender. Al menos, a nivel técnico, si salva. Y gracias a eso.

L o  M e j o r

L o  P e o r