Surcando los Siete Mares...

Tras años y más años de espera, Toby Gard, diseñador del Tomb Raider primigenio, ha visto por fin como su proyecto más largo estaba concluido. Galleon fusiona lo mejor de la aventura con todas las características que hicieron famosa a la señorita Croft. Pero, ¿habrá merecido la pena tanto tiempo de espera?

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Hay juegos que saltan con una nueva versión al mercado cada año, como los FIFA; los hay que lo hacen cada dos, como los Silent Hill. Los hay que tardan tres años, como pasará con la segunda parte de Halo. Pasado este nivel tenemos los que tardan cuatro, como Fable. Y en un escalón superior se encuentra Galleon (mención aparte merece Duke Nukem Forever, por supuesto), que tenía previsto ser puesto a la venta durante las Navidades del año 2000 en PS2 y que tras retrasos, cambios de plataformas y diversas variaciones finalmente se ha puesto a la venta para Xbox.

Lo que hace de Galleon un juego tan esperado y querido por muchos no es ni más ni menos que su origen. Uno de los creadores del primer Tomb Raider, Toby Gard, cofundador del estudio Confounding Factor, ha sido el que ha puesto cuerpo y alma en el proyecto. Otros miembros de Core Design fueron haciendo la goma, tan pronto estaban dentro como fuera del proyecto, y ese pequeño y variable equipo de trabajo ha conseguido crear un videojuego, que tal vez no esté a tono con lo que se puede esperar hoy en día, pero que merced a ese sabor "añejo"  tiene personalidad para hacerse un hueco en las estanterías de los comercios.

Ser pirata está de moda

El regreso cinematográfico de Johnny Deep con Piratas del Caribe ha supuesto la revitalización de la forma de vida de los piratas y de sus aventuras marítimo-caribeñas. Los videojuegos no han sido ajenos a esta tendencia, y unos antes y otros después, han sucumbido a sus encantos. Desde Pirates! a un Zelda: The Wind Waker que hacía sus pinitos con su barco. La próxima entrega de Prince of Persia también ha dejado entrever en su trailer que parte de la acción se desarrollará en el interior de un barco. Y como no, Rhama, el protagonista de Galleon es uno de ellos, sin parche en el ojo ni pata de palo, pero pirata con todas las de la ley.

Galleon se inspira (¿o inspira, ya que su desarrollo es muy anterior?) en diversos títulos sobradamente conocidos por todos los jugones. Su planteamiento y mecánica de juego es muy similar a la de Tomb Raider, como no podía ser de otra forma conociendo a su padrino. Gráficamente, también se ve influenciado por las aventuras de Lara Croft, a pesar del avance tecnológico que han sufrido los videojuegos en los últimos años. El desarrollo de los combates es bastante similar al de Prince of Persia, aunque con menor profundidad; y la forma de encarar la historia y el planteamiento recuerda a obras tan dispares como Monkey Island, Beyond Good & Evil o cualquier título de Zelda.

La familia Areliano

g r á f i c o s

El tiempo no pasa en balde y depurar un motor gráfico que se comenzó a diseñar en la anterior generación, no siempre es sencillo. El resultado es un juego con un aspecto anacrónico como conjunto, obsoleto a todas luces, pero que esconde algunos detalles aceptables que nos impiden catalogar sus gráficos como pésimos. Incluso la primera impresión, basada en el modelado de los personajes y en las texturas, es francamente lamentable. Poligonales a más no poder, llenos de aristas unos y escasos de detalles los otros, su conjunción nos recuerda más a un título más propio de la pasada generación que al de la potente Xbox.

En ese aspecto negativo también hace acto de presencia un intermitente clipping, un motor de impactos al que le faltan bastantes ajustes, unas animaciones simples y ramplonas (exceptuando las de Rhama), unos jaggies más que evidentes y una total falta de efectos de la presente generación que no hacen más que apuntalar los tiernos orígenes en los que comenzó su desarrollo. La texturización de objetos, entornos y demás elementos presentes en la pantalla no se corresponden con el nivel al que nos han acostumbrado la actual generación de chipsets gráficos.

Aún así, y a pesar de estos más que notables fallos que son lo primero que llama la atención según introduces el DVD en tu Xbox, eso no debe impedirnos avanzar en el juego y apreciar los detalles que se van desgranando según progresamos. Por ejemplos el masivo tamaño de los niveles y su excelente y cuidado diseño que nos hará devanarnos los sexos y demostrar nuestra pericia con el pad de control si no queremos repetir hasta la saciedad el mismo salto.

Esta simplicidad en muchos detalles gráficos, algunos debidos a su origen - como las pobres texturas- y otros debidos al querer hacer de los diseñadores - los modelos de los personajes-, facilitan que el motor gráfico pueda mover sin mayores problemas (aunque ocasionalmente se produce alguna ralentización) los enormes niveles. La distancia del horizonte asimismo es amplísima, y desde lo alto de una isla podemos verla en toda su amplitud, o desde el nivel del suelo podamos apreciar varios centros de metros más arriba la puerta por la que debemos acceder.

Destaca también el cierto toque cartoon que se ha querido dar a la historia, simulando en ocasiones ser una película interactiva gracias a la compleja historia y al diseño artístico de los personajes y ciertos escenarios. Por otra parte, las animaciones de Rhama están bastante cuidadas y goza de elementos sorprendentes para lo que es el nivel general del juego. Entre ellos, la genial representación del viento y la incidencia de éste sobre la cabellera y vestimentas del protagonista.

m ú s i c a

A un nivel notable y con unos toques cinematográficos que entusiasmarán a los amantes de las películas de Pixar Studios y de las obras de Disney en general. La banda sonora ha sido muy trabajada para no desentonar con la acción que estemos efectuando en cada momento. Que hay un momento romántico en el juego, pues música dulzona para acaramelarse; que comienza la acción con unos esbirros atacándonos, pues ritmos más rápidos para ponernos nerviosos; que se va a desvelar algo de la trama argumental, pues sonidos misteriosos. Una buena muestra de cómo crear un buen score musical sin caer en conformismos.

s o n i d o   F X

Aunque su tono es bueno, los efectos de sonido no alcanzan el nivel de las composiciones musicales y podemos decir que su calidad está en la media y en la medida de lo esperado. Destacan eso sí, las perfectas digitalizaciones de las voces que tendremos que oír en un magnífico inglés ya que Galleon no ha sido doblado a nuestro idioma. En un título donde la historia tiene un papel fundamental en el juego y es una de las partes más importantes y en la que más mella han hecho los programadores, no poder seguirla merced al menos a unos subtítulos en castellano, le hace un muy flaco favor.

j u g a b i l i d a d

Galleon es básicamente un juego de aventura con componentes de exploración, salpicado de plataformas, mezclado con algunas dosis de acción y un toque cinematográfico más que patente. Si hablásemos en porcentajes, las plataformas y la exploración serían los elementos dominantes, siguiendo la línea de su madre temporal e ideológica, Lara Croft. Buscar la salida en una pantalla, accionar un interruptor situado en un lugar poco accesible para después ir corriendo hacia la puerta que abre, encaramarse al saliente más elevado del escenario para coger el objeto que necesitamos... serán constantes a lo largo de la aventura.

Los toques de acción añaden variedad, pese a su escasa profundidad y peor puesta en escena. Contamos con algunas armas que nos facilitan la tarea, como pistolas o espadas, así como ciertas combinaciones de golpes que pretenden añadir consistencia a las luchas sin conseguirlo. La ejecución de los combos y resto de golpes es bastante sencilla: un botón para atacar, otro para el super-ataque que resta energía (al más puro estilo Final Fight) y el gatillo derecho para efectuar los agarres con los que arrojar a lo lejos a los enemigos o bien ejecutar combinaciones poderosas. El combate es muy lineal, a lo que ayuda la escasa IA de los enemigos, que se limitan a seguirnos (ni siquiera intentan rodearnos) y atacar cuando buenamente pueden. En varios ocasiones hemos comprobado como son capaces de ir a por nosotros a una plataforma o algo zona un tanto "inaccesible" y quedarse allí empantanados y sin salida esperando que los rematemos.

El peculiar sistema de control

Una peculiaridad que es necesario resaltar es el "novedoso" o peculiar sistema de control que tenemos sobre Rhama. Los primeros minutos de juego nos servirán como tutorial para saber ejecutar todos los movimientos, donde aprenderemos a escalar, saltar, nadar, agarrarnos a salientes, pelear o interactuar con el entorno. Pero lo más significativo es que no controlamos directamente al pirata, sino la cámara. Por tanto, para desplazarnos a un lugar determinado no movemos directamente al personaje, sino que enfocamos la cámara hacia el centro de la pantalla y presionando el stick hacia arriba, Rhama irá a la posición indicada.

En la práctica, el sistema es muy similar al habitual en este tipo de juegos, con la diferencia de que es imposible ejecutar movimientos laterales (como sí hacia Lara) y que se simplifica la posibilidad de errar un salto o fallar en el momento menos apropiado. Debería también evitar problemas de cámara y durante la mayor parte del tiempo es así; pero cuando nos pegamos a una pared o a algún otro elemento del entorno, que se descentre es tan habitual como en la mayoría de videojuegos en los que controlamos al protagonista desde una perspectiva en tercera persona.

La variedad de movimientos de Rhama y la sencillez de realización de los mismos, posibilita que Galleon se adapte a todo tipo de públicos, lo que unido a la espectacularidad e irrealismo de muchos de ellos hace que lo que parece imposible no lo sea. Saltos de 50 metros, escaladas sobre planos verticales, natación y buceo de profundidad, equilibrismos... y todo con una sencillez envidiable. Lo que no significa que el juego sea fácil, ya que la posibilidad de dar con nuestros huesos en el suelo es tan alta como lo ha sido siempre y las setas que nos dan vida no abundan tanto como desearíamos. Y aunque podemos grabar las partidas en todo momento, la duración del juego y su dificultad están más que ajustadas, proporcionando más de 20 horas de diversión que los amantes de este tipo de juegos sabrán apreciar en su justa medida.

El diseño de exteriores

Lo más destacable de Galleon es sin duda el cuidado detalle con el que se han diseñado las localizaciones, los puzzles y cada uno de los niveles. Nunca se llega al grado de desesperación, afortunadamente, que todos hemos padecido en alguno de los Tomb Raider. Muchas veces te paras en un escenario y piensas: ¿cómo diantres voy a llegar hasta allí? Pero una vez en ruta, la cosa se hace sencilla y amena. También es normal que nos caigamos en el último momento o que no nos sujetemos bien a la pared a la que necesitamos aferrarnos o que nos atasquemos en cierto punto de vez en cuando. Pero afortunadamente la diversión prima sobre la desesperación y se ve que Toby Gard ha aprendido de algunos de los desesperantes errores de Tomb Raider.

El número de niveles es bastante alto y la unión entre ellos a través de las cinemáticas generadas por el motor del juego da una fluidez pocas veces conseguida en los videojuegos. En esto hay que reprochar a la distribuidora que el juego no haya sido subtitulado a nuestro idioma, ya que la importancia de los diálogos es tal que se nos hará muy difícil seguir la historia si no dominamos el inglés.

c o n c l u s i o n e s

Galleon es un buen juego que lleva el género de la acción-aventura-exploración a Xbox, plataforma que no ha disfrutado de  muchos ejemplares de esta especie hasta la fecha, ayudando a rellenar así ese hueco que le queda por cubrir totalmente a la máquina de Microsoft. El excelente diseño de niveles, la sencillez de control, la profundidad de la historia, su dificultad y duración están ajustados para deparar diversión y un enorme número de horas de juego a cualquiera.

Estas buenas sensaciones no nos hacen olvidar sus múltiples errores que tras años y años de programación nos obligan a cuestionarnos si bien debían haberse depurado o si bien podrían habernos ofrecido algo más. Empezando por unos gráficos obsoletos que no responden a los patrones de la presente generación y mucho menos de una máquina con el potencial de Xbox; continuando por unas escenas de lucha y acción totalmente descafeinadas, por unos enemigos con una IA irrisoria y por la ausencia de novedades respecto a otros títulos de similar temática que les superan con creces, léase Prince of Persia. Aún así, un juego recomendable si te gustaron las andanzas de la señorita Croft o si te pirras por las aventuras plataformeras.

l o   m e j o r

l o   p e o r