Una verdadera desilusión

Söldner es un cúmulo de buenas ideas que parecen haberse quedado atrapadas en las cabezas de sus inventores, a pesar de las buenas perspectivas e interesantes posibilidades, Soldner resulta un producto que parece estar en fase de desarrollo con graves problemas de inestabilidad, optimización y jugabilidad.

Las ideas surgen…

A principios del año 2002, se empezó a hablar de un proyecto que se estaba llevando a cabo en Alemania, por  un equipo de desarrollo que estaba formado por nuevos talentos y personas veteranas en esto de los videojuegos, que prometía aunar la frescura de nuevas mentes creadoras y la estabilidad y la cordura de desarrolladores curtidos en mil batallas.

Pasados los meses se empezaron a sacar a la luz datos que hacían sobresalir a Söldner, estos datos lo distinguían y diferenciaban de muchos proyectos parecidos por tener un ramo de buenas ideas, incluso algunas realmente innovadoras, que en ningún otro proyecto podíamos encontrar.

Las posibilidades de jugabilidad de Söldner parecían infinitas, pudiendo hacer casi cualquier cosa que se nos ocurriera en el entorno que se nos prometía sería lo más natural visto nunca, pudiendo destrozar cualquier objeto que se mostrara en pantalla.

Además de esto también se nos hizo la boca agua al pensar en las posibilidades online del juego en el que podrían participar hasta 32 jugadores simultáneamente cifra que se vería aumentada progresivamente hasta 128 jugadores en el campo de batalla, a medida que los servidores y los anchos de banda fuesen aumentando con el paso de los años.

Cuando la ficción supera a la realidad

Qué difícil resulta ser crítico con un juego en el que un servidor había depositado casi más esperanzas que el propio equipo de desarrollo a tenor del resultado ¿final? Empecemos revisando algunas de las maravillosas ideas que fueron seña de identidad de Söldner hasta que el juego vio la luz en forma de beta en el mes de mayo. Si habéis leído el avance  (recomendable) que hicimos del juego tendréis una idea clara de lo que quiero decir con el ramo de buenas ideas, y si leéis este análisis os daré razones para justificar mi desencanto personal y explicar lo más objetivamente posible la pequeña decepción que me ha supuesto Söldner.

Recordamos todas aquellas siglas que definían partes del juego, nuevas características que iban a definir el proyecto, y que poco a poco se han ido diluyendo. Las posibilidades de interacción con el entorno, la caracterización de nuestro personaje, las enormes posibilidades del modo multijugador, la cantidad de vehículos, las ingente cantidad de armas disponibles, el sistema de destrucción del entorno, entre algunas otras, que se han ido diluyendo como la mantequilla untada sobre demasiado pan…

Gráficos

El apartado gráfico de Söldner en primer lugar resulta curioso, mientras que las imágenes que podemos ver del juego en la contraportada del mismo nos llaman la atención por su calidad, cuando instalamos el juego en nuestro PC que cumple sobradamente con los requerimientos (o debería decir necesidades técnicas), nos percatamos de que aunque no decepciona, si no movemos el cursor o hacemos caminar a nuestro Söldner, si es verdad que no llega a la calidad que podemos ver en las imágenes promocionales del juego, ni de lejos.

La calidad del entorno es aceptable, con sus enormes bosques (eso sí con el mismo tipo de árbol siempre), las gigantescas llanuras de pasto y arena así como campos nevados y multitud de formas geológicas son parte del balance positivo de este apartado… pero tras jugar los primeros minutos y tras superar el primer reto del juego que es hacerlo funcionar como es debido, nos damos cuenta de que todos los vehículos, y objetos como las cajas, los bidones, y sobre todo las construcciones, como casas, torretas, cabañas, etc…están disimuladamente mal hechas, no dan la sensación de realismo que por ejemplo sí proporcionan el pasto o los árboles. Para poner un ejemplo más que gráfico (valga la redundancia) algún que otro tipo de jeep y algún helicóptero parecen faltos del 10 % de sus polígonos y texturas, y tan pronto puedes ver el helicóptero sin suelo, como puedes ver un humvee sin alguna de sus aristas inferiores, (creedme si os digo que no es un problema de drivers ni tarjetas gráficas).

Un detalle para cerrar este, al menos aprobable apartado, es nuestra unidad a la que podremos cambiarle desde el nombre hasta los guantes, pasando por el tipo de raza, el equipamiento, el camuflaje o el escudo de su comando. En fin, una vez creado el Söldner vemos que el aspecto del soldado es bueno, y se mueve correctamente respondiendo a las órdenes que le asignamos e integrándose bien con el entorno cuando estamos agachados, tumbados, o de pie.

Ahora es cuando viene el análisis del juego en su rendimiento (léase posibilidad de jugarlo). El juego se mueve muy mal en general pero no porque no se puedan obtener un alto número de fps sino porque es como si el motor gráfico no hiciese lo que tiene que hacer, no sé si será la prácticamente nula optimización que ha sufrido el juego desde casi su versión alfa, no sé si será la mala gestión de la memoria ram que se quedará atónita al ver como el juego carga el 90% de las texturas en la memoria RAM del PC y no de la tarjeta gráfica, cosa que provoca un continuo carrusel de caídas y subidas de fps y ralentiza el juego en general. La sensación para que me entendáis es como si el juego fuese capaz de ir a 60 fps pero al tener que cargar las texturas cada cierto tiempo sufrimos unos parones y bajones de fps desmesurados y que hacen muy difícil la experiencia jugable que más adelante comentamos.

Sonido

El apartado sonoro de Söldner no destaca ni palidece en demasía, simplemente cumple. Todos los vehículos, aviones, helicópteros y demás unidades, así como las múltiples armas que aparecen en el juego tienen un sonido más o menos característico, ya que a veces es difícil distinguir entre el sonido de un jeep normal del sonido de un camión de alto tonelaje; en definitiva, con algunas excepciones encontramos un apartado sonoro que no nos provoca a apagar los altavoces pero tampoco hace que subamos el volumen.

Otro de los puntos para comentar son las voces para dar órdenes que utilizan nuestros soldados, simplemente parecen extraídas de una teleserie de bajo presupuesto, sin ninguna alma a la hora de pronunciar estas frases nuestros soldados parecerán terminators versión ligera diciendo, "cubridme", "atacad", "mantened la posición" y demás frases imperativas. Qué lástima produce que un aceptable apartado sonoro se vea tan vilmente empañado por las voces (por llamarlas de alguna manera).

Jugabilidad

Todo lo que se diga en este análisis respecto a la jugabilidad de Söldner es un auténtico ejercicio de subjetividad y no debe ser tomado en cuenta para el análisis puramente técnico y más o menos objetivo de lo que debería ser un videojuego.

En primer lugar para poder jugar es mejor que tengáis a mano algún otro entretenimiento alternativo para aguantar los tiempos de carga de Söldner, con un Pentium IV 2.6 Ghz, 1GB de ram, y una Ati 9600 xt de 128mb, tuve que esperar alrededor de 5 minutos para sobresaltarme con una voz muy grave que anuncia el comienzo de la segunda etapa de carga pronunciando SÖLDNER… Sinceramente, hay poco que añadir ante tal ejercicio de paciencia, tras un par de minutos más, encontraremos el menú de opciones en el que podremos elegir el tipo de partida que queremos jugar, podemos empezar una campaña nueva, continuar con una existente o cargar alguna antigua (improbable) así como entrar en alguna partida multijugador a través de Lan o Internet.

Una vez creado nuestro soldado, aparecemos en una especie de campamento base desde el que podremos elegir la misión en la que queremos participar, así como comprar equipamiento (armas, vehículos, etc…) con el dinero que dispongamos, al más puro Counter Strike, eso sí, no se os ocurra comprar un Black Hawk tras haber adquirido un caza o un jeep porque los vehículos que se adquieren caen del cielo con una fuerza inusitadamente superior a la de la gravedad y curiosamente en el mismo punto, así que si no queréis ver explotar vuestros vehículos uno tras otro, mejor cuando compréis uno os montáis en él y prudentemente lo aparquéis lejos del punto maldito de inserción de vehículos, que demuestra muy a las claras el escasísimo cuidado que se le ha dedicado a la física en este juego.

Otro ejemplo de la oscura física del juego es el reto de conducir cualquiera de los vehículos, sobre todo los aéreos, en todo el tiempo de testeo que he tenido el juego en mis manos no he conseguido aterrizar en condiciones sin haber antes destrozado antes el campamento base y su ilusionista helipuerto que aparece y desaparece sin dejar rastro y sin previo aviso.

Cuando decidimos dejarnos de hacer el cafre por el escenario y cargarnos todo lo que veamos con nuestro jeeps o cazas de combate, nos enfrentamos a la primera misión del juego, a elegir entre unas cuantas, ordenadas temporalmente en el año 2010. Lo curioso es que si hacemos una misión del 10 de junio cuando la completamos seguimos teniendo disponible la misión del 5 de mayo o de 2 de abril, lo que no acabamos de entender a menos que los chicos de JoWood hayan supuesto que en el año 2010 haya una máquina del tiempo, el Terminal de misiones de Söldner.

Las misiones consistirán en destruir un objetivo o extraer a alguien de algún edificio enemigo o custodiar una edificación amiga. La experiencia al jugar estas misiones no es comparable a ningún precedente videojueguil, el caso es que, si la nula gestión de ¿Inteligencia? Artificial, unidas a una física que hace que nos podamos quedar atrapados entre las ruedas de nuestro jeep, y aderezado con la poca originalidad de las misiones propuestas, si todo eso resulta divertido es porque la impresión al jugar a Söldner es estar jugando a una alfa de un juego muy regular y la diversión consiste en ver quién consigue el mayor bug, y no a la versión final de un juego que prometía y mucho.

Acaba de salir el último parche y me temo que el segundo de una larguísima lista, que arregla un poco la física imposible y extraterrestre de los vehículos, así como algunos cuelgues, y una mejor gestión de los recursos del PC (esto último es muy discutible una vez probado el parche).

Éramos pocos y llegó el multijugador

La experiencia multijugador de Söldner se supone que puede ser uno de sus puntos fuertes si miramos atrás en el tiempo y vemos las previews y avances del juego. Ahora bien, mientras el modo single player es muy, muy decepcionante, el modo multijugador es menos frustrante al poder prescindir de la absurda IA del juego que no supone ningún reto, y ese componente es mucho más importante a la hora de jugar que los propios bugs del juego. Es decir, el juego se convierte en algo casi divertido con la práctica soberana de los vehículos, y cierta paciencia con los numerosos bugs que posee el juego.

Aún así, ni siquiera este modo se salva de la quema ya que también tendremos problemas para conectarnos a un servidor con al menos un jugador, imaginad porque ocurre eso, pues para que nada quede al azar, JoWood nos emplaza a nosotros, los jugadores, a configurar el juego para que este se conecte por un puerto determinado a Internet, y cuando hayamos conseguido esto nuestro problema será encontrar a alguien que quiera sufrir con nosotros en el campo de batalla.

Antes de terminar me gustaría recalcar el aspecto más acabado y menos desesperante del modo mulijugador, que insisto en que puede llegar a ser divertido con mucha paciencia. De ahí puede llegar a la nota que ha obtenido, porque el juego no sólo es el single, ni tampoco solamente el multijugador, y en ese balance el multijugador sale al rescate de un título inacabado en casi todos los aspectos.

Comparándolo con…

Cualquier otro juego de tipo Battlefield 1942, Joint Operations, o Hidden and Dangerous se escapan a esta comparativa al estar en otro nivel de producción y desarrollo.

Lo que está bien

Lo que no está tan bien