SingStar... todo por un sueño!

Eventualmente, cuando una consola alcanza su madurez, empiezan a florecer determinadas apuestas por parte de los fabricantes en forma de accesorios que cambian la visión y el acercamiento habitual del usuario hacia el juego. Ha sucedido desde el Spectrum y, si todo sigue su ritmo habitual, no dejará de hacerlo en sistemas venideros.

Para empezar dejadme avanzaros que para jugar a SingStar es necesario disponer del adaptador especial y de uno o dos micrófonos acoplados a dicho adaptador; sin embargo, ambas cosas (2 micros + adaptador) ya vienen incluidas en el paquete, cosa que gracias al circuito de prensa de Sony hemos podido comprobar. No se pueden utilizar ni micrófonos USB ni tan siquiera el headset de la misma Sony del Socom, para aquellos que ya hayan jugado a anteriores ediciones de KR de Konami.

Por otro lado, es evidente que la apuesta del juego está claramente enfocada a ser un 'party favourite', o uno de aquellos juegos que se disfrutan más cuando se juegan en grupo. De todos modos, las opciones incorporadas garantizan que la experiencia individual frente al micro puede ser del mismo modo altamente gratificante… o absolutamente destructiva, según como se mire.

Porque lo más importante del juego, y lo que se pretende con él, es que nos levantemos del sillón y cantemos, que nos movamos, que bailemos y saltemos. En definitiva, que hagamos el canalla y perdamos la vergüenza. Que le cantemos 'Pretty Woman' a la mujer o nos atrevamos con 'Superstar' de Jamelia. Y eso puedo admitir que lo consigue. Todo en sus correspondientes versiones originales y con los videos musicales en pantalla.

Y por supuesto, la gracia está en comprobar lo mal (o eventualmente lo bien) que lo hacemos, está claro. Es por ello que una tecnología propiedad de Sony comprueba la entonación, el tempo y el timbre de la voz para puntuar nuestra actuación, bajo los baremos de tres niveles de dificultad distintos que pondrán a prueba las habilidades tanto del que estuvo en OT como del que canta sólo en la ducha.

Además, el juego permite la conexión de la cámara EyeToy, que sustituye a los videos musicales con imágenes y efectos visuales realizados con capturas de nuestra propia fisonomía en pantalla. Por lo tanto, en mi caso los gráficos son absolutamente desastrosos, pero estoy plenamente seguro de que más de un jugador o jugadora alegrará la pantalla con su presencia, por lo menos más de lo que lo hace un servidor.

Sin embargo, fuera del ambiente musical, el juego no presenta demasiados alardes de ningún tipo. Los menús son buenos ejemplos de arquitectura minimalista, con iconos bastante sosos y rosas sobre fondo blanco. Las transiciones entre etapas del juego (por ejemplo, cuando iniciamos una carrera) parecen realizadas en flash del más básico, aunque cumplen totalmente su función en un juego de estas características.

En la página siguiente encontraréis la lista completa de las canciones que han sido incluidas en la versión española de SingStar, lista en la que Sony ha echado mano de su franquicia musical para conseguir los derechos de la mayoría de ellas sin tener que desembolsar desorbitadas cantidades de dinero. Como veréis se incluyen tanto temas clásicos como recientes éxitos que de buen seguro harán las delicias del gran público.

También me gustaría reseñar que las versiones de fuera de España contienen una recopilación de títulos distinta (no me imagino a un noruego cantando 'Mi gato' de Rosario, mira por donde), y a nivel particular echo bastante de menos 'Never gonna give you up' de Rick Astley en el listado español, pero no obstante admito que nunca antes había encontrado una selección tan amplia y sobretodo tan localizada como la de SingStar.

La lista de títulos que componen el recopilatorio de SingStar es la siguiente, haciendo una clara diferencia entre los que están en castellano y los que se cantan en inglés. Como podéis comprobar hay estilos muy diversos para que cada uno pueda aportar su granito de arena a la fiesta. Los que se berrean en castellano y en inglés son estos:

Y por qué? Pues no lo sé, la verdad. Conozco muy poca gente que cuando suena una canción que conoce no la tararee, o gente que no disfrute yendo a un karaoke. Y si verdaderamente no se lo pasa bien, una de las principales razones apuesto a que es la vergüenza de salir a cantar ante el público. Y la verdad es que, si se me permite la expresión, las primeras veces sí que acojona. El 'Bailar pegados' se atraganta, Los Beetles suenan verdaderamente como cucarachas y al tercer gallo desentonador te pones rojo como un tomate.

O puede que no. Puede que te dé absolutamente igual y que seas de aquellos capaces de reírse de uno mismo con absolutamente la misma fuerza que de los demás. En cualquier caso, SingStar hace que, eventualmente, te levantes del sofá y empieces a moverte al son de la música. Y si lo haces bien, mucho mejor. Pero desde luego, y sobretodo cuando estás con amigos, si no afinas no importa en absoluto.

Lo cierto es que cuando recibí el paquete de Sony enchufé los micros, llamé a mi mujer, vimos la secuencia de introducción (espectacular el buen gusto de London Studio para introducirnos al juego) y me puse a cantar SuperStar desde el sillón. Timidillo. Sin pretensiones. Hoy me levanto, 'bailo' y destrozo 'Pretty Woman' de tal forma que si Roy Orbison o Julia Roberts me escucharan se les caería la cara de vergüenza. Ah, y también dejo en ridículo a las Atomic Kitten y a Juanes. Yo me atrevo con todo.

Y es que hay que atreverse; el repertorio no es tan elevado como en un salón de karaoke, así que no podemos acabar siempre cantando a Nino Bravo. Y lo cierto es que el sistema de Sony para el cálculo de las puntuaciones favorece que en cierto sentido nos animemos a probar aquello que no habíamos hecho hasta hoy. La letra aparece superpuesta sobre una especie de pentagrama que más o menos nos indica el tono en el que tenemos que cantarla.

Y por supuesto no es importante la escala en la que lo hagamos. Yo jamás podré tener una voz tan aguda como la de Rosario o las Atomic Kitten, pero sí puedo cantar sus canciones bajando una octava mi tono. El juego lo sabe y puntúa correctamente en consecuencia. Lo que no sabe y no determina es nuestra pronunciación al respecto; eso significa que yo puedo estar cantando toda la canción con 'la-la-la' en el tono, timbre y tempo correctos y sacar buenas puntuaciones. Hey, nada es perfecto.

También es cierto que el juego no deja casi nada de margen a la improvisación; cuando estamos en el modo de 'cantar' puntuando, es decir, que no es estilo libre, la línea a seguir es exactamente la que dicta la voz del artista principal, con sus inflexiones, subidas y bajadas, paros y arranques. Puede darse el caso que a nosotros nos guste subir la última sílaba pero si no está grabado en la versión original de la canción, siempre nos puntuará como incorrecto.

A propósito de las puntuaciones, existen 3 niveles de dificultad. En realidad no es que la canción se acelere o sea más difícil cantarla; simplemente el programa nos pedirá que afinemos más respecto a la versión original y, mientras que en 'fácil' los ligeros tembleques de la voz se nos son permitidos sin penalización, en el nivel más difícil se nos pedirá que 'Hoy' la ejecutemos mejor que Gloria Stefan… bueno, igual no tanto, pero casi.

Existen varios modos de juego y de configuración; el modo 'cantar' no tiene más historia. Uno o dos jugadores escogen un tema y lo cantan, conjuntamente para obtener una sola puntuación para los dos o bien en modo batalla para determinar quién lo hace mejor o menos peor. Se puede escoger la duración normal de las canciones o bien la corta, que puede hacer el juego más sencillo y más dinámico.

En caso de jugar en grupo, tal vez el corazón del juego en sí, podemos optar por los 'juegos de fiesta'. Con grupos de hasta 4 jugadores podemos ir compitiendo cantando canciones alternativamente o bien pasando el micro para que cada uno complete una parte de ellas, de forma que al final la puntuación se suma y se obtiene un equipo ganador absoluto.

El modo 'carrera' consiste en intentar convertirse en una estrella partiendo de la nada. Recibimos una invitación para ir a cantar a un club y sus responsables nos piden un nivel de calidad mínimo en la interpretación para crear 'puntos de expectación' y que el público siga yendo al local. Tras conseguir determinado número de puntos vamos escalando en el ránking  de celebridades hasta que, ocasionalmente, acabemos convertidos en superestrellas (lo cual en niveles altos es realmente difícil, pues la exigencia es cada vez mayor).

Pero lo más habitual será que cojamos un micro y empecemos a cantar. Una vez finalizada nuestra actuación tenemos varias opciones; podemos empezar a cantar una canción nueva y olvidarnos del desastre anterior, podemos guardar nuestra actuación en la memory card o bien podemos reproducirla de nuevo, aumentando o disminuyendo el volumen y además añadiendo algunos efectos (voz de pito, profunda, reverberación).

Además, si hemos jugado mientras estaba conectada nuestro Eyetoy podemos conservar los momentos estelares de la actuación en forma de foto (que se efectúa al conseguir una nota dorada, determinados compases clave dentro de una canción) para repasarlos más adelante, vacilar a nuestros colegas o simplemente guardar copia de determinadas poses de alguna gente a la que chantajear vilmente más adelante. Como veis, todo suena bastante divertido.