Nokia por el buen camino...

Mucho ha sido lo que se ha escrito sobre el primer título de Nokia para su consola de videojuegos. Pero ha llegado la hora de la verdad, la de decidir si Ashen estará a la altura de lo esperado; si Nokia se asienta como una buena desarrolladora de videojuegos; si la esperanza que algunos tienen en esta máquina son fundadas...

Ha llegado la hora de la verdad. Nokia por fin ha sacado al mercado su primer título como first party. Con la colaboración de Torus Games, cuya experiencia en el mercado portátil les abrió las puertas a la colaboración con los finlandeses, han conseguido desarrollar un fps para una consola de bolsillo que nos hará olvidar algunos disgustos que nos ha propiciado N-Gage durante sus primeros meses de vida. Una historia consistente, buen nivel gráfico y sonoro, campaña de marketing por todo lo alto y un gameplay que destaca por encima del resto. Terminó la hora de los ports, ¡larga vida a los juegos exclusivos!

La ciudad de Seven River se sume en el caos, devastada por tormentas e invadida por fenómenos sobrenaturales, Jacob Ward es presa del miedo y la desesperación, como casi todo el mundo. Sin embargo, Ward sabe más sobre esta catástrofe que los demás. Mientras el resto de los habitantes se pone a salvo él decide volver a Seven River City y luchar para encontrar una solución. En algún lugar entre tinieblas y devastación se encuentra su hermana, una mujer que, (según cree Ward) es responsable de este desastre. Ella le advirtió que todo esto ocurriría algún día...

Antecedentes

La investigación de Vanessa Ward y su compañero, Charles Eliezer, ha desencadenado eventos mediante una antigua y olvidada ciencia. La mítica ciudad de Magabir, ha sido siempre la obsesión de Vanessa Ward. Convencida de que la ciudad existe, Vanessa ha trabajado para localizar su paradero y las condiciones necesarias para desenterrarla. Sus descubrimientos la han llevado a la ciudad de Seven River. Charles Eliezer es un millonario interesado también en localizar la ciudad perdida. Juntos, han logrado reunir las condiciones necesarias para que Magabir reaparezca. El 30 de abril provocan una catástrofe que hunde a Seven River y amenazan con convertir el mundo entero en una pesadilla.

Seven River City y Maqabir: Dos ciudades en conflicto luchando por el mismo espacio y realidad. La primera un centro europeo histórico. La segunda, una metrópoli mítica que puede aparecer si se invoca mediante un misterioso ritual.Todo comienza el 28 de abril, cuando Jacob Ward recibe una carta de su extraña y distante hermana, desde la ciudad de Seven River. En esta carta llena de discursos obsesivos, pensamientos sin terminar y proclamaciones de un "nuevo amanecer" y una "ciudad renaciente", Vanessa le pide que asista a un acontecimiento sin precedentes. Molesto, Ward ignora la carta al igual que los pensamientos de su problemática hermana, una vez más.

g r á f i c o s

Tras algunas decepciones portando entornos tridimensionales a la pequeña de Nokia, parece que la gente de Torus Games han dado en el clavo y han sabido desarrollar un engine que muestre el potencial de la portátil, haciendo brillar todas sus virtudes y ocultando sus defectos. Si Red Faction sufría de una tasa de frames inestable y de cierta lentitud en los movimientos, Ashen es velocidad y consistencia, dos elementos imprescindibles a la hora de recrear con éxito un first person shooter.

El motor gráfico creado para la ocasión se muestra totalmente estable, sin caídas en el framerate y todo ello ofreciendo unos amplios y variados escenarios que han sabido conjugar un perspectiva muy similar a lo que nos ofreció en su día el grandioso Quake. Es cierto que en momentos esporádicos podemos apreciar algo de clipping y el popping ha sido bien disimulado con la inclusión de edificios, muros u otras variedades arquitectónicas para que nunca tengamos visión directa del horizonte lejano.

El diseño de los niveles tiene mucho que ver en ello. Recreados con inteligencia, muestran una variedad de entornos más que digna. Desde las calles de la ciudad de los Siete Ríos, hasta el interior de una catedral renacentista; enigmáticos jardines con forma laberíntica que rememoran el final de una obra de arte como El Resplandor de Kubrick; apestosas alcantarillas... Buscando encontraremos zonas secretas, lugares en principio inaccesibles que se nos mostrarán con el paso del tiempo, interiores de edificios...

Uno de los puntos flojos del juego son los enemigos, no tanto por su escasa variedad (muy patente en los primeros niveles) sino como por un diseño un tanto simplón y repleto de aristas, y con unos movimientos demasiado bruscos para parecer reales. Cierto es que son alienígenas y sus posibilidades de desplazamiento sobre la superficie terrícola son desconocidas para nosotros los humanos, pero el trabajo realizado por los animadores no alcanza el nivel ofrecido en el resto del juego.

La visión espectral tampoco está tan bien conseguida como esperábamos y se podría haber trabajado más sobre ella para crear sobrecogedores efectos como pudimos disfrutar en Undying. A pesar de sus limitaciones, nos deparará bastantes sustos que nos pondrán la carne de gallina y que nos subirán la adrenalina a su máximo nivel. En cuanto al fulgor de las armas, las explosiones, desmembramientos y algunos leves efectos de partículas, conforman un juego que visualmente es puntero en N-Gage y que muestra el camino de los títulos que están por llegar.

s o n i d o

Para dar buena medida de lo que un juego de acción puede ofrecer y ambientar el horror y la angustia que se quieren plasmar en Ashen, toda la parafernalia sonora es fundamental. Y aunque la banda sonora es más bien escasa, tenue y no brilla especialmente sobre la música de otras obras de temática similar, los efectos sonoros sí que cumplen con su cometido y de pocas maneras frente a lo que hemos visto en otros juegos del catálogo de N-Gage.

Desde el resonar de nuestros pasos por las distintas superficies hasta el rugir del agua corriendo; los chillidos alienígenas, los gritos humanos, la incontinente fuerza del disparar de nuestras armas. La digitalización sonora es brillante y alcanza un grado de realismo verdaderamente asombroso si nos referimos a una consola portátil. Un consejo: usad los auriculares (a un nivel moderado, ya que el que viene por defecto es bastante elevado) para no perderos ni un solo detalle de lo que suena en el juego.

j u g a b i l i d a d

El desarrollo de Ashen está basado en diferentes misiones, de duración variable pero no excesiva, con posibilidad de grabar al final de cada una de ellas. Esto quiere decir que si el enemigo que guarda, tal como lo hacía cancerbero, la puerta que nos abre paso al próximo nivel, dilapida nuestras últimas gotas de vida en un ataque inmisericorde, nos veremos obligados a reiniciar el nivel para continuar la aventura. Esta subdivisión en niveles y en partes dentro de cada nivel se realiza de forma bastante inteligente para evitar que se colapse la limitada RAM de la máquina y que el motor rinda con todas sus fuerzas. Así al acceder de una a otra zona, se cargan en memoria los entornos que veremos en la siguiente fase.

Aunque Ashen es bastante lineal en su concepción y da poco espacio a la imaginación de los jugones, siempre encontraremos algún pasadizo secreto que nos regale munición para nuestra arma favorita, vida o escudo. En otras ocasiones deberemos examinar minuciosamente cierta zona para encontrar la llave que nos abre una puerta o mover la palanca predeterminada. Y a pesar de esa linealidad la, en mayor o menor medida, variedad de los escenarios consigue enganchar y que no sintamos estar recorriendo una y otra vez los mismos decorados.

Es cierto que el primer nivel es bastante desesperante ya que apenas aparecen enemigos y nos dedicamos a vagar por la pantalla sin saber muy bien nuestro objetivo. Así sentimos el desconcierto del protagonista en la búsqueda de su hermana y podemos entrar mejor en la historia. Una vez superada esta primera traba, se nos irán ofreciendo más alicientes para jugar: encontrar las gafas de visión fantasmal, una nueva arma, un nuevo tipo de enemigo... Poco a poco, dando la dosis con cuentagotas, lo que nos obliga a buscar cada vez un poco más de medicina...

El sistema de control implementado es el clásico ya visto en Red Faction y en otros shooters portátiles; cruceta para el movimiento, botones 4 y 6 para el giro, salto, disparo, visión fantasma y subir y bajar la mirada. Para evitar mayores complicaciones con nuestros dedos, el disparo es semi-automático, por lo que si apuntamos a un enemigo y, sin querer, situamos la mirilla un poco más arriba de donde está se encuentra ubicado, el juego se encargará de que acertemos en el blanco. Puede quitar algo de realismo, cierto, pero simplifica el control que da gloria. Tras la primera media hora, una vez dominemos los mandos, no habrá invasión extraterrestre que se resista a nuestra escopeta.

Dame armas...

Jacob Ward no anda flojo en cuanto a armamento y aunque llega virginal y con las manos vacías a Seven River, pronto contará con un arsenal considerable y variado con el que afrontar su lucha. En total son nueve las armas que podrá controlar durante el juego, empezando por un rifle alienígena hasta un potente lanzacohetes, pasando por pistolas, escopetas, granadas y dobles pistolas. Cada arma tiene su sonido peculiar, su alcance y su potencia. Y aunque el número de munición escasea para el armamento más potente, nunca nos encontraremos con las manos vacías frente a los enemigos.

Aliens: formas de vida no inteligente

Viendo la inteligencia artificial aplicada a los enemigos uno se pregunta cómo realmente han podido llegar hasta la tierra unos bichos tan imberbes como estos. Su reacción ante las situaciones de peligro es más bien, poco pragmática, respondiendo milimétricamente a los scripts programados. Atacad al llegar a este punto, salid del escondite cuando se haga este movimiento, id directos a por el enemigo. En ocasiones no nos verán desde una larga distancia, se chocarán contra paredes o acequias que no sabrán bordear, es realmente fácil tenderles una emboscada esperándolos en un recoveco...

Es lógico por otra parte que Ashen tenga ciertas laguna jugables, como la escasa variedad de enemigos o incluso la poca variedad de éstos mismos. La linealidad de las misiones o una duración del juego no demasiado extensa (o más bien, que la obra de Torus Games es un juego que se hace corto) son algunos de los defectos que le podemos achacar. Evidentemente, no es Halo. Ni Half-Life 2. Y aunque esos fallos existen no empañan la gran labor y es bastante probable que, si se cumplen las expectativas de venta, se solucionen en una secuela...

Para rematar la faena, Ashen cuenta con un multiplayer inalámbrico potente y divertido. Un total de 10 localizaciones, amplias y distintas entre sí que permiten que cuatro personas peleen entre sí por el liderazgo. Durante el evento de presentación de N-Gage QD en el pueblo de Pedraza pudimos disfrutarlo con todo su potencial, y decir que no había ralentizaciones, parones ni ningún otro defecto. Es cierto que podrían haberse incluido más modos multijugador, pero si tenéis unos amigos cerca con los que echar una partida seguro que no os sentís defraudados.

c o n c l u s i o n e s

El primer título de Nokia como first party ha tardado en llegar, pero cuando lo ha hecho, ha entrado por la puerta grande. Acostumbrados hasta ahora a revisiones de clásicos, a ports de Game Boy o a juegos sin mucho que ofrecer, Ashen presenta una jugabilidad a la altura, un nivel técnico excelente y la gracia de saber que estamos ante un título exclusivo de nuestra consola. Aunque presenta algunos defectos, su número de virtudes es bastante mayor y comparado con el resto del catálogo de N-Gage, se sitúa en lo más alto del escalafón, seguido de cerca por Los Sims, Rayman 3, FIFA 2004 o Tony Hawks Pro Skater. Parece que el largo parón invernal en la librería de juegos de Nokia ha servido para que llegase una primavera repleta de sorpresas. Esperamos que N-Gage siga así y podamos disfrutar de títulos de calidad y nuevos durante las cuatro estaciones del año.

l o   m e j o r

l o   p e o r